Era Fany una payasita con cara de alegría, pero por dentro tenía el alma rota: uno de sus bebés falleció al nacer, otro murió en febrero del corazón en Monterrey, su esposo también payaso la golpeaba y la última vez la destrozó, al defender a su hija de ocho años de edad, que nunca sufrió un rasguño.

Con su rutina artística y ocurrencias, Esthefani Fany Sánchez Sánchez, de 25 años de edad, era flaquita, menudita, de mirada inquieta, hacía reír a quien se la topara, se le veía actuando para ganar dinero en los camiones, en los cruceros, en las esquinas, en los parques allá en Altamira, Tamaulipas.

Pero un día, el gordo payaso Jesús Chuy Flores, su esposo, la volvió a atacar con furia, cuando le impidió que golpeara la niña de ambos, para luego escapar con dos de sus amigos rumbo a San Luis Potosí, en donde fue capturado, pero en solitario.

Usted podía ver a Fany derrochando alegría, ocultando en su corazón la muerte de su primer bebé, se tragaba las lágrimas cuando lo recordaba, pero era el motor que la impulsaba a seguir haciendo reír a la gente, con la esperanza de ya vendrían tiempos mejores.

Un día Fany conoció al gordo payaso Chuy en un crucero, los ojos de Jesús Flores y los de ella se encontraron, salieron estrellitas, ambos eran artistas de la calle, se sonrieron, había esa complicidad que da la independencia familiar.

Se casaron allá por 2014, era una pareja feliz, es que se amaban, pero con el paso del tiempo el payaso empezó a engordar y aunque Fany de su misma edad nada le decía, se volvió hosco, enojón, su carácter nada cambió, ni eso que llegó a su hogar una pequeñita para alegrarlos y decirles sin palabras:

“Vienen tiempo difíciles, pero ámense, formen un hogar más bonito que la gente común, porque ambos como payasos, nos dan alegría a todos”.

Al gordo payaso se le dificultaba obtener dinero, por eso optó por irse solo a las calles, mientras que Fany por su cuenta, intentaba a toda costa ayudar en todo, hasta la niña ya en la escuela, se hacía cargo de todo, que nada le faltara.

Se embarazó Fany en febrero, el bebito se llamaría Joshua, pero al nacer tenía un problema en el corazón, por lo que para salvarlo los enviaron a ambos al Seguro Social en Monterrey, Nuevo León, donde se hizo todo lo posible.

Recurrió Fany a las redes sociales, pidió oración y dinero para tratar de salvar a su pequeñito pero todo fue inútil, al morir los problemas familiares poco a poco empezaron a salir de control.

El gordo payaso en lugar de ayudarla, la culpaba de la muerte del pequeño, por eso todo empezó con un empujón, de un golpe pasó a otro más fuerte, Fany con maquillaje festivo disimulaba las huellas, hasta que luego prácticamente la pintura alegre permaneció en su cara.

El 14 de julio ingresó de urgencia Fany al hospital Rodolfo Torre Cantú, esta vez había ausencia de pintura, su cara y su cuerpo estaban magullados, solos Dios sabe cuántas patadas recibió, dijeron los paramédicos que la rescataron de su casa, inconsciente, con lo ojos cerrados.

Incluso, ni se sabía cuánto tiempo estuvo sola en su casa y su pequeñita en un rincón llorando, para la fiscalía de justicia era un caso más de violencia intrafamiliar.

El amanecer del 22 de julio Fany se fue con Dios, a reunirse con sus pequeñitos y fue cuando los ministeriales se entrevistaron con Leticia, la mamá de Fany, que acusó al gordo payaso Jesús.

Ely Sánchez en su muro de facebook publicó esa tarde:

“Ella es mi sobrina Fany con tan solo 25 años, Esthefani Sánchez Sánchez, falleció ayer (23 de julio), después de luchar 8 días por su vida y creo que por más tiempo, mujeres debemos ser más unidas y ayudarnos, a ella le arrebató la vida la persona que suponía debía amarla, su pareja”.

El mensaje de Ely sigue:

“No hay a aguantar golpes a la primera hay que decirlo, pero muchas veces tenemos vergüenza además a esta sociedad nos ha inculcado que debemos aguantar, poco a poco esta idea a cambiado!”.

Se lee su coraje:

“Sinceramente no puedo dejar de sentir dolor y coraje, es que imposible no tener rencor a la persona que le quitó la vida pero solo espero que la justicia tanto humana como divina no lo dejé descansar. Todo se paga; hoy solo quiero velarla y enterrarla y tenemos muchas trabas espero que se resuelvan.
Hasta en otra vida Fany descansa en paz! #timbrespostalesalcielo”.

El desamparo de Fany era tal que carecía de la credencial INE para votar, a pesar de tener testigos de identificación como su mamá, su tía y demás familiares, pero sin poder humano que tocara su corazón y lo omitiera por ésta vez.

Por eso la Fiscalía de Justicia en Tamaulipas, tardó dos días consecutivos en entregar el cuerpo de Fany; tuvo que arrodillarse prácticamente Leticia su mamá, para que el Ministerio Público se lo entregara con solo presentar el acta de nacimiento.

Lucia Alejandra Sánchez, manifestó que por días estuvieron batallando para que la fiscalía les entregará el cuerpo de su sobrina Fany para darle cristian sepultura:

“Doy las gracias, por las muestras de apoyo y aportaciones en efectivo y con lo que juntamos, ojalá y sea suficiente para solventar los gastos funerarios”.

Desde el 25 de julio en la noche, familiares y amigos de Fany se reunieron para velar su cuerpo en su domicilio familiar en la colonia Miramar de Altamira, la pequeñita, allí delante de todo le preguntó a su abuelita Leticia con esa delgadita voz infantil:

“¿Dónde está mi mamá?”

Si el gobierno humanista de Tamaulipas hubiese escuchado el frío silencio que se hizo y el llanto de los familiares de Fany la payasita, tal vez su corazón se suavizara y pagarían los gastos funerarios.

Los restos de Fany fueron sepultados en el panteón de Las Chacas de Ciudad Madero, donde descansará junto a sus dos bebitos, uno de ellos fallecido en febrero.

Pasaron los días y entonces Jesús, el gordo payaso fue detenido en Ciudad Valles el 9 de agosto, por oficiales de la Policía de Investigadora de San Luis Potosí, mediante orden de aprehensión por feminicidio.

Las redes sociales, se están incendiando, porque aseguran que el gordo payaso, fue capturado por la maña potosina y entregado a los investigadores de Tamaulipas, por eso se desconocen los detalles de la aprehensión.