Por la presunta privación de la libertad, agresiones físicas y coartar la libertad de Expresión, el activista Manny Segura ex candidato de Movimiento Ciudadano a diputado local por Tampico, denunció a Joel Castillo Gerardo director de Comunicación Social de Comapa y asesor de imagen de Armando Martínez alcalde morenista de Altamira. Denuncia penal 265/2023 ante La Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción y Contra el Mal Uso de Funciones de Servidores Públicos de la (FGJE) de Tamaulipas.

Los hechos ocurrieron el 20 de Noviembre cuando el activista Manny Segura y un grupo de ciudadanos en pleno desfile en conmemoración de la Revolución Mexicana, con lonas en mano protestaron en la Plaza de Armas, donde se leía:

“Ya no queremos 3 años más de retroceso de Altamira… ¡No a la reelección!”.

Era una manifestación pacífica que exhibía la ineficacia y el nepotismo en el gobierno morenista de Armando Martínez, hasta que llegó un grupo de hombres a provocarlos arrebatándoles las cartulinas, uno de ellos fue directo a amenazar a Manny Segura, le pidió que bajara las lonas por diez minutos, le dijo que alguien quería hablar con él, mientras volteaba la mirada a donde se encontraba Joel Castillo que atento veía la agresión.

El grupo de manifestantes se resistió a las provocaciones, pero decidieron retirarse antes de que terminará el desfile y enfilaron camino a la Laguna del Champayan donde tenían estacionados sus vehículos; a cuatro cuadras de la plaza donde estaban, y hasta allá fueron seguidos a pie por los mismos hombres que les arrebataron sus manifiestos.

Ya en el estacionamiento, cuando apenas ponían la llave en la puerta para abrir sus coches, dos vehículos con vidrios polarizados se pararon sobre la avenida bloqueando la salida, y detrás a toda prisa, rechinando llanta llegó convoy de tres camionetas con los vidrios abajo, todos los venían arriba eran hombres, unos de gorra, otros lente oscuro y tatuados; en la primera camioneta una Silverado blanca venía Joel Castillo a quien todos seguían con la mirada en espera de una orden.

Apresurado Joel Castillo bajó de la Silverado y se fue directo con Manny Segura a quien le pidió subiera a la camioneta, quienes acompañaban a Manny se pusieron en medio de él y de Joel Castillo, mujeres valientes le gritaban a Manny que no se subiera a la camioneta, pero Joel Castillo insistía que quería hablar con él, Manny invitó a Joel Castillo a subir a su carro, ya arriba Joel Castillo lo amenazó:
“O te subes por la buena a la camioneta o te subes por la mala…ahorita mismo te desmadro tu pinche carro”.

Para no arriesgar a las personas que lo acompañaban Manny subió a la Silverado apenas puso un pie arriba y fue sometido tirado al piso boca abajo, y le pidieron que no levantara la mirada, apenas arrancó la Silverado con las dos camionetas atrás, espantada la gente empezó a hacer llamadas a políticos y amigos del activista Manny Segura:

-¡Levantaron a Manny!… -¡Levantaron a Manny!…

La alerta llegó a diputados del Congreso de Tamaulipas. Arriba de la camioneta entre Joel Castillo y otra persona empezaron a golpear a Manny, Joel Castillo lo empezó a interrogar:

-¿Quién te mandó a que hicieras tu pinche desmadre cabrón?…

Entre los sollozos del activista que estaba en el piso boca abajo, apenas se escuchaba:

—Nadie… nadie…

La respuesta enfureció a Joel Castillo que le soltó otro trancazo más fuerte, mientras lo amenazaba y le metía miedo:

-Entonces te las vas a comer toda tu solo… dale para la jaula (sic).

Fueron 50 minutos de tortura al activista Manny Segura arriba de la camioneta, lo trajeron “paseando” por las orillas de Altamira, lo liberaron en un paraje solitario, donde antes de bajar Joel Castillo le advirtió:

-Esto fue nomás una paseadita, si dices algo te va a ir peor, y ahora cada que quieras venir a Altamira, primero me vas a pedir permiso a mí para entrar.

En ese momento al activista Manny Segura por su mente pasaba su familia, pues imaginaba que jamás los volvería a ver… todo le respondía que sí a Joel Castillo para que ya no lo siguiera golpeando..

Con hacerle lo mismo de levantarlos Joel Castillo tiene amenazados a reporteros policíacos, periodistas y activistas, se hace pasar por un periodista honesto, es director del Portal de Noticias Red Metropolitana que extrañamente a nombre de su esposa Nora Alicia Escalante Domínguez factura fuertes sumas de dinero por el concepto de “publicidad” en los municipios de Tampico, de Ciudad Madero y de Altamira.

Hay un hecho que calo en lo más profundo entre el gremio de periodistas donde presuntamente por una nota que se publicó en Milenio Tamaulipas que incomodó a Joel Castillo, este para darle un escarmiento hincó al reportero policíaco Noel Vergara, a su esposa e hijos menores.

Como servidor público del gobierno morenista de Altamira, donde actúa al estilo del narco, Joel Castillo que anda en todas partes con el alcalde Armando Martínez ha logrado colarse en las visitas del presidente de República Andrés Manuel López Obrador, a quien saludó de mano. De igual forma como “asesor” del alcalde Armando Martínez sin acreditación Joel Castillo ha logrado entrar en las sesiones solemnes en el Congreso del Estado, burlando la seguridad del recinto y en días pasados en la inauguración del Museo de Tampico, en la cena de gala donde asistió el gobernador Américo Villarreal Anaya y empresarios honorables como Henry y Robert Fleishman, allí estaba Joel Castillo, se codeo y bebió vino tinto con ellos.

Al que esto escribe Joel Castillo también lo levantó, con gente que se hacía pasar por integrantes del Cártel del Golfo.

Hechos ocurridos el 20 de Marzo de 2020, mientras se transmitía en vivo un evento de Elizabeth Cruz, entonces coordinadora de Programas Federales en el sur de Tamaulipas, en el área verde de la Colonia Morelos, en Tampico.

Los malhechores a bordo de una Mazda blanca esperaron que el reportero terminará el envivo y camino a su carro le cerraron el paso, bajaron dos hombres y lo subieron a la fuerza en la parte trasera, entre los asientos tirado al piso, una botella de vidrio de cerveza Ultra vacía jugaba un su cara, un trapo negro viejo con el que habían lavado la camioneta un día anterior fue utilizado como capucha.

De Tampico, -“no te muevas o te disparo”- fue el traslado a Altamira, a un rancho cerca del Corredor Urbano, por la capucha no se veía nada, hincado en una bodega fue la tortura, hubo una foto del reportero golpeado con chaleco de prensa puesto: “te voy a quitar la pinche capucha para la foto, pero sierra los pinches ojos”. Todo era negro, entre los párpados que parecían estar pegados con resistol no pasó nada de luz.

De allí el traslado fue a otro rancho, cerca de Fraccionamiento Santa Elena en Altamira, por diez minutos me quitaron la venda de los ojos, al abrirlos Joel Castillo estaba enfrente, con otra persona con pasa montañas vestido todo de negro.

Fueron 7 horas privado de la libertad, camino a casa aún con la capucha puesta, Joel Castillo que iba en el mismo vehículo, se oía muy contento al tener la foto de la tortura del reportero en su poder.

La orden que me dieron es que no podía salir de la zona conurbada por un tiempo y que si requería hacerlo tenía que pedirle primero permiso a Joel Castillo.