En tiempos de pandemia los cárteles del narco muestran su lado amable y […]
En tiempos de pandemia los cárteles del narco muestran su lado amable y se ponen del lado del pueblo solidarizándose con los más necesitados, en los barrios y colonias olvidadas del país.
Al final de la jornada, la delincuencia organizada también es parte del pueblo y ante la falta efectiva obligatoria del apoyo del gobierno hacia las clases más vulnerable, ellos como líderes sociales también salen a la calle, pero no para aprovecharse de la necesidad, sino a darle la mano a los más pobres.
Dejando así a un lado la dureza propia de su actividad, haciendo a un lado y saliendo a la calle con una sonrisa repartiendo despensas, repartiendo algo de lo que sus espinosos negocios les han dejado. Así ha ocurrido en Michoacán, en Tamaulipas y en Sinaloa, donde la gente agradecida sale de sus casas y recibe la ayuda, porque en esta temporada de crisis no hay diferencias; hay hermandad así es nuestro México, así la gente grande que guarda las armas y se pone la mano en el corazón para ayudar al que más lo necesita.
Esto contradice a aquellos de cuello blanco que catalogan como delincuentes a la gente que se dedica al narco, y que señalan de no tener buen corazón, pues ya vimos que lo tienen, y bien puesto, al grado que esto puede ser una muestra, de que pronto se pueda restablecer la paz en nuestro México.