Un bebé de 21 días de nacido, falleció en el Hospital Civil de […]
Un bebé de 21 días de nacido, falleció en el Hospital Civil de Matamoros y para justificar su deceso los médicos dictaminaron que había sido a causa del Coronavirus.
Así, a fin de evitar indagatorias mayores, como la autopsia de ley que demostrara negligencia médica, de inmediato llamaron a la funeraria para incinerar el cuerpecito.
Cuando todo estaba ya listo para llevar al crematorio los restos del recién nacido, sus familiares se opusieron y evitaron la acción pues tenían la seguridad de que se trataba de una negligencia médica, que el personal del nosocomio trataba de borrar, mandando a la lumbre el cadáver.
Isabel Guzmán, abuela del menor, conteniendo el dolor en su pecho, explicó que al bebé le habían diagnosticado en primera instancia un problema en el corazón, nada que ver con el Covid 19.
Al impacto social del fallecimiento de esta criatura, el personal médico y administrativo del hospital civil Alfredo Pumarejo, de Matamoros, lugar donde ocurrieron los hechos, optó finalmente por entregar el cadáver a la familia.
Ante la incertidumbre de no saber exactamente las causas de la muerte del bebé, los deudos determinaron seguir el camino de la justicia, de esta manera se asesoraron con el abogado postulante Emiliano González Díaz, quien propuso la realización de la autopsia y de allí lo que proceda en legalidad contra quienes resulten responsables.
Con la muerte de este pequeño de 21 días de nacido queda claro que en Tamaulipas la calidez médica en los hospitales públicos se ha convertido en frialdad, donde la sana distancia entre el enfermo y el médico se puede convertir en negligencia mortal.