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QUIEREN LAS MUJERES Y LOS NIÑOS EL SUEÑO AMERICANO, CUESTE LO QUE CUESTE…

Katherine Abigail Hernández - 11 mayo, 2023

En improvisadas embarcaciones playeras, en Matamoros, Tamaulipas, cientos de migrantes están cruzando el río Bravo hacia Brownsville, Texas, pero justo en el bordo de contención, los Marines de Estados Unidos de Norteamérica, instalaron kilómetros de vallas de alambres de púas, que protegidos por sobrevuelos de helicópteros, impiden el paso de cientos de indocumentados.

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En improvisadas embarcaciones playeras, en Matamoros, Tamaulipas, cientos de migrantes están cruzando el río Bravo hacia Brownsville, Texas, pero justo en el bordo de contención, los Marines de Estados Unidos de Norteamérica, instalaron kilómetros de vallas de alambres de púas, que protegidos por sobrevuelos de helicópteros, impiden el paso de cientos de indocumentados.

A horas de que termine el Título 42, Desesperados y con la incertidumbre a flor de piel, los migrantes desafían la vigilancia oficial en suelo mexicano, que aunque sin éxito el personal del Instituto Nacional de Migración (INM) solo observa diciéndoles que regresen, así como las medidas agresivas del gobierno de Texas que incluyen el desplazamiento de 10 mil agentes y sobrevuelos de dos helicópteros Black Hawk sobre el río Bravo:

“Ya nada más falta que le pongan electricidad al alambre, pero, no importa nos seguiremos pasando, es mejor eso que regresar a Venezuela a morirnos de hambre”, aseguró un Justo Medina, que pide no lo fichen con fotografías.

Los cruces son protagonizados en su mayoría por mujeres y niños que se internan en las traicioneras aguas del río Bravo para llegar a Brownsville a como Dios les de a entender, donde el gobernador de Texas, Gregg Abbot, ordenó también la instalación de alambre de púas en un intento desesperado para frenar la migración ilegal.

Este 11 de mayo a las cero horas, finalizó la aplicación del Título 42 en Estados Unidos, que permitía expulsar a migrantes indocumentados de forma rápida, en el marco de la pandemia de covid-19. La normativa que entrará en vigor a partir de este jueves será el Título 8.

El Título 8 tiene décadas de antigüedad. los migrantes enfrentarán consecuencias más graves por cruzar la frontera ilegalmente. Las personas que crucen la frontera sin solicitar asilo, primero serán expulsadas bajo esa autoridad del Título 8 (que actualmente los migrantes desconocen).

Estas medidas fueron mencionadas por el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos en un comunicado publicado en su página web el 1 de mayo:

“El Departamento de Seguridad Nacional (DHS siglas en inglés), se ha estado preparando para el fin de la orden de salud pública del Título 42, durante más de un año.

En el otoño de 2021, el DHS comenzó los esfuerzos de planificación de contingencia que incluyeron la creación de un plan operativo para hacer ejercicios de simulación continuos”, dice el comunicado (Lo que actualmente se ve en el Puente Nuevo Internacional).

En ese sentido, el DHS destaca que con el Título 8:

“Una persona que es expulsada, está sujeta a una prohibición de ir a Estados Unidos al menos por cinco años seguidos y puede enfrentar un proceso penal por cualquier intento posterior de cruzar la frontera ilegalmente. Las personas con órdenes finales de remoción serán removidas”.

Bajo el Título 8, los migrantes que ingresen de forma ilegal a Estados Unidos pueden ser arrestados y procesados para una deportación rápida.

Para detener el flujo migratorio hace más de 30 años, la Migra instaló un cable con electricidad en su territorio en pleno río Bravo, que cientos de migrantes, antes llamados braceros, murieron electrocutados (después lo quitaron), en cuya memoria emerge en Matamoros, un gigantesco monumento, llamado La Cruz del Migrante por la avenida Tamaulipas.

Pero a los migrantes nada les importa, siguen cruzando y los que no lo hacen a nado, desde el bordo de la avenida Tamaulipas, en Matamoros, lo hacen sobre balsas, albercas o colchones inflables, llegando a contabilizarse hasta 23 en el ir y venir desde la orilla mexicana a la texana.

En los cruces internacionales hay nerviosismo de que los 4 mil migrantes avecindados en el campamento traten de irrumpir, sin contar con los que llegaron desesperados hoy en la mañana, es por eso que dos veces al día el Puente Nuevo de Matamoros se cierra para que agentes del CBP (Custom and Border Protección) practiquen simulacros.

Si los migrantes hubieran escuchado el llanto aterrorizado de una niña de 9 años, con marcado temor de meterse a las traicioneras aguas del río Bravo, mientras su mamá la golpeaba para obligarla a sumergirse y cruzar a Brownsville, Texas, está situación cambiaría.

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