Para destapar la cloaca de la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros (JAD), Mario Alberto López, La Borrega, arribó desbocado a la sala Pedro Sáez, con un libro encuadernado entre sus manos, en el traía datos duros del adeudo de la paramunicipal que es de 850 millones de pesos, pérdidas millonarias en condonaciones, por 242 millones de pesos, dinero que nunca ingresó a las cajas; y la cantidad exacta, para que ese organismo que está saqueado y en las ruinas, funcione.

El alcalde tomó el micrófono, estaba ansioso por hacer uso de la palabra, incluso reclamó que el equipo de sonido y de proyección no estuviera preparado:

“Yo pensé que ya tenía todo listo”.

Y los reporteros que esperaban allí también pensaban que ya con todo el poder y la información el alcalde traía la lista de los que robaron la paramunicipal y denunciarlos, pero nada de eso, solo fueron palabras, números y números, perorata y nada más.

Lo acompañaba el gerente general de la JAD, Marco Antonio Hernández Acosta, al cual sentó a su mano derecha y a su izquierda, al secretario del Ayuntamiento, Carlos Ballesteros; mientras que el gerente comercial Emerico Anaya, un hombre cercano a Ameriquillo el hijo del gobernador, fue colocado en la orilla de la mesa, le tuvieron que dar una silla de las que utilizan los regidores para que sentara.

A un costado de Emerico, permaneció en silencio el gerente administrativo, Sergio Zermeño; cuando el gerente técnico, Salvador Treviño daba gracias a Dios por seguir como sanguijuela alimentándose del erario público, al lugar llegó la gerente del PIAS, Lorena Fernández por lo que los ediles Jorge Aguirre y Mayra Sámano fueron aventados a la orilla, como bultos de arena, junto al secretario de Desarrollo Urbano y Ecología, Samuel Vega,

Al frente al menos una treintena de reporteros estaban esperando que iniciara la conferencia. El jefe de la comuna tomó la palabra:

“Vamos a hablar de tres temas, el estado que guarda las finanzas de la Junta de Aguas de Matamoros, el estado que guarda en la gerencia comercial, es decir los ingresos y los servicios que presta esa gerencia y en el último tema vamos a ver el estado que guarda la infraestructura de Matamoros. Lo quisimos hacer de esta manera, porque no vamos a esconder nada y no quisimos esconder nada a partir del día primero de enero”. Es decir está sirviendo de tapadera a Guillermo Lash de la Fuente que ha sido señalado de haberle hecho daño a la economía de la JAD bajo la premisa de que ese organismo él lo manejó como de su propiedad.

En la primera diapositiva que mostró La Borrega, señaló que a la JAD ingresan por mes cerca de 50 millones de pesos de los 113 millones que requiere el organismo para un correcto funcionamiento, pues tan solo 43 millones 687 mil 620 pesos, se van en nómina, prestaciones de ley, entre otros estímulos; al final de lo que ingresa a las cajas por mes, en total son usados 48 millones 700 mil pesos:

“Por eso los atrasos -señaló el alcalde- y las problemáticas de caídos, las cuestiones de bombeo y de cárcamos que trabajan con una deficiencia y por eso el afloramiento de aguas negras”.

Conforme pasaban los minutos la cloaca era destapada, pues quedó señalado que tan sólo en 2022, el gerente comercial Ismael García Almanza, ordenó la condonación de 242 millones de pesos, dinero que nunca ingresó a las cajas registradoras de la paramunicipal, ocasionando un gran daño a la JAD, pues además de eso se suma una cartera vencida de más de 3 mil millones de pesos:

“Aunque brinquen y lloren, no va a haber más descuentos”, comentó La Borrega apuntando con su dedo índice al frente.

Después que Salvador Treviño y Samuel Vega tomaron la palabra, uno para hablar de la limpieza de las lagunas de sedimentación y el otro de la inversión de más de 80 millones de pesos para este año para la JAD, el ánimo de los ponentes se veía que querían dar por terminada la sesión.

Sin aparente mácula alguna, Salvador Treviño que ahora es gerente técnico, ha sido el responsable en tiempos pasados, que fungió como gerente general, del saqueo de la JAD. Fue el encargado de recibir el tanque elevado de la Marte R. Gómez que nunca funcionó; de la rehabilitación de las plantas tratadoras de agua residual que en ningún momento rehabilitó; y de el By Pass aguas arriba que el río Bravo se tragó, así como uno de los responsables de la inundación de Matamoros en el 2010 por el robo de tierra del bordos de contención para rellenar fraccionamientos que él mismo autorizó. De eso nadie habló. Porque lo pasado pasado.

El rol de preguntas y respuestas iniciaron, mientras representantes de los medios de comunicación esperaban ansiosos que La Borrega fuera más allá y diera la noticia de que denunciaría ante las fiscalía a los saqueadores del patrimonio de la JAD pero todo fue pura verborrea.

Reporteros de esta Casa Editora cuestionaron al nuevo gerente comercial, Emerico, que pretendía la gerencia general impuesto en el cargo por Ameriquillo el hijo del gobernador. Se le cuestionó sobre dónde había sacado la información de las condonaciones de 240 millones de pesos al año, pues ese dinero en efectivo nunca ingresó a las cajas registradoras y además que qué pensaba hacer para castigar el robo, pero se arrugó y dijo que ese tema era jurídico y que en nada le correspondía.

Al final de la conferencia, el alcalde fue abordado por el que esto escribe para cuestionar que si los empleados sindicalizados iban a ser despedidos y comentó:

“No ahorita no, vamos a ver el tema con el área jurídica con el congreso para ver la situación”.

—¿Cómo se podría resolver eso?

—La única es rescindir el contrato, liquidarlos-comentó el alcalde-.

—¿Se va a liquidar conforme a la ley?

—Claro, al 100 por ciento.

La información que dio a conocer el alcalde, como presidente del Consejo de Administración de la JAD, es la misma que ha venido manejando desde cuando los panistas se apoderaron de ella y él como máxima autoridad dentro del organismo nunca cuestionó por la vía legal y permitió por temor al entonces gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, este saqueo infame que ahora padecemos y que tiene entre la mierda a la ciudad aún así se está negando a denunciar ante la Fiscalía de Justicia del Estado a los ladrones.

La poca transparencia con que se ha manejado el organismo operador parece estar vigente con este cambio gerencial pues López Hernández ha sostenido que allí ya no deben de seguirse considerando las gerencias como cargos políticos, sin embargo, de todos es sabido que las dos diputadas: Sandra Gracia y Mireya González negociaron económicamente con él y con el gobierno morenista para lograr la mayoría en el Congreso a favor de Morena. A Mireya le pagan mensualmente por haber cedido la gerencia administrativa conquistada para Hilario, su padre y así el alcalde pudiera poner allí a uno de sus aliados, a Sergio Zermeño. A Mireya también le respetaron el puesto de su comadre la panista Belem Rosales. Por su parte a Sandra García le dieron vía Enrique Salinas la dirección de Recursos Materiales.

Si bien es cierto que ahora el control de la JAD lo tiene la alcaldía morenista a cargo de Mario López Hernández, también es cierto que el color, ya sea guinda o azul, nada tiene que ver con la honradez de los hombres y las mujeres.

Una vez terminada la conferencia que urgía suspenderse, reporteros y funcionarios salieron apretujados de la sala de juntas Pedro Sáenz, sin ninguna novedad. Todo seguirá igual, se fueron unos y llegaron otros. La transparencia en la JAD seguirá siendo un sueño. Matamoros necesita mínimo Mil 700 millones de pesos para reparar su red de drenaje sanitario y de agua potable.