El magnate y director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Elon Musk, encendió […]
El magnate y director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), Elon Musk, encendió las alarmas políticas al lanzar un fuerte reproche contra el presidente Donald Trump, afirmando sentirse decepcionado por el ambicioso proyecto de reforma fiscal impulsado por la Casa Blanca, al que calificó como riesgoso, contradictorio y peligroso para el equilibrio económico del país.
La relación entre dos de los hombres más poderosos de Estados Unidos parece resquebrajarse justo cuando más estabilidad necesita el gobierno, lo que anticipa nuevas tormentas políticas y más fuego cruzado en Washington.
Musk criticó este miércoles 28 de mayo, que el paquete de medidas fiscales aprobado recientemente por la Cámara de Representantes, compromete el trabajo que él mismo ha venido encabezando desde el DOGE, un organismo creado con la promesa de cortar gastos y optimizar recursos, pero que ahora parece quedar en entredicho con la nueva dirección que está tomando el gobierno.
“Francamente, me decepcionó ver el enorme proyecto de ley de gastos, que aumenta el déficit, no lo reduce”, declaró Musk en una entrevista exclusiva para CBS, cuyas primeras declaraciones ya han comenzado a generar tensiones al interior del círculo republicano.
Lejos de calmar las aguas, Trump respondió con indiferencia a los cuestionamientos de uno de sus antiguos aliados más visibles, restando importancia a las críticas y defendiendo su plan económico como un proyecto de ley grande y hermoso que, según él, necesitará aún más apoyo para salir adelante en el Congreso, donde cada voto cuenta y las divisiones internas son cada vez más evidentes.
Apenas la semana pasada, el gobierno de Trump logró sacar adelante este polémico proyecto con una ajustada votación de 215 contra 214, incluyendo la sorpresiva deserción de dos congresistas republicanos que votaron en contra, alineándose con los demócratas.
El plan, que ahora pasa al Senado, amplía los recortes fiscales aprobados en 2017, también incluye más exenciones para grandes contribuyentes, un aumento en el gasto militar y una inyección millonaria a su agresiva política migratoria, todo a costa de desviar fondos originalmente destinados a programas sociales y de salud pública.
Este nuevo giro en la política de Trump marca también un distanciamiento con Musk, quien había respaldado al presidente en su regreso a la Casa Blanca, pero que ahora comienza a tomar distancia, especialmente tras la polémica gestión del DOGE, entidad que en sus primeras semanas despidió a miles de empleados y congeló ayudas internacionales, generando fuertes críticas tanto dentro como fuera del país.