Director General: Julio Alberto Rubio Pérez

Solo para niños… COMO EL GRINCH, LA SEDICENTE HIJA DE CORNELIO REYNA SE ROBÓ LA NAVIDAD DE LA CASA HOGAR MIS PEQUEÑOS HERMANOS, PERO LOS REGIDORES LA SALVARON…

Oscar TreviñoJr. - 30 diciembre, 2023

Aunque a los infantes de la Casa Hogar Mis Pequeños Hermanos en el ejido La Gloria, esperan con ansia el Año Nuevo en la estancia central ubicada en Cuernavaca, Morelos, porque acá en Matamoros, se perdieron de una aventura con El Grinch, que les robó su piñata tratando de arruinarles la Navidad.

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Aunque a los infantes de la Casa Hogar Mis Pequeños Hermanos en el ejido La Gloria, esperan con ansia el Año Nuevo en la estancia central ubicada en Cuernavaca, Morelos, porque acá en Matamoros, se perdieron de una aventura con El Grinch, que les robó su piñata tratando de arruinarles la Navidad.

Los niños de la casa hogar, ni cuenta se dieron, que se apareció El Grinch, justo en la Presidencia Municipal, vestido con traje de Santa Claus, apodado La Hija de Cornelio Reyna, que ni siquiera firmó el libro de registro en la sala de regidores, para desaparecer con su maravillosa piñata, grandota y de colores, que tenían encima de un escritorio, los regidores Minerva Mata Trejo y José Manuel Raygoza García.

Pero es que la malvada Grinch, Rocío Guerrero Rodríguez, que dice ser hija de Cornelio Reyna, en vísperas de Navidad bajó de la nube, como de 20 mil metros de altura, aprovechó que los regidores junto con algunos de sus compañeros, sostenían una reunión interna en la sala Benito Juárez con la primera síndico, Laura Enedelia Cárdenas Farías, que tampoco canta mal las rancheras.

Frente a los ojos del regidor Ismael García Ramos, que estaba en su oficina azul con su computadora, La Grinch, sedicente hija de Cornelio Reyna, tomó la maravillosa piñata, grandota y de colores para irse silbando la de: Te vas ángel mío/ ya vas a partir/dejando mi alma herida/y un corazón a sufrir…

Encaminándose a la puerta de salida La Grinch pasó con la maravillosa piñata, grandota y de colores arropándola en sus brazos, sin que la viera la secretaria Angie pese al tamaño, incluso hasta con dificultades salió tranquilamente del edificio.

Cuando llegaron los regidores Minerva Mata y José Raygoza, de inmediato se dieron cuenta:

¿Y la piñata de colores?…se robaron la maravillosa piñata, grandota y de colores.

Es que la maravillosa piñata, grandota y de colores ya estaba separada para los infantes de la casa hogar Mis Pequeños Hermanos, ubicada en el ejido La Gloria.

De un momento a otro llegaría Julio, encargado de la casa hogar, puesto que en unas horas estaba programado festejar su Navidad, porque el día siguiente partirían a la central allá en Cuernavaca, la ciudad de la eterna primavera.

Molesta, Minerva desde su celular, le pidió a Julio que evitara trasladarse a la presidencia municipal desde el ejido, porque se acababan de robar la maravillosa piñata, grandota y de colores.

-Tranquila regidora, Dios proveerá y mire que sí, ya tenemos piñatas y dulces -respondió con dulce voz-.

-Gracias, pero no se quedará así, vamos a investigar y caiga quien caiga.

El regidor Raygoza, de inmediato que va al mostrador de la secretaria Angie para interrogarla:

-¿Secre, usted vio qué persona sacó una piñata grandota y de colores?

-No -respondió sorprendida-.

-¿Cómo que no sabe, tuvo que pasar frente a sus ojos.

-Pues sí, pero no vi nada, no puse atención…

Raygoza, rojo rojo de coraje, se regresó a su oficina para comentarle a su compañera regidora Minerva:

-¡Dice que no vio nada!, ¿pues estonces qué hace?

-Espera, deja le llamo por celular a Mayelo (Ismael García), respondió angustiada.

Instantes después de la llamada, Minerva le comentó a su compañero Raygoza:

-Me respondió que no sabe cómo se llama la señora, pero es una de las que viene con el regidor priísta, Héctor Silva, es una que canta y que él ayuda.

Así que Minerva le llamó a Héctor Silva y así en el celular, le respondió su colega, que se trataba de Rocío, la que se dice Hija de Cornelio Reyna el que, junto con Ramón Ayala, El Rey del Acordeón, formaron a los famosos Relámpagos del Norte.

Así por teléfono celular Héctor, le juró a Minerva:

“No te apures hija, yo te doy una piñata nueva, si La Hija de Cornelio Reyna no te la regresa.

Así pasaron varios días, pero justo en vísperas de Nochebuena, la sedicente Hija de Cornelio Reyna, se presentó en la sala de regidores, engatuzando a la edil Alma Rosa Alarcón, para obtener un vale para una ristra de bolsitas de Navidad.

Eran algo así como 30 bolsitas, que la sedicente Hija de Cornelio Reyna se relamió los bigotes, que podría recoger en la dulcería Ma-ren allá en calle González en pleno centro de la ciudad, pero alguien fue con el chisme con la regidora Minerva y que le van diciendo:

En la oficina de a lado está la sedicete Hija de Cornelio Reyna y para que te arda, le acaba de bajar unas bolsitas para la Navidad de otros niños a la regidora Alma Alarcón.

Minerva que se pone de pie allí en su escritorio, que sale de su oficina, que va a la de al lado donde estaba Alma, la maestra Alba Balén, entre otras perspnas más diciendo:

“Tengan mucho cuidado, aquí (que fija la mirada en la de la sedicente Hija de Cornelio Reyna), hay personas que dicen ayudar, pero se roban las piñatas”.

Mientras se regresó a su oficina, las miradas se volcaron en la sedicente Hija de Cornelio Reyna, que ni siquiera roja de la cara se puso, que va la entrada de la oficina de la regidora Minerva y que le pregunta bien salsa:

-¿A ver usted me vio que yo me la robé?, o alguien estaba aquí para acusarme…

De inmediato el regidor Raygoza, que estaba al lado del escritoriode Minerva que responde en voz alta a la oficina de enfrente, donde estaba su colega:

“¿A ver Ismael tu viste quién se robó la piñata grandota y de colores?

-Pues mira, yo solo vi a esa señora, tomar la piñata grandota y de colores, la otra ya se la había llevado la gente que vino de una iglesia…

¡Sopas!

La sedicente Hija de Cornelio Reyna, tragó saliva y en su defensa, que responde a la regidora Minerva envalentonada:

-Está bien yo me la llevé, pero usted me prometió hace meses, unos topes allá por mi colonia y no lo hizo, me trae a vueltas y vueltas.

Que truena como paloma la regidora Minerva:

-A ver, yo no ando poniendo cemento en las calles ni nada, si venía usted es porque hice el oficio, lo firmó y luego se lo entregamos a Desarrollo Urbano para que su personal hiciera el trabajo, pero eso no le da derecho a venir a robar a la presidencia, una piñata para que unos niños de una casa hogar tuvieran su Navidad.

En eso que interviene la regidora Alma Rosa:

-Regréseme mi vale de bolsitas, para entregarlo a quien sí lo necesite.

-Y la piñata grandota y de colores, regrésemela -que retumba la voz de Minerva-.

-Pero ya la entregué -respondió apesadumbrada-.

-¿A quién?, la Navidad todavía no pasa.

-A unos niños de allá de mi colonia -respondió derrotada-.

A La Grinch solo le quedó el remedio de retirarse, ante la vista acusadora de los regidores del H. Ayuntamiento. Al pasar por la puerta de salida Angie le comentó en voz baja a Nazario, el chofer de los regidores:

-¡Mira, ella fue!

Pero la nueva piñata y los dulces, tendrán un feliz final, ya estan listos, solo esperan que lleguen los infantes de Cuernavaca, Morelos, para disfrutar de una fiesta porque Grinch, volvió a perder.

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