Hace quince años hicimos un recorrido por la Ciudad de México en busca […]
Hace quince años hicimos un recorrido por la Ciudad de México en busca del Ídolo de las Multitudes Rigo Tovar, pues hasta Matamoros nos había llegado la información de que se había puesto muy grave y que convalecía en el hospital.
Julio Alberto Rubio de Revista Vertical y Julio Almanza Armas se convirtieron en investigadores para dar con el paradero de El Músico Chiflado. El plan era entregarle un reconocimiento a Rigo de parte del comercio organizado por todo el lustre que le dio con Mi Matamoros querido.
En la maraña de la capital un mediodía del 13 de marzo del 2005 dimos con su departamento ubicado en Saturnino Herrán y José María Velasco numero 136, ahí nos atendió Ángel Tovar Ángeles hijo de Rigo y de Leonor Ángeles ultima pareja del cantante.
Ellos amablemente nos mostraron el departamento, en la puerta de madera un rostro de Cristo como protección a la salud del grande de la música tropical, por dentro su estancia estaba tapizada de reconocimientos pero además muchos objetos de su uso personal, como zapatos de todos tipos, los que usaba en sus actuaciones, su cama con sus rezos en el respaldo, sus cajetillas de cigarros, su biblia, sus lentes Ray Ban, su arpa, su guitarra, sus bongos y hasta su perico al que Rigo llamaba de cariño Ernecio.
En la calle, lucia estacionado soberbio su elegante Grand Marquis gris, en el que a Rigo de vez en cuando lo sacaban de paseo o a comer lo que a el le gustaba: la birria, el cabrito y hasta las carnitas de puerco. Siempre Rigo tuvo a su mano el pasaporte, su ultimo pasaporte el que usó para las giras de trabajo por toda la Unión Americana donde lo aclamaban las multitudes, los fanáticos de toda la Unión Americana lo extrañaron desde su retiro a mediados de los noventas, pero su pasaporte estaba intacto listo para renovarse, allí quedó estampada su firma, como un autógrafo para el mundo y para todos sus seguidores.
A Rigo lo visitaban muy pocas personas, mas bien el ya no quería ver a nadie porque quería que la gente lo recordara como apareció en sus presentaciones, en sus películas, joven y alegre cantando y brincando en el escenario. La enfermedad lo hizo retirarse porque la imagen de un artista tan grande como el se había empañado por el vitíligo, un golpe muy fuerte para quien vive de los escenarios.
El Músico Chiflado, Rigo el Ídolo, amaba a su gente, amaba a su público, a su familia, y a los clubes de fanes , siempre los llevo en su corazón. A unas cuadras del departamento de Rigo esta el hospital Santa Coleta, hasta ahí después de recorrer su departamento llegamos enseguida, afuera se quedaron reporteros de Televisa , de TvAzteca y Tv y Novelas.
No quería ver a nadie pero doña Eva Martínez le dijo que había dos personas de Matamoros que querían platicar con él y Rigo ansioso de ver gente de su Matamoros querido les dijo que nos dejaran pasar. Ahí le entregamos el reconocimiento y le tomamos la última foto que dio vuelta en el mundo de la farándula.