El cabildo que apenas empieza y que encabeza el alcalde morenista José Alberto […]
El cabildo que apenas empieza y que encabeza el alcalde morenista José Alberto Granados Favila a la fecha no se ha ocupado en diagnosticar la magnitud del daño que administraciones anteriores ocasionaron a la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros (JAD) que está en quiebra y padece insuficiencia para reparar los ríos de aguas fecales que corren junto a los cordones de las banquetas y estancadas en los arroyos de las colonias populares frente a las viviendas.
Fue en 2013 cuando los panistas con el triunfo de Leticia Salazar Vázquez, tomaron por asalto este organismo operador, cuyo último gerente general emanado del PRI fue Gerardo Guerra Astudillo que le dejó el cargo a Guillermo Nieves, entonces impuesto por la jefa de la comuna y de allí empezó una nueva etapa de saqueo, donde Luis Alfredo Biasi, entonces Secretario Municipal de Desarrollo Social, se apoderó de las cajas recaudadores de las que a diario disponía, mandando personal ajeno para que recogiera la bolsa, animado por la promesa de que tenía que recuperar el monto millonario que había invertido en la campaña de su aliada.
En ese entonces algunas cargas de pagos de la Presidencia Municipal, como publicidad en medios de comunicación fue asignada a la Junta de Aguas y Drenaje, pero era tanto el desaseo con el que manejaban los recursos económicos que a múltiples proveedores los retenían bajo el pretexto de que las facturas estaban equivocadas o se les extraviaban, hasta que llegó el momento en que Nieves reventó, aunado a su negativa para servirle plenamente a Leticia Salazar y a Luis Alfredo Biasi pues prefirió ponerse de lado de los que eran sus enemigos políticos.
La pareja de moda en la Presidencia Municipal de Matamoros se había peleado con otra pareja, la de Carlos Chito García González y su esposa Ivett Bermea, y en esa división fue defenestrado Nieves, entonces Leticia y Biasi, el 13 de abril de 2016, nombraron José Luis El Flaco de la Garza, como gerente general, un funcionario de adorno, que aliado a ellos, no opondría ninguna objeción en hacer lo que se le indicara, pero como el nuevo gerente era poco conocedor de las finanzas, en esa área colocaron a Mario Hernández Piña, un experto, hermano de Rodolfo Simón, que ante la presión del cierre de la administración, al no poder dar respuesta a los pagos y ante el amago de los proveedores murió fulminante de un paro cardiaco.
A unos meses de que terminara el ejercicio de Leticia y Biasi, la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros estaba quebrada, gerentes con altos sueldos y compensaciones, pero además personal contratado con perfiles ajenos al ejercicio técnico debido a que ese organismo operador, en vísperas de nuevas elecciones locales, estaba siendo usado por el gobierno panista como centro de operaciones para promoción de redes electorales; el turno a la candidatura del PAN fue para Verónica Salazar, hermana de la alcaldesa; así fue como la empresa se llenó de personal que usaban el tiempo y los recursos del organismo para buscar votos azules, sin importar que la ciudad cada día se fuera convirtiendo en una fosa séptica.
En este punto el gobierno del estado estaba a cargo de Francisco García cabeza de Vaca, y él le había declarado la guerra a Leticia Salazar y a Luis Alfredo Biasi, a éste lo encarceló y fue Chito, quien le hablaba mal de él, pues el exitoso empresario era un estorbo para su proyecto de llegar a la alcaldía en el 2018, una vez que terminara la gestión de Jesús Chuchín de la Garza Díaz del Guante, que había recién derrotado a Verónica y estaría dos años como alcalde.
Con esta pretensión, una vez sometido el blandengue de Chuchín y con la persecución de Leticia y Biasi, Chito, con la anuencia del gobernador García Cabeza de Vaca, se apoderó de la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros, imponiendo en ese lugar el 19 de noviembre de 2016 al nefasto Guillermo Lash de la Fuente, un títere residente de Texas, al que él, desde la Secretaría de Estatal de Desarrollo Económico podía manejar a su antojo.
De esta manera todos los operadores políticos de Leticia Salazar fueron sacados del organismo operador del agua y en los cargos vacantes Lash nombró panistas que estuvieran dispuestos a trabajar en su campaña por la alcaldía para 2018, en esa negociación de cargos, los hermanos Jorge y Silvia La Chiva Almanza, allegados al equipo azul, lograron colocar a sus colaboradores y familiares pero con la consigna de trabajar en las colonias promoviendo a Carlos Chito García González para la Presidencia Municipal.
Bajo este objetivo el saqueó en ese organismo nunca paró, las plantas sin mantenimiento, las bombas descompuestas al igual que los socavones, las fugas de agua potable y los ríos de aguas negras se multiplicaron, en contraste los sueldos individuales de los gerentes encabezados por Lash rebasaban los doscientos mil pesos por mes, un abuso a todas luces pero nadie podía frenarlo, ni el alcalde priísta Jesús de la Garza Díaz del Guante, pues tenía temor de que al denunciar lo que estaba pasando en esa dependencia, lo descobijaran a él junto con su hijo Alejandro El Yaye de la Garza, que aliado con otro individuo conocido como Marcelo Sierra operaban en la Tesorería Municipal burlándose de los proveedores y haciendo ellos uso discrecional del erario.
El 2018 llegó y Chuchín de la Garza, estaba seguro que sería reelecto por el PRI, pero Chito sabiendo que tenía todo el apoyo del gobernador García Cabeza de Vaca, se sentía ya sentado en la silla de la Presidencia Municipal de Matamoros, más aún cuando desde la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros su empleado Guillermo Lash de la Fuente, le coordinaba toda la operación política con el dinero constante y sonante que entraba a las cajas recaudadoras y también con los recursos humanos: porque toda la empresa estaba llena de nepotismo sin mantenimiento y sin esperanza de reponer lo que se iba destruyendo porque el organismo operador del agua se había convertido en el financiador de las campañas políticas del PAN. La ciudad cada día apestaba mas a podredumbre.
Al arranque del proceso electoral pasó algo inesperado, pues se empezó a levantar la ola morenista y finalmente este partido designó a Mario Alberto López Hernández La Borrega, como candidato a la alcaldía de Matamoros y finalmente acabó derrotando a Chito y a Chuchín, y fue Baltazar Hinojosa Ochoa quien respaldó al morenista y dejó solo al del PRI, debido a las quejas en su contra de que las ganancias de la Presidencia Municipal no las repartía con justicia toda vez que entre Marcelo Sierra y su hijo El Yaye, se tomaban las decisiones pues en realidad eran ellos los que mandaban y no él.
Una vez ya en el poder como alcalde a La Borrega, que estuvo dos periodos en el cargo, le exigían pusiera un alto al saqueo en la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros, pero nada podía hacer porque todavía gobernaba García Cabeza de Vaca y el jefe de la comuna estaba bajo amenaza, incluso traía orden de aprehensión por lo que permanecía atado de manos ante las quejas del desbordamiento de aguas negras por todos los sectores de la ciudad.
Desde luego que la gerencia general de la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros debía permanecer en manos de Guillermo Lash de la fuente hasta las elecciones de 2021 porque en la segunda competencia a La Borrega ahora le tocaba de nuevo medirse con Ivett Bermea, la esposa de Chito, y así fue, y esta pareja de panistas volvió a perder, pero aun así el saqueo en el organismo operador seguía. Lash era inamovible porque el gobernador García Cabeza de Vaca así lo disponía.
Por fin el 15 de diciembre de 2021 se dio el cambio de gerente general en la JAD, tras 5 años despidieron a Guillermo Lash y desterraron a todos los que tuvieran que ver con los esposos Chito e Ivett, el control de la paramunicipal lo siguió teniendo el panismo pero ahora lo tomó Leticia Salazar por medio de Rodolfo Simón Hernández Piña uno se sus allegados, que fue despedido al año, el 6 de enero de 2023, cuando ya García Cabeza de Vaca había dejado de ser gobernador y había asumido ese cargo Américo Villarreal Anaya.
Ahora si, Matamoros a través del alcalde morenista Mario Alberto López Hernández La Borrega, volvía a tener el control de la Junta de Agua y Drenaje, por lo que se nombró a Marco Antonio Hernández Acosta, quien fuera el secretario de Desarrollo Urbano Municipal.
De esta manera al hacerse las primeras compulsas en el organismo, se detectó que en tiempos de los panistas mesualmente se estaban haciendo descuentos por año a usuarios del agua, empresarios sobre todo, por un total de 240 millones de pesos en promedio, lo que a palabras del mismo jefe la comuna eso llevó a la quiebra al organismo pues el dinero que se debía de usar para mantenimiento se fue en descuentos, sin embargo investigaciones periodísticas indican que en caso del gerente Lash, se documentó que compró un apartamento millonario en la Torre 360, con un costo millonario de igual forma otros gerentes más en el Fraccionamiento Río, siguieron su mal ejemplo, construyendo ostentosas residencias.
Una vez ya en posesión de la Junta de Aguas y la denuncia pública que hizo el alcalde morenista, el gerente Marco Antonio Hernández Acosta, se negó a denunciar ante la Fiscalía Anticorrupción el saqueo que hicieron los panistas que secuestraron este organismo, del que se calcula desviaron mil quinientos millones de pesos, en contraste el actual alcalde José Alberto Granados Favila, siendo diputado local y ante los fuertes calores decidió repartir agua potable en las colonias y fue denunciado por robo.
La denuncia la hizo Marco Antonio Hernández Acosta, pero gracias al fuero constitucional de Granados y a que el gobernador intervino personalmente para apoyarlo, se evitó que se le vinculara a proceso por sustraer agua de una supuesta toma clandestina que no rebasa los dos mil pesos, cuando a los que dejaron a la ciudad convertida en fosa séptica andan impunes, porque este gerente que tampoco entrega cuentas claras, que también ha usado el organismo para emplear a sus amigos y asignarse sueldos por demás nocivos para la comunidad, permanece bajo el mismo esquema administrativo de sus antecesores panistas.
La crisis por la que atraviesa la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros que tiene entre la inmundicia la ciudad, está muy lejos de resolverse, en primer término porque no hay una evaluación real del padecimiento analizado paso a paso por peritos especialistas en la materia, tampoco el gobierno municipal se ha preocupado por evaluar los daños y exponer soluciones.
Al alcalde José Alberto Granados Favila lo tiene engañado el gerente Marco Antonio Hernández Acosta, diciéndole que la fuga de drenaje que está en las calles se debe a unos 680 roturas de tuberías comúnmente conocidos como caídos, pero solo usando la lógica se deduce que si la ciudad tiene 500 colonias con drenaje, mínimo por cada una hay 10 roturas que sumarían en total 5 mil, y para resolver esta problemática que si no se atiende paralizará la ciudad en corto plazo y ocasionara grave epidemia de hepatititis, se tienen que utilizar recursos que superan los dos mil millones de pesos, casualmente el monto que saquearon los panistas a los que nadie quiere demandar, para que regresen al pueblo lo robado porque posiblemente los morenistas que están ahora…están haciendo lo mismo…