Tranquilamente por la mañana, el maestro Mario Enrique Munive, Muma, le dio los […]
Tranquilamente por la mañana, el maestro Mario Enrique Munive, Muma, le dio los últimos detalles a La Catrina, acomodó su velo, la enjoyó, para luego asearse; y ya vestido acomodarla con mucho cuidado en su carro y se fue directo a la presidencia municipal, se estacionó y así, la cargó por media cuadra ante la vista de los sorprendidos ciudadanos que en el trayecto, les tomaron fotografías.
La cita con el alcalde José Alberto Beto Granados Fávila, para entregarle a La Catrina, se programó el 22 de octubre a medio día, porque en la noche da más miedo, pero así, vestida de guinda, con velo dorado, aretes, pulseras y su clásica bolsa, se vuelve amigable.
Apenas eran las 11:45 de la mañana y allí en la Casa del Pueblo, la gente se tomó video, imágenes, la escultura de La Catrina era como cualquier persona, solo que de hueso, sin hacer fila, fue colocada frente a la dirección de Prensa.
El alcalde Beto Granados en esos momentos, atendía a la panista Sandra Luz García, directora de Cultura municipal, a los marinos y militares, así como también a Yolanda Chavira, secretaria de Educación, Cultura y Deporte (Secude), para prepararse con el desfile del 1 de Noviembre en El Día de Muertos.
Mario Munive, Muma (al revés) maestro de Arte en la Universidad Tecnológica de Matamoros (UTM), junto con la comerciante Martha García Santoyo, ambos presidente y secretaria del Comité de Calle 9 esperaban al alcalde, en la primera planta.
Allí mismo frente a la escultura de La Catrina como testigo en Presidencia Municipal, el alcalde Beto Granados se comprometió a que La Calle 9 seguirá operando, pero enriqueciéndola con algunos cambios en el formato.
Allí mismo surgió el nombre de Aracely Barajas Longoria, coordinadora de Calle 9 entre comerciantes y la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo que actualmente dirige Enrique Fernando Salinas Garza, pero elegida por Mario Alberto López, La Borrega, exalcalde que se llevó todo, dejándolos en puro hueso.
Cuando Aracely Barajas entró a la coordinación en la Calle 9, Cobra Vida, de 168 comerciantes inscritos, actualmente sobreviven 59, porque ella nunca aceptó tener un reglamento de operatividad, a todas las propuestas de los emprendedores, les decía que su jefe Jorge Guerra Adame, se negaba.
Luego Aracely Barajas, salió con que a los artistas les pagaba con cenas, gasolina para sus vehículos, una mentira vil, porque el presentador del programa Jaime Márquez, era el que cobraba y repartía a los músicos que amenizaban, hasta repartía de su bolsa.
Por eso el alcalde, dijo que por lo pronto decidiría en breve, si la Calle 9 recusita el 1 de noviembre, o bien les dará permiso para que oferten sus artículos en la plaza prinicipal o en el Parque Olímpico en tanto resuelven la reprogramación del lugar que justamente se convirtió en centro para las familias locales y del Valle de Texas.
Allí, el alcalde Beto Granados se enteró que el talentoso maestro Muma, experto en artesanías, radicado en Matamoros desde hace ocho años, se ganó el reconocimiento de Américo Villarreal Anaya, gobernador de Tamaulipas, cuando en la UTM creó el altar con sus estudiantes, en memoria de su papá, el exgobernador Américo Villarreal Guerra, la puesta fue alucinante.
En sus tiempos libres, Muma se dedica a su pasión con la creación de Catrinas, una tradición que honra las raíces mexicanas y en especial el Día de Muertos porque una de sus obras está en el corazón del Museo Rigo Tovar.
El alcalde Beto Granados escuchó del maestro Muma que usa entre muchos materiales, el papel maché, cartón, pintura, resina para asegurar la durabilidad, piedras acrílicas, cadenas de fantasía y foami.
“Cada Catrina tiene su propio estilo y traje. Actualmente estoy terminando una Catrina Tehuana, inspirada en la cultura de mi tierra natal”.
Decidió el maestro Muma regalar una Catrina al alcalde de Matamoros, José Alberto Beto Granados. La escultura será destinada, para decorar la Presidencia Municipal, que la gente se tome imágenes y usarla en el desfile de Día de Muertos.