Un intervalo de 10 segundos le bastó a un agente de la Policía Nacional de Ecuador para detener a punta […]
Un intervalo de 10 segundos le bastó a un agente de la Policía Nacional de Ecuador para detener a punta de bala a Jorge Enrique A. M., un asaltante que amagó con su pistola a cajeros y clientes dentro de un local de comida en la comunidad de La Atarazana, en Guayaquil.
Luego de merodear por la zona y establecer su objetivo, Jorge Enrique metió su mano a la cintura para tomar su arma e ingresó para apuntar a la persona que estaba frente a la caja registradora; sin embargo, nunca se imaginó que entre los clientes había un hábil policía vestido de civil que disfrutaba de su día franco y que, sin pensarlo, desenfundó su pistola escuadra con la que disparó a quemarropa, al tiempo que esquivaba los tiros del delincuente quien cayó al suelo.
El agente salió del local para llamar a sus colegas policías y solicitar apoyo médico. Tanto Jorge Enrique como el agente resultaron heridos de bala; de acuerdo con la Fiscalía General del Estado el delincuente está internado en un hospital, donde trasciende, su estado de salud es crítico, mientras al policía se le reporta estable luego de someterse a una cirugía para extraerle una bala alojada a la altura de la clavícula.
Tras dictársele prisión preventiva, la Fiscalía vinculó a proceso a Jorge Enrique por presunto asesinato en grado de tentativa.
Mientras que la policía le sigue la pista a su compinche un hampón que le cuidaba la espalda, pero que al momento de escuchar el intercambio de disparos, se echó a correr abandonando a su cómplice.