Con la sospecha, de que desertaron del Ejército Nacional dos soldados por la […]
Con la sospecha, de que desertaron del Ejército Nacional dos soldados por la ejecución de los jóvenes de Nuevo Laredo, Tamaulipas, ingresaron cuatro de sus compañeros a la prisión del Campo Militar 1-A, aledaño a la sede de Sedena.
Acusados de desobediencia por la Fiscalía de Justicia Militar, los dos cabos y dos soldados, cuyas identidades fueron ocultadas, arribaron vía aérea a las instalaciones militares de la Ciudad de México, procedentes de Tamaulipas.
Fuentes castrenses informaron que los 4 militares ya pasaron lista y que más elementos que participaron en el ataque a los jóvenes registrado el 26 de febrero en la colonia Manuel Cavazos Lerma, de Nuevo Laredo son investigados.
Pero las fuentes castrenses sostienen una mentira de sus compañeros:
Los jóvenes acribillados Gustavo Pérez Beriles, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Alejandro Trujillo Rocha y Gustavo Ángel Suárez Castillo, ciudadano estadounidense, dieron positivo a la prueba de radizonato de sodio, lo que arrojó que tuvieron contacto con armas de fuego:
“Los jóvenes muertos durante el choque con elementos del Ejército, estaban ligados a células del crimen organizado. Entre ellos se encuentra Wilberto Mata Estrada, El Homboy, con antecedentes penales en San Antonio Texas y se desempeñaba como sicario, de allí la imagen con su cuerno de chivo y La Santa Muerte”.
Según investigaciones de inteligencia militar en Nuevo Laredo, el crimen organizado tiende a ocultar su armamento y equipo táctico en diversos puntos, para trasladarse de un lugar a otro y pasar desapercibidos a las autoridades.
La fuente castrense de alto rango reservandose su identidad, negó que dos militares desertaron en Tamaulipas y que participaron en el ataque a los jóvenes pero, si desconocemos la identidad de los acusados, cómo vamos a confiar que nadie escapó.
El capitán que tiene otros datos y los 16 elementos que se abstuvieron de disparar se encuentran en Nuevo Laredo y siguen trabajando, los otros cuatro efectivos están presos.
Según el Código de Justicia Militar, el que comete delito de desobediencia, “es el que no ejecuta o respeta una orden del superior, la modifica de propia autoridad o se extralimita al ejecutarla”, podría recibir de uno a dos años de cárcel según la gravedad de la misma.
“Artículo 303.- La desobediencia en actos del servicio será castigada con un año de prisión, excepto en los casos siguientes: I.- Cuando ocasione un mal grave que se castigará con dos años de prisión; II.- cuando fuere cometida en campaña, que se castigará con cinco años de prisión, y si resultare perjuicio a las operaciones militares, con diez años de prisión.
III. Cuando se efectúe frente al enemigo, marchando a encontrarlo, esperándolo a la defensiva, persiguiéndolo o durante la retirada, se impondrá pena de treinta a sesenta años de prisión”, detalla el Código.