Desde siempre Eduardo Abraham Lalo Gattás Báez, proyectó una imagen irreal, aparece como protector de su familia pero en la intimidad, golpeó tantas veces a su esposa Lucía Rodríguez, que cansada le levantó la carpeta de investigación, 482/2008, radicado en la Agencia Primera del Ministerio Público de Protección a la Familia en ese entonces a cargo de la Agente Ministerial, Beatriz Rico Vázquez.

Durante su candidatura por Morena, se vio envuelto en la mentira y la traición, las filtraciones del teléfono con Sergio Carmona El Rey del Huachicol, confirmaron que le depositó al hoy alcalde Lalo Gattás, durante su campaña, 1.7 millones de dólares via BNP Paribas.

Ya declaró Lalo Gattás en la Unidad de Inteligencia Financiera y Económica de Tamaulipas, en torno a cómo y de dónde obtuvo el dinero para comprar además de una camioneta Tahoe blindada del año, la casa que adquirió en Playa Miramar, cuyo testimonio se desconoce públicamente, pero ya sabe Américo Villarreal Anaya, Gobernador del Estado.

Desde el 1 de octubre de 2021 Lalo Gattás tomó posesión como Alcalde de Ciudad Victoria y de la alegría por sacudirse al PAN, pasaron al descontento, porque siguen sufriendo por la falta de servicios de recolección de basura, limpieza, seguridad y calles llenas de baches.

Las expresiones del hartazgo ciudadano son ventiladas en redes sociales, también se escuchan en los pasillos de los corrillos políticos, entre muchos lugares más.

La historia de violencia de Lalo Gattás redactada en la carpeta de investigación se lee:

“Me contestó chinga a tu madre y me da una patada en las piernas y yo agarro al niño, en ese momento Eduardo (Gattás) me agarró de los brazos y me jaló, yo ya traía al niño cargado, le dije que me iba a ir de la casa y me respondió que si hacía algo, que le iba a pasar algo a mi familia, a mis hermanos o a mis papás y que me iba a quitar a mis hijos, los iba a secuestrar y que no iba a volver a ver a mis hijos, en otras ocasiones me golpeó con el puño cerrado”.

Lucía Rodríguez, ahora presidenta del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF-Ciudad Victoria), denunció en 2008 que, soportó siete agresiones físicas y emocionales en su matrimonio con Lalo Gattás, en un lapso de dos años, hasta que decidió presentar la querella.

Fue el 12 de octubre del 2008 y se encuentran dentro del expediente 482/2008, radicado en la Agencia Primera del Ministerio Público de Protección a la Familia, cuando la víctima Lucía Rodríguez, tenía 20 años de edad.

Dos años antes se habían casado, desde ese tiempo sufrió según denunció, en una serie de agresiones que ocultó a su familia, pero que ya no pudo callar.

Desesperada Lucía narró:

“Quiero hacer mención que no es la primera vez que me agrede, ya que con esta son siete veces que me lo hace, ya que la primera vez fue en diciembre del año 2006, sin recordar la fecha exacta, ya que ese día discutimos porque él no me quería llevar a pasar la Navidad con mi familia, él me estrujó de los brazos y yo estaba embarazada de mi primer hijo”.

La segunda vez, fue ese diciembre un día antes de Año Nuevo, tampoco la quiso llevar con sus padres y allí le dio una guantada en el cuerpo.

La tercera ocasión fue en mayo del año 2007 cuando Lucía estaba en casa de su mamá, cuando Lalo Gattás la llamo para gritarle:

“Chinga tu madre. Te tienes que aguantar porque ya te casaste conmigo, tienes que estar conmigo, porque si no, no volverás a ver al bebé”.

La cuarta ocasión fue el 23 de diciembre del año 2007, tenía cinco meses de embarazo de su segundo bebé, ya que ese día la estrujó, la agarró de los brazos y le quitó el celular para que no pudiera comunicarse con su familia para pedir ayuda, se lo aventó por la cabeza pero al no atinarle se rompió contra la pared.

La quinta ocasión fue en junio de 2008:

“Me dio con el puño cerrado en una pierna y me dejó un moretón y la sexta ocasión fue en el mes de agosto de este año, también discutimos sin recordar el día exacto, pegándome de nueva cuenta en el brazo, dejándome un moretón ya que lo hizo con el puño cerrado y la última ocasión fue el día de hoy”.

A raíz de la denuncia la Agente del Ministerio Público giró oficios al DIF Victoria y a la Dirección de Servicios Periciales de la entonces Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas para atender el caso de violencia física contra Eduardo Lalo Gattás Báez.

Así, Lalo Gattás se presentó en la fiscalía, pero se abstuvo a rendir declaración, por así convenir a sus intereses:

“Es mi deseo abstenerme a declarar acogiéndome a los beneficios del artículo 20 constitucional”.

Le pidió perdón Lalo Gattás a su esposa Lucía, le juró que jamás le levantaría la mano, pero es una enfermedad que, sin tratamiento, dura una eternidad, por eso en las fotografías que le toman del DIF, fíjense la mirada que tiene.

Pero Lalo Gattás, de priísta cambió a Morena y con sus amistades pronto se encumbró, pues suele dar una cara afable, sencillo, pero todos saben de su doble cara.

Esa doble cara quedó al descubierto el 22 de noviembre de 2021, cuando en una barbería de San Pedro, Garza García, fue ejecutado Sergio Carmona Ángulo.

De pronto entraron dos hombres al establecimiento y sacaron sus potentes armas. Uno extendió los brazos empuñando la pistola y gritó amenazando a todos los asistentes, que no hicieran ningún movimiento.

El otro apuntó su arma y disparó contra Carmona. Ambos huyeron en un vehículo que afuera los esperaba con el motor encendido.
En menos de cinco minutos después llegó corriendo Perla Sharaza McDonald Sánchez, esposa de Carmona, que visitaba una joyería de esa exclusiva zona comercial, a unos pasos de la barbería.

Nada se pudo hacer tres balas acabaron con su existencia.

En torno a Carmona se desveló acusaciones de actividades criminales y la edificación de un imperio financiero cobijado por el poder político, que alcanzaba al menos a dos gobernadores de Tamaulipas, al panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca y al gobernador morenista electo, Américo Villarreal; a otros mandatarios morenistas y a diputados, alcaldes y altos funcionarios federales, entre ellos Lalo Gattás.

Desde su origen hasta su muerte, la historia de Sergio Carmona está salpicada de conjeturas. De complexion corpulenta, con botas vaqueras y cachucha, era pausado en su hablar, así Américo Villarreal, lo describió a El Mañana de Reynosa:

“Era cordial y amable”.

Los hermanos Julio César y Sergio Carmona no figuraban demasiado públicamente. Vivían en la colonia Colinas del Pedregal allá en Reynosa, Tamaulipas.

La Fiscalía General de la República, ubicaba a Sergio Carmona en el grupo del presidente municipal de Reynosa, el panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca (2005-2007), que había sido señalado, cuando era candidato a alcalde de Reynosa, de integrar a su equipo a un excomandante ligado al narcotraficante Miguel Ángel Félix Gallardo, sin saber los lazos con los morenistas tamaulipecos.

Ya en funciones, Cabeza de Vaca fue acusado de prestar instalaciones municipales al crimen organizado del Cártel del Golfo en ese entonces, para repartir juguetes un 6 de enero, aunque el propio ayuntamiento denunció los hechos y pidió investigación.

Por entonces, Sergio Carmona tenía entre 27 y 29 años. Había cursado estudios de abogacía en la Universidad Valle del Bravo de Reynosa (1999-02).

La familia perseguía desde entonces el éxito económico. Los cuatro integrantes de la misma fundan en 2008 la firma Angulo S. y Asesores, orientada al mercado de los seguros y pensiones.

Sergio tenía la cuenta de la empresa Pemex en Ciudad Madero, donde hacía la intermediación de pensiones con los trabajadores.

De acuerdo con una publicación de Reporte Índigo, Sergio Carmona mantenía contacto con el grupo de Cabeza de Vaca a través de Víctor Manuel Sáenz, que hasta 2019 fue jefe de la Oficina del ya gobernador tamaulipeco, con quien comenzó a hacer trabajos de construcción.

También tenía relación desde entonces con el cuñado de Cabeza de Vaca, José Ramón Gómez Leal, JR, actual senador.

En 2010, se le ubica a Sergio Carmona como huachicolero, por actividades de extracción ilegal, comercialización y tráfico de combustible de Pemex, que requiere redes de logística, transporte y cuadrillas de protección, además de acuerdos con grupos criminales en la región.

Sergio Carmona mantenía un perfil discreto. Su rostro público era el de un empresario exitoso. En junio de 2011 fundó la constructora Grupo Industrial Permat y en 2013 crea Consultoría Reymar (2013), dedicada al transporte en general y en especial de hidrocarburos.

Grupo Industrial Joser, dedicado a la distribución de equipo médico y medicinas, data de 1996, pero cobra éxito hasta la era de Sergio Carmona.

En 2016, Cabeza de Vaca regresa a Tamaulipas a hacer campaña como gobernador. Para entonces, Carmona ya era un próspero empresario conocido regionalmente que apoyó la candidatura del panista hasta que ganó.

En 2018, como fue públicamente difundido, Sergio Carmona apoya las campañas de Morena en Tamaulipas. Aparece en fotografías con camiseta guinda acompañando a candidatos de Morena.

Ya peleado con Cabeza de Vaca, Carmona apoyó con todo las campañas morenistas, obtiene su primera cuota federal, pues en diciembre de ese mismo año, el Administrador General de Aduanas, Ricardo Peralta, designa a Julio César Carmona (su hermano), como administrador de la Aduana de Reynosa.

Comenzaron entonces a correr versiones de que por la aduana se hacía tráfico ilegal de combustible, extraído ilegalmente de Pemex. Fue entonces cuando el FBI y el Departamento de Justicia de Texas, pusieron los ojos en los hermanos Carmona.

Pero su ascenso entre los grupos políticos morenistas parecía que no tendría fin. Sergio Carmona vivía las horas doradas. Sólo por mencionar a las empresas pioneras de su grupo Grupo Industrial Permat facturaba, de acuerdo con datos de Compranet, 290.8 millones de pesos con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, principalmente entre 2018.

Grupo Joser, 138.9 millones en venta de productos médicos, principalmente al IMSS del que luego dicen ni medicinas hay.

Pero además, se siguieron sumando empresas al grupo de Carmona: Grupo Permat (2011), Consultoría Reymar (2013), Grupo Garog, Cruz Cuadrada, Daarle Construcciones, Caref Vendor Exim Group, Servicios Industriales Cigsa, Agropecuaria Careg.

Pero fue en las elecciones de diputados locales, en 2019, cuando los recursos de Sergio Carmona fueron más evidentes en las campañas de Morena. De acuerdo con versiones de prensa, Carmona proporcionó vehículos, principalmente camionetas, y combustible, a candidatos y dirigentes morenistas.

Fue entonces cuando se filtró que Sergio Carmona y su hermano eran investigados por la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción y por la Fiscalía de la Unidad de Inteligencia Financiera del gobierno de Tamaulipas (donde ya declaró Lalo Gattás), por hechos relacionados con contrabando de hidrocarburos y extorsión a transportistas en inmediaciones de la frontera con los Estados Unidos.
Los apoyos de Carmona a las campañas de Morena se extendieron a 2021, en su mayoría con dotación de unidades de transporte.

Tras el asesinato, la políticos morenistas más cercanos a Sergio Carmona se desmarcaron de posibles relaciones con este, pero los vínculos eran demasiado conocidos. Los más evidentes eran con el hoy gobernador Américo Villarreal, el alcalde de Ciudad Victoria, Eduardo Gattás Báez; el diputado federal, Erasmo González Robledo y el alcalde de Ciudad Madero, Adrián Oseguera Kernion.

Osegura Kernion es un empresario constructor, nieto de Abel Oseguera, un exsenador por Tamaulipas en tiempos del general Lázaro Cárdenas. En 2018, cuando era candidato a la presidencia municipal, apareció información sobre sus propiedades en Texas:

Una residencia en Sharyland Plantation, en San Rafael Mission, Texas, donde también poseía una constructora. Él sólo admite ser asesor financiero de K.O. Concretos S.A., que fundó Altamira en 2008.

La filtración de un audio a la prensa detonó un conflicto entre Oseguera y Eduardo Lalo Gattás, alcalde de Ciudad Victoria. La grabación se presentaba como una conversación entre Gattás y Sergio Carmona.

En ella se escucha la voz del alcalde victorense:

“Amigo. Buenas tardes. Oye, fíjate que tengo un buen amigo en SEDENA y me están pasando ahí lo que vienen siendo el transporte para SEDENA, de diesel.

¿Con quién puedo ver de tu empresa el tema ese?”.

Tras el escándalo desatado por el audio, Gattás salió a defenderse.

Dijo que era un mensaje de voz de Whatsapp que databa de 2019, y que no lo había enviado a Carmona, sino al propio Adrián Oseguera, “por ser la única persona que conozco en Tamaulipas que tiene –reveló– transporte de camiones de diesel”.

Lo cierto es que en el equipo original de Oseguera Kernion abrió las puertas de la política morenista a un personaje singular, llamado Gastón Arriaga Lacorte, director de Prospera y Consejos Vecinales del ayuntamiento de Ciudad Madero.

Arriaga Lacorte era cercano al diputado federal Erasmo González Robledo, quien sí tenía relaciones claras con Sergio Carmona, al punto que usaba sin rubor las lujosas camionetas del Grupo Empresarial Permart, desdeñando públicamente las críticas.

El caso es que Arriaga Lacorte apareció en octubre de 2019 como candidato a Delegado del Distrito VII al Consejo Estatal de Morena, y ganó, por lo que se integró a ese cuerpo colegiado.

En diciembre de 2020, se difundió el video en el que Arriaga Lacorte apareció celebrando con música de mariachi como fondo, y gritando a todo pulmón: “¡Viva el Cártel del Golfo, putos!”.

Por entonces, el PRD presentó una denuncia de hechos ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción contra Sergio Carmona Angulo, Perla Sharaza McDonald Sánchez, Sergio Carmona Gómez, Julio César Carmona Angulo y quien resulte responsable por los delitos de defraudación fiscal y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
La acción legal del partido se basa en indagatorias de medios sobre la utilización de vehículos propiedad de Sergio Carmona para las labores del alcalde de Victoria, Eduardo Gattás, el diputado Erasmo González Robledo, y el dirigente nacional morenista, Mario Delgado Carrillo.

En 2021, la exalcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz, también morenista, se deslindó de un contrato otorgado, bajo su administración, a Grupo Industrial Permat, por parte de una dependencia del ayuntamiento.

Y en 2022, el diario Reforma documentó que ocho camionetas de lujo y blindadas, compradas por empresas de Carmona, habían sido usadas por los Alcaldes de Ciudad Victoria, Eduardo Gattás; de Río Bravo, Héctor Villegas (ahora Secretario General de Gobierno), y de Matamoros, Mario López Hernández, La Borrega, así como por el diputado federal Erasmo González.

Gattás espera junto con sus amigos Morenistas que la gente de Tamaulipas olvide y lo más pronto posible pues ya vienen las elecciones.

Pero a finales de febrero de 2022, el presidente municipal de Ciudad Victoria, Lalo Gattás Baez, fue citado por la Unidad de Inteligencia Financiera y Económica de Tamaulipas para declarar, demostrándose que la compra de la residencia en playa Miramar y la camioneta Tahoe se tienen que transpartar los recursos que tiene, porque existe la sospecha de haber recibido dinero de los negocios irregulares que tenía el empresario huachicolero, los hermanos Carmona Angulo, entre otros.

Nadie sabía nada de la relación de Lalo Gattás con los Carmona hasta que descubrieron que utilizaba la camioneta blindada que al parecer le regaló el ejecutado que, detonó una serie de investigaciones que luego descubrieron la compra de la casa en Miramar.

Pero a finales de mayo, Lalo Gattás, tuvo que ampararse para que la Fiscalía General de Justicia del Estado, desistiera de la detención por hacer operaciones con recursos de procedencia ilícita, luego de la compra de una residencia de playa en Madero, con valor de poco más de 11 millones de pesos.

Pero Gattás perdió el juicio de amparo y ahora estaría al borde de que la Fiscalía —que todavía responde a César El Truco Verástegui—, tendría todo listo para detenerlo y sólo estaría esperando el apoyo político de Américo Villarreal.

Pero este escenario no sólo impactaría en un político afiliado desde 2016 a Morena, sino que podría permitir la entrada de la Fiscalía del Estado —en manos del panismo de Cabeza de Vaca y César Verástegui— a investigar y perseguir a sus alcaldes como Gattás, Makito y La Borrega