El pasado 28 de junio, un violento enfrentamiento armado entre cárteles de drogas […]
El pasado 28 de junio, un violento enfrentamiento armado entre cárteles de drogas en el municipio de La Concordia, en el estado de Chiapas, México, dejó un saldo trágico de diecinueve personas fallecidas, entre las cuales se encuentran siete ciudadanos guatemaltecos. La noticia fue confirmada por la cancillería de Guatemala el viernes 5 de julio de 2024, destacando la dificultad para localizar a los familiares de los fallecidos hasta el momento.
Inicialmente, las autoridades mexicanas habían reportado cuatro guatemaltecos entre las víctimas. Sin embargo, tras un exhaustivo proceso de identificación, el Consulado General de Guatemala en Tuxtla, Gutiérrez confirmó que siete cuerpos pertenecían a ciudadanos de origen guatemalteco, todos ellos víctimas de este trágico suceso.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala ha iniciado los procedimientos para contactar y notificar a los familiares de los fallecidos, así como para brindar apoyo en el proceso de repatriación de los cuerpos. Hasta el momento, las autoridades guatemaltecas no han logrado establecer comunicación con los familiares de las víctimas, y tampoco se ha realizado el reclamo de los cuerpos por parte de los mismos, según informó el diario local Prensa Libre el mismo viernes.
Ante esta situación, el Minex de Guatemala ha anunciado que solicitará la colaboración de las autoridades municipales en Guatemala para localizar a las familias de las víctimas, debido a la falta de comunicación y reclamo por parte de los allegados.
Las autoridades mexicanas han identificado el enfrentamiento como una disputa entre el Cártel de Sinaloa, uno de los más poderosos del país, y otra banda criminal conocida como “Cártel de Chiapas y Guatemala“. Ambas organizaciones criminales buscan el control del narcotráfico en la frontera entre ambos países, una zona caracterizada por una presencia limitada de fuerzas de seguridad.
Este trágico incidente subraya los desafíos y riesgos asociados con la actividad criminal en la región fronteriza entre Guatemala y México, donde la violencia relacionada con el narcotráfico sigue cobrando vidas inocentes, incluyendo a ciudadanos de ambos países que a menudo se convierten en víctimas involuntarias de estas confrontaciones mortales.