Director General: Julio Alberto Rubio Pérez

DE SER AMIGO DE OBAMA, A GEÑO LO QUIERE LA DEA Y EL FBI POR LAVARLE AL CARTEL…

Oscar TreviñoJr. - 26 agosto, 2023

Hace unos años, Eugenio Geño Hernández Flores, entonces gobernador de Tamaulipas era persona agradable y distinguida en la oficinas gubernamentales de Washington y Austin, Texas, hasta festejaban sus chistes.

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Hace unos años, Eugenio Geño Hernández Flores, entonces gobernador de Tamaulipas era persona agradable y distinguida en la oficinas gubernamentales de Washington y Austin, Texas, hasta festejaban sus chistes.

Incluso Geño aprobó el filtro de maravillosa persona del servicio secreto y estuvo en la cena VIP de 100 invitados con el entonces presidente Obama en México, hasta recibió reconocimiento público por el FBI y la DEA, pero ahora, desean llevarlo a la Corte Federal por lava-dólares.

Sucede que Geño fue acusado por el Gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, presuntamente por recibir sobornos del crimen organizado durante su mandato (2005-2010) y lavar ese dinero en el sur de Texas.

Hoy en día, la orden de aprehensión por el FBI y la DEA esta vigente y Geño acaba de salir de prisión en nuestro país, pese a que hay orden de extradición y fue aprobada por un juez federal, de los que Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, acusa de corruptos.

Terminó Geño su sexenio manchado por el terror del crimen organizado y el asesinato del candidato priísta a la gubernatura de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, cuando faltaban cinco días para las elecciones, por eso tomó el mando el sustituto Egidio Torre Cantú del PRI.

Justo en 2010 se apagó la estrella de Geño, los tamaulipecos lo empezaron a acusar de una presunta venta al narco, una fuerte ola de inseguridad y violencia pegó a Tamaulipas y los ojos de todo el mundo voltearon a ver.

Geño se fue a vivir a McAllen, en la fastuosa residencia en el Fraccionamiento Del Lago al sur de la ciudad, como magnate viajaba en helicóptero a los municipios donde tenía gira.

Al dejar el poder, Eugenio se fue a vivir a Quintana Roo donde gobernaba su amigo, Roberto Borge Ángulo, que lo protegió con una supuesta representación de delegado del PRI por todo el mar caribe.

Mientras Geño disfrutaba su nueva vida en la Riviera Maya, en Tamaulipas se le señalaba de haber sido parte del complot que llevó a la ejecución de Rodolfo Torre pero nunca comprobado, porque fue excluido de la investigación.

También, a Geño se le acusaba de ser indiferente a la violencia y el combate contra el crimen organizado y una deuda de más de 9 mil millones de pesos, de enriquecerse con sus amigos y familia con recursos públicos del Gobierno de Tamaulipas.

El 13 de enero del 2012 los nombres de los ex gobernadores priístas de Tamaulipas Eugenio Geño Hernández, Tomás Yarrington y Manuel Cavazos Lerma, fueron incluidos en una alerta girada por el gobierno federal panista a distintos aeropuertos mexicanos.

El oficio, bajo la referencia CGA/595/2012, fue firmado por el agente del ministerio público federal David Juárez Mora, los reportes de seguridad e inteligencia nacionales y extranjeros, los tres ex gobernadores de Tamaulipas habían sido incluidos en una averiguación previa desde el 2009 de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), adscrita a la PGR.

El documento exigía a los funcionarios aeroportuarios a dar aviso a las autoridades sobre el tránsito de los tres políticos priístas. Esto, puso en el ojo público a Geño y desapareció en un año en el que se definiría si su partido regresaba a Los Pinos con Enrique Peña Nieto.

Se fue Geño a vivir a España, durante los meses previos a la elección presidencial. En 2013 la SIEDO se desistió de ejercitar acción penal en su contra por los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada, junto con Manuel Cavazos Lerma, pero contra Tomás Yarrington, todo el peso de la ley en la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/012/2009.

En noviembre de 2013, Geño llegó al tercer informe de gobierno de Egidio Torre, pero lucía diferente, más delgado y pélo más largo, negando entrevistas.

Días después, Geño fue invitado a la exclusiva cena en el salón Barroco de San Angel Inn por los 25 años del despacho legal del reconocido abogado Juan Collado, donde estuvieron Carlos Salinas, Manlio Fabio Beltrones, Diego Fernández de Ceballos, Alfredo del Mazo, Rafael Macedo de la Concha, Rosario Robles, Roberto Madrazo, entre otros fifís.

En 2014, el diario San Antonio Express-News informó que Geño era buscado por la DEA por lavado de dinero en el sur de Texas y por haber aceptado sobornos de un cartel.

El diario citó una transcripción de la audiencia del empresario Guillermo Flores Cordero en la corte federal de Corpus Christi que fue abierta para ese diario texano.

“Se declaró culpable de un cargo de conspiración por lavado de dinero, ya que había hecho transferencias internacionales de dinero no autorizado (ilegal). Uso empresas fantasma para enviar dinero de México a cuentas bancarias en el Valle del Río Grande a nombre de terceros para ocultar de donde provenían los fondos”, dijo la durante el proceso la fiscal asistente Julie Hampton.

Entre los clientes de Flores, según la transcripción, estuvieron Eugenio Geño Hernández y miembros de su familia. Lo identificó DEA como receptor de sobornos de una organización criminal transnacional, a fin de que el cartel tuviera la capacidad de operar sin restricciones en Tamaulipas, en el tiempo en que fue gobernador.

Uno de los métodos para mover las ganancias ilícitas obtenidas en México por Geño y sus co-conspiradores en los Estados Unidos, fue un esquema de lavado de dinero diseñado por Guillermo Flores.

La fiscal remató con que entre 2009 y 2012, Guillermo Flores Cordero utilizó sociedades ficticias para triangular y ocultar 30 millones de dólares en los Estados Unidos para sus clientes entre ellos Geño y en la operación ganó 2.5 millones en comisiones.

Eugenio Geño Hernández se defendió en un comunicado:

“Yo estoy limpio”.

Desde el 18 de junio del 2015, Eugenio Geño Hernández y su cuñado Oscar Gómez Guerra son prófugos de la justicia de los Estados Unidos, cuando el fiscal Kenneth Magidson de Texas, reveló el encausamiento judicial C-14-178-S, porque ambos lavaban dinero con transacciones ilegales a partir del 1 de enero de 2008.

Entonces apuntala la acusación:

“Todo el dinero –unos 30 millones de dólares– que recibieron y manejaron Geño y su cuñado Oscar, les fue entregado por operadores de un Cartel que opera en Tamaulipas”.

Esto se lee en un correo electrónico de la fiscalía federal según lo publicó una nota de la revista Proceso:

“El dinero lo recibía Geño como pago por permitir que dicho Cartel operara con toda libertad en Tamaulipas para llevar a cabo sus actividades de tráfico de drogas, secuestros, venta de contrabando y tráfico de personas a Estados Unidos”.

En la acusación también se incluye una notificación por la confiscación de 4 propiedades, tres localizadas en McAllen y otra en Austin, Texas. Las propiedades confiscadas en McAllen a Hernández Flores están en el 4416 de la South H Street (ocupa dos lotes), en el 801 de la E. Francisca Avenue y la tercera en el 505 E. Uphall, que comprende lote y medio. El inmueble de Austin está en el 2001 de la calle Cueva de Oro.

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