Casí nadie conocía por nombre a Miguel Ángel Cruz Facundo, ni siquiera que tenía familia, de perfil bajo, pulcro, robusto, de buena conversación, solo se sabía que llegó de Veracruz, de hecho tenía poquísimos amigos, era muy reservado de su entorno, pero murió de un paro cardíaco en su casa, allá en el Fraccionamiento Las Brisas en Matamoros, Tamaulipas.

Cuando la gente del barrio de La Capilla, supo que el que había muerto era Mike, el que hacía más de 30 años vendía tamales veracruzanos allí en la placita Allende, su segunda casa, frente al bar Los Panchos, de inmediato se movilizaron, se corrió la voz entre los comerciantes informales y sus clientes:

“Dios, acaba de morir Mike”… “Se murió Mike”.

Allí fue cuando tronaron las redes sociales, los mensajes se extendieron primero en Matamoros, luego en Texas, enseguida en México, porque Mike pertenecía a la Asociación de Comerciantes en Pequeño de Matamoros, Tamaulipas 2 de Abril y a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (Croc).

Desde joven, Mike, allá por 1975 vino a Matamoros procedente de Veracruz, joven y fuerte pidió trabajo en lo que se pudiera, así que Alberto, uno de sus paisanos le ofreció chamba allí en su negocio de mercancía de segunda mano allá por La Calle 9 entre Abasolo y González.

Al segundo día de trabajo, Alberto dejó de ir y Mike se quedó en el negocito, vendía aretes, collares, zapatos, ropa, lo que se pudiera, luchista como era, solamente extrañó a su amigo, que nunca más lo volvió a ver, pero le echó ganas y se hizo cargo de los gastos.

Tuvo muchos trabajos, Mike fue mesero, ayudante de cocinero, cocinero, pocas veces se molestaba, de hecho era mediador, muy servicial, luego se hizo amigo de Martha García Santoyo, líder de los comerciantes ambulantes, participando activamente en diversas tareas.

Aprendió Mike de su líder Martha García Santoyo a distruibuir la comida para organizar banquetes en fiestas de toda índole y luego activamente participaba en cocinar platillos para las Fiestas del Charro, Mexicanas, kermeses, hasta apoyó a los chamoys Chito y luego a su esposa Ivett Bermea, candidatos del PAN a la alcaldía.

También, Mike tuvo un carrito blanco con naranja, de aquellos primeros artesanales de los comerciantes ambulantes, para la venta de antojitos mexicanos, instalado en la calle 10 entre González y Abasolo.

En su momento Mike se le puso al brinco al entonces Alcalde priista, Baltazar Hinojosa Ochoa allá por 2006, cuando arregló el barrio de La Capilla, a la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús le pusieron el estampado en la fachada.

Enseguida, Baltazar mandó instalar esas estructuras metálicas para hacer fondas, que todavía siguen en pie, cuando Martha García Santoyo, Mike y otros comerciantes ambulantes, pidieron su instalación porque una parte del grupo los habían corrido de la zona peatonal.

Allí fue donde Mike ocupó una de esas estructuras, justo en la mitad de la acera de la calle Guerrero y 11, que junto con 12 comerciantes vendían tamales estilo veracruzano, nombre por el que todavía se les conoce.

En la época de la Alcaldesa panista Leticia Lety Salazar, a finales de noviembre de 2015, el pastor Víctor Hugo Martínez Quintanilla, entonces director de Concertación Social, ordenó una limpieza en la plaza Allende y apareció una ratota, del tamaño de un gato a la que mataron.

En su momento, Mike dijo:

“No niego que haya ratas, pero imposible de la que supuestamente mataron en la placita al amanecer, sospecho que para quemarnos, la trajo el pastor panista Víctor Martínez”.

Ninguno de los comerciantes dudó que hubiese ratas, pues a diario se manipula comida insistía Mike, ninguno de ellos vieron al roedor correr, sino solamente muerto.

De los comerciantes ambulantes, Mike era el primero en inscribirse a los cursos, se capacitaba, estuvo en Protección Civil, Primeros Auxilios, se certificó en manejo de alimentos, representó a Matamoros en León, Cancún, Monterrey, San Luis Potosí, Toluca, entre otros estados.

El 31 de julio, Mike se sentía cansado, se tomó la pastilla metformina para cuidarse de la diabetes, pero se sentía agotado y es que los calorones ni están para menos.

Al otro día, sus amigos lo despertaron en su recámara para irse a su puesto allá en la plaza Allende, pero sin ganas, Mike solo despertó para decir que se sentía mal, que ese día no iría a trabajar, prefería seguir durmiendo, ni café tomó.

Horas después a Mike lo despertaron, se sentó en su cama, se levantó para lavarse la cara, pero luego se desvaneció ante la vista de sus amigos, trataron de que se recuperara pero nada, así que rápido por celular llamaron a la Cruz Roja, al 911, porque pasaban los minutos y la ayuda médica nada.

De hecho nunca llegó y allí quedó Mike, con sus ojos cerrados, dejando a todos en shock, que comenzaron a llamar a los otros amigos, porque todo estaban atónitos. Ese 1 de agosto, comenzaron los mensajes de texto:

“Compañeros y Compañeras, el día de hoy nos informaron que el compañero Miguel Angel Cruz Facundo falleció, mejor conocido como Mike… Compañero que laboraba en la Plaza Allende, por lo que este día nos encontramos de luto, Dios lo tenga en su Santa Gloria y esperamos la información de sus familiares”.

Entre todos los comerciantes ambulantes, en solidaridad con Mike hicieron una colecta, alcanzó para velarlo en la Funeraria Frontera, ubicada en calle 10 y Rayón a partir de las 20:00 horas.

Al otro día en una carroza, el cuerpo de Mike fue trasladado por carretera de Matamoros a su tierra en Papantla, Veracruz, por que su mamá le esperaba para darle cristiana sepultura (qepd).