EDITORIAL La entrega de patrullas para Tránsito local de Matamoros, Tamaulipas, por el […]
EDITORIAL
La entrega de patrullas para Tránsito local de Matamoros, Tamaulipas, por el alcalde morenista José Alberto Granados, suena a incongruencia, pues apenas hace unas horas en su toma de protesta, dijo que los abusos de los agentes viales terminarían.
De ser así, para qué darles patrullas cuando la ciudad lo que necesita son camiones de limpieza pública, barredoras de calles o equipo para limpiar los parques y jardines que se encuentran en deplorables condiciones.
Simplemente en vez de invertir en patrullas que a nadie le van a servir y que sólo van a causar tentación a quienes las manejan para seguir con el robo y la extorsión, por qué mejor no comprar más asfalto y reparar todos esos miles de baches que hay en la ciudad, porque con cuatro cuadrillas que traen para lo único que va a servir es para que se tomen las fotos y digan que ya iniciaron un programa de bacheo.
José Alberto Granados, es muy joven, puede tener algo de inocente, pero este pueblo que ha sido saqueado y maltratado, sobajado, es sabio y a los pocos días ante los reclamos, el discurso de apertura de puertas abiertas de la Presidencia Municipal, de lo que mucho presumió, solamente quedará en buenos deseos, y si no lucha por estar cercano al pueblo, va a salir de la función pública como su antecesor, que se fue por la puerta trasera dejando una estela de amargura y decepción en el pueblo que confió en él.