En Navolato, Sinaloa, Yesenia Pacheco Ramírez, nació y creció a una de las […]
En Navolato, Sinaloa, Yesenia Pacheco Ramírez, nació y creció a una de las mujeres más bellas del narcotráfico, rubia, de 1.78 de estatura, con unos labios sensuales que invitaban un beso, pero que sembró el terror entre Los Zetas de Tamaulipas.
Era tan sanguinaria, que gustaba de desollar a sus rivales y exhibirse en sus redes sociales sensualmente, que chupaba la sangre del filo de un machete, mientras su víctima yacía decapitada, así se ganó el apodo de La Güera Loca y fue jefa del grupo Las Hienas del Cartel del Golfo.
El que a hierro mata a hierro muere dice el dicho, La Güera Loca, primero fue exportada expresamente de Sinaloa para reforzar a El Cartel del Golfo por su manera de matar, era una orgía de sangre y su risa malévola, causaba pavor y así murió con parte de su grupo, esta es la historia.
Una investigación del Observatorio Colombiano del Crimen Organizado, publicada en 2020 por InSight Crime, expone que La Güera Loca, se convirtió en un símbolo de la violencia extrema en Tamaulipas, tras la división del Cartel del Golfo y Los Zetas.
Según la investigación, Yesenia se ganó el apodo de La Güera Loca por su “sanguinaria forma de torturar y asesinar a sus enemigos”.
El medio de comunicación redactó que La Güera Loca, su reputación se consolidó a partir de rumores y relatos, que circularon entre narcotráficantes, como en la opinión pública, alimentando el mito de una mujer capaz de cometer actos de extrema violencia en un entorno dominado por hombres.
De esa manera, los primeros años de La Güera Loca en el mundo del delito, permanecen en la sombra, aunque se sabe que su ingreso al Cartel del Golfo ocurrió en 2009, cuando se enamoró de un chico Tamaulipeco y se vino con él a Tamaulipas.
Así, el primer trabajo de La Güera Loca, fue el de Halcona, una función que consistía en vigilar los territorios controlados por el cartel y alertar sobre movimientos de rivales o fuerzas de seguridad.
En ese entonces existía una consigna entre el personal del Ejército Nacional Mexicano, de que cuando agarraran a un halcón, entre toda la tropa lo violaban, antes que matarlo y La Güera Loca, fue una de las primeras que se salvó, al correr por entre el monte y ocultarse.
Curtida con la violencia, La Güera Loca, comenzó a participar activamente en los enfrentamientos armados que el Cartel del Golfo, sostenía contra grupos rivales, especialmente Los Zetas.
Sus compañeros dentro de El Cartel del Golfo, notaron rápidamente la intensidad y la crueldad con la que ejecutaba a los enemigos, lo disfrutaba, sentía un placer incomprensible.
Según el Observatorio Colombiano del Crimen Organizado, sus compañeros sicarios y narcotraficantes consideraban inusual la violencia de La Güera Loca para asesinar a los enemigos.
A uno de Los Zetas capturados, La Guera Loca, le hizo creer que estaba enamorada, lo besó en la boca con desesperación, pero luego de su cintura, sacó un cuchillo para enterrarlo más de 50 veces, mientras reía a carcajadas llena de sangre, como una bruja en un aquelarre.
Uno de los rumores más persistentes sobre la sicaria Güera Loca, se relaciona con un acto de extrema violencia, se decía que había decapitado y desollado a uno de sus enemigos, que operaba en Tamaulipas.
El uso sistemático de la violencia le permitió escalar rápidamente en la jerarquía de la organización, la forma en la que trabajaba posibilitó su ascenso en la estructura, pues se convirtió en la líder de un grupo de sicarias al que formó llamado Las Hienas.
Aunque a Las Hienas también las conocían como Las Flacas, eran las encargadas de eliminar a Los Zetas, se dedicaban principalmente al secuestro y asesinato de quienes eran considerados amenazas para el Cartel del Golfo.
La Güera Loca, maquillada discretamente, se le transformaba el rostro cuando se llenaba de furia, sobre todo cuando controlaba pequeños grupos dedicados a la extorsión y la intimidación a los ciudadanos.
Por eso La Güera Loca con sus Hienas, pretendían demostrar que su rol en el narco dejaba de ser pasivo para entrar también al campo de la batalla, era el otro rostro del Cartel del Golfo.
Se hizo famosa La Güera Loca por su peculiar forma de asesinar a los rivales: los descuartizaba o los degollaba, a uno de Los Zetas, lo decapitó con un machete y luego con su cutter comenzó a arrancarle la piel de la cara:
-¡No jefita, no lo haga, déjelo -suplicó un sicario-.
-Ni madres, tiene que pagar -volteó la cabeza al responder, mientras continuaba cortando y estaba manchada de sangre de la cara-.
Su falta de sensibilidad y crueldad para matar La Güera Loca, fortaleció su lugar dentro de la organización criminal, lo que la llevó a convertirse en una de las primeras jefas de celulas delictivas integradas solamente por mujeres, quienes eran reclutadas para que trabajaran en el secuestro y asesinato de sus rivales.
No sólo sus compañeros a consideraron a La Güera Loca, una sicaria sumamente violenta, también las autoridades, quienes la colocaron en la lista de las más buscadas del país.
Sin embargo, Los Zetas la encontraron primero. El cuerpo de La Güera Loca, apareció en julio de 2014, había sido torturada y decapitada, cortada en pedacitos, quienes la estuvieron cazando hasta encontrarla y cobrar venganza.
Días antes de aparecer su cuerpo, La Güera Loca, había sido secuestrada junto con otras tres mujeres que trabajaban para El Cartel del Golfo.
En un sanguinario video que Los Zetas difundieron a través de redes sociales, se les ve a las cuatro, hincadas, algunas con el torso desnudo y con hombres apuntándoles con armas largas.
Fueron sometidos en un interrogatorio en el que dijeron sus nombres, confesaron pertenecer al Cartel del Golfo y también describieron la función que desempeñaban dentro de la organización.
En el interrogatorio algunas admitieron trabajar para José Guadalupe El Ostion, una de las mujeres dijo ser su nieta, otra aseguró que era halcona; mientras que La Güera Loca y una mujer mayor admitieron trabajar paraEl Comandante Gallo”, en Altamira, Tamaulipas. (Actualmente el video fue borrado).
Después, todas Las Hienas fueron decapitadas. La primera fue la mujer mayor, a quien le cortaron la cabeza con un hacha; a otra le cortaron primero la garganta y después de unos minutos también la decapitaron con la misma hacha.
A La Guera Loca le cortaron la garganta con un machete y la dejaron en esa situación por varios minutos desangrandose y después, también fue decapitada, su cuerpo descuartizado y después, abandonado por pedazos en un paraje al igual que los de sus tres compañeras.
Así decapitada, la cara de la cabeza de La Güera Loca, tenía un rictus de una risita malévola, apenas duró cinco años en Tamaulipas y nadie vino a identificarla, porque la guerra de las drogas continua.