Una desgarradora tragedia sacudió la ciudad de Nueva York este jueves 10 de […]
Una desgarradora tragedia sacudió la ciudad de Nueva York este jueves 10 de abril de 2025, cuando un helicóptero turístico Bell 206 se precipitó violentamente al río Hudson, a la altura del muelle 40 en Manhattan, dejando un saldo fatal de seis personas muertas. Entre las víctimas se encontraba una familia española de cinco integrantes, procedente de Cataluña, que había llegado apenas horas antes a la ciudad para iniciar sus vacaciones soñadas. El piloto de la aeronave, un joven estadounidense de 21 años, también perdió la vida en el siniestro.
La familia, compuesta por Agustín Escobar, un alto ejecutivo de Siemens España, su esposa Mercè Camprubí Montal y sus tres hijos menores de edad, de tan solo 4, 5 y 11 años, había contratado un paseo en helicóptero con la empresa New York Helicopters. La aeronave despegó desde el Downtown Manhattan Heliport y sobrevoló la Estatua de la Libertad antes de dirigirse hacia el norte, cuando repentinamente sufrió una falla catastrófica en pleno vuelo.
Testigos en la zona describieron escenas dantescas: “Escuchamos un estallido fortísimo, como una explosión, y vimos cómo una de las aspas del helicóptero salía despedida”, relató un turista canadiense. “La aeronave comenzó a girar sin control antes de desintegrarse en el aire y caer al río como un trapo mojado.” Las imágenes captadas por transeúntes muestran fragmentos del helicóptero flotando mientras los servicios de emergencia se apresuraban al lugar.
Pese a la rápida intervención del Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY), que desplegó embarcaciones, buzos y equipos de rescate en cuestión de minutos, todos los ocupantes fueron hallados sin signos vitales. Cuatro personas fueron declaradas muertas en el lugar, mientras que las otras dos fallecieron más tarde en el hospital. El dolor de los socorristas era evidente, especialmente al confirmar la presencia de niños entre los fallecidos.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) y la Administración Federal de Aviación (FAA) han abierto una investigación exhaustiva para determinar las causas del desastre. Las primeras hipótesis apuntan a una falla mecánica en el rotor principal. La comunidad española en Nueva York, consternada por el hecho, ha ofrecido apoyo al consulado, mientras el alcalde Eric Adams y la gobernadora Kathy Hochul han expresado públicamente sus condolencias y exigido una revisión rigurosa de los estándares de seguridad aérea en vuelos turísticos.