Sin regresar como Presidente Municipal, Mario Alberto López Hernández, La Borrega, entregará un […]
Sin regresar como Presidente Municipal, Mario Alberto López Hernández, La Borrega, entregará un mando requebrajado al presidente municipal electo José Alberto Beto Granados Fávila, con tres regidores impedidos en su planilla por el Ietam.
Se trata de Alejandro Villafáñez Zamudio, actual segundo síndico, pero octavo regidor con Beto Granados, el famoso prócer de Morena, el que desgarraba las vestiduras en defensa de la honradez, puras palabras.
El maestro, Alejandro, no fue aprobada en sesión de cabildo su separación del cargo de 90 días como dice la ley electoral, fueron menos de 80, pero además, en todo ese tiempo, estuvo cobrando su cartocena, que se puede ver con su firma estampada en nómina.
El tres de junio, Alejandro, se presentó a trabajar, despachó en su oficina, lo que significaba que renunciaba a la regiduría con Beto Granados, pues al llegar, se ostentó como segundo síndico.
Todo comenzó cuando el presidentito, Rubén Sauceda Lumbreras, el cinco de junio mandó llamar a Guillermo Sánchez Garza, secretario del Ayuntamiento, que extendiera el nombramiento a Carlos Ballesteros, El Delfín de la Borrega para la alcaldía, para reinstalarlo en la Secretaría de Bienestar Social.
El presidentito municipal firmó el nombramiento, diciendo que La Borrega había pedido que recontrataran a Ballesteros, porque había presentado su renuncia y que regresarán a Saraí Martínez Dragustinovis a la dirección allí mismo en Sebien, porque solamente era la encargada de despacho.
Pero allí surgió la controversia porque Alejadro Villafáñez cobró como síndico con La Borrega a pesar de que estaba en la planilla de Beto Granados, por lo tanto, él mismo se inhabilitaba para el cargo, tenía menos de 90 días de separación y además siguió con su salario.
De esa manera el suplente, Héctor García Coronado (fue coordinador de Asunto Religiosos de Matamoros con La Borrega), será el nuevo regidor en lugar de Villafáñez.
En el caso de la Regiduría 10 de Beto Granados, Jorge Prisciliano Rentería Campos, actual funcionario solo se imposibilitó para ser otra vez edil, cobró, nunca renunció en sesión de Cabildo, pero aquí está sin problemas, porque su suplente sigue siendo su esposa, Elva Agustina Vigil Hernández.
Ambos llevan 12 años consecutivos en la regiduría, solo cambia el número y han sido constantes presidentes de la comisión de la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros, así como protectores de la Asociación de Bomberos y su famoso peso, que hasta la fecha nadie sabe nada.
Pero resulta que la regidora 11 con Beto Granados, se llama Karina Jazmín Ensignia Morales, es panista y ex Verde Ecologista, pero su esposa Ana Luisa Martínez Treviño, actual regidora, ni asiste a Presidencia, tampoco presentó su renuncia para contender para el cargo y sigue cobrando en presidencia, por tanto está imposibilitada.
La Borrega no puede regresar a la alcaldía, fue como cuando Américo Villarreal, presentó su renuncia como Senador y al ganar la gubernatura después de tanto lío contra El Truko, iba a regresar pero se lo impidieron, porque dejaría acéfalo el nombramiento.
Por eso La Borrega todavía mueve los hilos de Matamoros, usa como títere al presidentito Rubén Sauceda Lumbreras, que prometió jamás hacer un cambio, pero ahora se come sus palabras y tendrá que ir a asolearse a Las Higuerillas en el Día del Pescador, donde Beto Granados es el padrino de música.