Con el reciente triunfo del morenista Carlos Peña Ortiz, Makito, hijo de la alcaldesa panista de Reynosa Maki Esther Ortiz, fue evidente que la poca relación entre ella con los mandos del PAN en Tamaulipas se había quebrantado; ahora ya fue expulsada, pero Morena la espera con los brazos abiertos…
Con el reciente triunfo del morenista Carlos Peña Ortiz, Makito, hijo de la alcaldesa panista de Reynosa Maki Esther Ortiz, fue evidente que la poca relación entre ella con los mandos del PAN en Tamaulipas se había quebrantado; ahora ya fue expulsada, pero Morena la espera con los brazos abiertos…
La rebeldía de Maki fue el ingrediente principal para que Francisco Javier García Cabeza de Vaca, con su tiranía extrema ordenara buscar elementos para enchiquerarla. La relación se comenzó a dañar a principios del mandato, porque ella con los pantalones bien sostenidos se negó a alinearse al autoritarismo de Cabeza de Vaca.
Así empezaron los ataques mediáticos y eran orquestados desde la sala de Prensa de Comunicación Social de Gobierno del Estado, por la gavilla de Los Pacos: Paco Aragonés, Paco García y Francisco Javier García Cabeza de Vaca, mientras que la primera arremetida provenía de la Auditoría Superior del Estado para hurgar en sus cuentas públicas e impedir su reelección; pero todo falló, Maki se llevó el triunfo en 2018 con 114 mil, 339 votos.
Inconforme, Francisco Javier García Cabeza de Vaca ordenó en 2018 dar otro golpe contra Maki y su esposo Carlos Peña a quien la Fiscalía General del Estado le reventó los negocios en la zona de tolerancia de Reynosa y encontraron a menores de edad que eran prostituidas. Rápidamente, Maki y su esposo se ampararon para evadir ser capturados, ella por proteger los negocios de su esposo.
La evidente casería y ataques mediáticos orquestados desde Palacio de Gobierno Estatal, obligaron a Maki a aliarse a las huestes de Morena, quienes sentaban sus reales en Tamaulipas y compartían algo en común: la rivalidad con Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
En agosto de 2019, a Maki se le miró por primera vez acompañada de los morenistas, precisamente, en el informe del senador Américo Villareal, donde dijo a reporteros de Vertical que se sentía muy contenta:
“Muy bien con Américo tengo una amistad de más de 15 años, hemos trabajado mucho tiempo juntos, desde que yo era subsecretaria y él, tenía un puesto en el Estado en el tema de calidad en la cuestión de salud. Y pues seguimos trabajando ahora él como senador de Tamaulipas y yo como presidenta municipal, el acuerdo, el respeto, hace que haya beneficios Para Tamaulipas y Reynosa”.
—¿Y está muy contenta estar aquí en Tampico?
—Sí, sobre todo que hay muchos amigos aquí, como el presidente municipal y otros… amigos muy apreciados…
En agosto de 2020, el presidente López Obrador se reunió en Reynosa con Francisco Javier García Cabeza de Vaca y Maki a la cual frente al ejecutivo del Estado la afilió a Morena y tramitó su expulsión del PAN:
“Quiero nada más agradecer de manera especial, todo el apoyo de la presidenta municipal de Reynosa, Maki Esther Ortiz Domínguez, una extraordinaria servidora pública, muy buena presidenta municipal. Es un reconocimiento que le hacemos desde el Gobierno Federal por su apoyo y cooperación…”.
La alianza de Maki con los morenistas era evidente, por eso el gobernador, Francisco Javier García Cabeza de Vaca junto a sus empleados de la Cámara Local utilizaron a la Auditoría Superior del Estado, para revisar las cuentas públicas de la alcaldesa con la intención de no aprobarlas y eliminarla de un tajo.
Y es que la fuerza política, de ella, era amenazante para el proyecto de los hermanos García Cabeza de Vaca, pues se temía que luego de su reelección Maki buscara la gubernatura, trono virreinal que por herencia le pertenecía al senador panista Ismael García Cabeza de Vaca y que no iba a permitir que se lo arrebataran.
Al ver amenazado su futuro, el hermano del ejecutivo estatal personalmente orquestó una embestida contra Maki y le pidió a la diputada federal, Nohemí Alemán Hernández, atacar con palabrerías a la jefa de la comuna de Reynosa, pero la legisladora se negó y dio a conocer los hechos:
“Todo era tolerable, eh, mientras me permitían trabajar, mientras me dejaban desarrollar mi trabajo como legisladora, hasta que, ehhh… pues… quiero comentarles que mi relación de trabajo con el senador Ismael García Cabeza de Vaca, era estable y normal, en contadas ocasiones, eh… nos vimos para tratar algunos temas legislativos, pero… pues… hasta que recibí una instrucción que me dio de golpear políticamente a la primera autoridad de Reynosa; usando mi representación como diputada federal, sin fundamentos, sin argumentos, sin motivos, simplemente, pues ser la avanzada de sus desacuerdos políticos o de las diferencias que él tenía o tiene con la primera autoridad, a lo cual yo no permití que me usaran de esa forma…”.
Sin embargo, conforme se aproximaron los comicios de 2021 los ataques mediáticos se intensificaron. Ya para ese tiempo lo regidores del PAN en el cabildo de Reynosa: Diego Quezada Rodríguez, Erika Saldaña Muñoz, Claudia Pacheco Quintero, Blanca Gutiérrez Garza, Alejandro Ortiz Ornelas y Eduardo Flores, se habían revelado contra Maki, la denunciaron ante la Fiscalía Anticorrupción del Estado por mal manejo de los de recurso públicos, de lo que nada se le pudo comprobar.
Para ese tiempo en la General de Gobierno ya tenían información que la familia Peña Ortiz se había reunido con Mario Delgado para negociar la candidatura de Reynosa: el ungido era Carlos Peña Ortiz, Makito, hijo de la panista en rebelión.
Durante este tiempo, también la judicialización del proceso electoral en Tamaulipas estaba en su mero apogeo, los candidatos de Morena como Mario López, La Borrega, Adrián Oseguera se habían protegido con un amparo federal para frenar cualquier embate de la Fiscalía General del Estado que los pretendía encarcelar para frenar su proyecto político.
Por su parte Maki y su hijo Makito se blindaron contra la Gestapo de Francisco Javier García Cabeza de Vaca que buscaba no solo eliminar de la competencia a la familia Peña Ortiz sino meterlos directo al holocausto en Ciudad Victoria, también llamado el penal de Tamatán y así borrar del mapa a sus contrincantes morenistas.
Al sentir los embates, Maki se quejó antes los medios de comunicación sobre la persecución a la que era sometida:
“Sí fíjate que las hice, porque me dio miedo, me dio miedo, estar aquí en mi casa y empezar a ver que venían elementos de la policía ministerial armados, y que se paraban enfrente de mi casa y empezaban con unas cintas de medir a medir, yo no sé qué medían, y fue muy intimidante… y tuve mucho miedo… de mi familia, de mis vecinos, de todos nosotros, es increíble, que haya tanta opresión y tanto hostigamiento, sin respeto a las garantías individuales a los derechos humanos, de algo que no sé por qué me vienen a buscar aquí, sin ninguna orden, sin nada, entrando a una colonia privada, nada más porque son… o tienen poder hostigando y oprimiendo verdaderamente es muy, muy difícil estar viviendo esta situación tan violenta…”.
La persecución del gobernador fue frenada con el desafuero que el Gobierno Federal llevó a cabo en su contra por lo que a pesar de los intentos del clan de Cabeza de Vaca de eliminar a Maki y a su hijo Makito, nada pudieron hacer frente a su triunfo en los comicios del 6 de junio.
Al obtener el triunfo, Makito recibió las felicitaciones de su mamá por lo que días después el Cachorro Luis Cantú Galván líder del PAN estatal y mandadero de Cabeza de Vaca tomó la decisión de echarla del partido, hechos que hizo públicos la alcaldesa de Reynosa:
“En el PAN secuestrado de Tamaulipas, te expulsan porque felicitas y abrazas a tu hijo cuando gana una elección, solo porque es por otro partido! Por eso el PAN pierde y pierde elecciones! Por actitudes retrógradas cómo esta! Uff! Nuevamente te felicito mi amor!”.
Sin embargo, mientras el PAN la echaba de sus filas, Morena la espera con los brazos abiertos y con un lugar muy especial, cual personalmente López Obrador se lo otorgó con esa palabras aquella vez frente a Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
Indiscutiblemente, Maki destronó a la dinastía de los Cabeza de Vaca en Reynosa, les quitó la corona y se la colocó con la anuencia de Andrés Manuel López Obrador a su hijo Makito, y de paso ella quedó al frente de la contienda por la gubernatura de Tamaulipas, donde ya se maneja como candidata, sabiendo que Reynosa es la ciudad más grande del Estado.