Cumpliendo los protocolos sanitarios, la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) ha ido avanzando en sus estrategias para el retorno gradual de estudiantes a las aulas y laboratorios en las diferentes facultades, unidades académicas y escuelas.
Cumpliendo los protocolos sanitarios, la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) ha ido avanzando en sus estrategias para el retorno gradual de estudiantes a las aulas y laboratorios en las diferentes facultades, unidades académicas y escuelas.
En este contexto, la Unidad Académica de Trabajo Social y Ciencias para el Desarrollo Humano (UATSCDH) inició la actividad presencial con estudiantes de la Licenciatura en Nutrición, para las sesiones prácticas en materias como Antropometría, Gastronomía y Técnicas Culinarias.
Entrevistada al respecto, la directora de este plantel ubicado en el centro universitario de Victoria, la Dra. Guillermina de la Cruz Jiménez Godínez, informó que, luego de dos años de confinamiento debido a la pandemia por COVID-19, se reanudaron las actividades presenciales de manera gradual y voluntaria, atendiendo las indicaciones del Rector Guillermo Mendoza Cavazos.
“Iniciamos el retorno presencial voluntario y gradual, las actividades son de las materias que se relacionan con los laboratorios de la Licenciatura en Nutrición”, indicó.
Puntualizó que son más de 200 alumnos, que, de forma voluntaria y gradualmente, están asistiendo en forma rotativa a sus clases.
Refirió que, según las estimaciones de las autoridades universitarias y contando con el aval de las autoridades de Salud, se van a ir incorporando más estudiantes de los otros programas que oferta esta unidad académica, como son las carreras de Trabajo Social y Psicología.
“Pretendemos que a corto plazo se vayan incorporando más alumnos de los otros programas educativos en materias de prácticas, debido a que la práctica es fundamental para su formación profesional”, asentó.
Subrayó que, tal y como en otros planteles de la UAT, han estado regresando a clases presenciales los alumnos que requieren realizar sus prácticas en laboratorios, debido a que estas actividades son esenciales para la formación de los jóvenes.
“Son actividades que ya no podían posponerse, porque es mediante estas que los jóvenes van adquiriendo los conocimientos, que posteriormente en su profesión les van a permitir aplicar las habilidades y los valores, que los hacen mejores profesionales”, concluyó.