Después que Oscar Chávez Alvarado, mató de 15 cuchilladas a su pareja María Concepción Conchis Galmiche Martínez, le dijo a su hijo Junior de 10 años de edad, que desesperadamente tocaba la puerta de su casa, “pásele, tu mamá te está hablando”, enseguida se fue corriendo.

Al ver a su mamita tirada en el piso llena de sangre, Junior le preguntó mientras la besaba y acariciaba:

“Mami, qué te hizo, mami…”

Con los ojos entre abiertos, Conchis vio a su pequeñito, abrió la boca para hablar, pero fue inútil, la vida se le fue mientras Junior estallaba en llanto.

Con su cuerpecito y ropa, bañado en sangre, salió de la casa corriendo por las escalaras gritando por ayuda, diciendo que su mamita tenía muchos agujeritos en el cuerpo y un adulto de inmediato, marcó al 911.

Si, la Fiscal de Distrito en Matamoros, Romeli Alvarado Martínez, el agente del Ministerio Público y la Policía de Investigación, conocieran el trauma de Junior, que desde diciembre de 2023, se despierta gritando, tal vez, ya hubieran capturado a Oscar Chávez, por el homicidio cometido con saña, como si fuera una bestia.

Recientemente, el abuelito de Junior y padre de Conchis, recibió una llamada por teléfono celular:

“Tu eres el siguiente”…

Por eso, Josefa Martínez Hernández, mamá de Conchis, atemorizada les dijo a los flojos elementos de la Policía Ministerial del Estado, pero recibió como respuesta:

“Ni se asuste doña, es gente que juega, sin qué hacer”.

Entonces, Junior, se pega a las piernas de su abuelita y en voz baja le dice:

“Guelita, el asesino si sabe que aquí vivimos”.

El 8 de diciembre de 2023, Cochis cumplió 33 años de edad en su casa, se dedicaba a recolectar nopales, que junto con su pareja Oscar vendían en trocitos, ellos tenían tiempo que se habían juntado y lo celebraron así, porque para los pobres escasea el dinero.

Vivían en la calle Ángeles y Serafines de la colonia Infonavit-Los Ángeles, porque la casa era de Oscar. Junior, era hijo de Conchis y la pareja de su mamá, su padrastro, peleaban y se reconciliaban como cualquier pareja.

Oscar le ayudaba vender nopales y también comerciaba elotes, alguna fue obrero, pero por su edad, en las maquiladoras dejaron de aceptarlo, por eso era su propio jefe.

El 9 de diciembre, un día después de su cumpleaños, su suegro, que lleva el mismo nombre de su hijo, Oscar Chávez, hizo un pollito asado con una caguamas allá en su casa y los invitaron, porque vivían muy cerca.

Cuando estaban en casa del suegro, Oscar Chávez le dijo a su pareja que se fueran para su casa, junto con Junior, pero la señora se negó a que el menor los acompañara:

-“Tu quedate aquí.”

-Déjalo que se venga con nosotros -insistió Oscar-.

-Tu te quedas.

Tanto Conchis como Oscar se fueron a su casa, mientras el pequeño se quedaba observando.

A los pocos minutos el pequeño, decidió ir a su casa, allá por la calle Ángeles, así que subió las escaleras porque vivían en la segunda planta, estuvo tocando pero nadie respondía, oyó que su mamá gritaba y golpeó asustado, con más fuerza la puerta.

De pronto se abrió la puerta y salió Oscar con la ropa ensangrentada, sus manos, se limpió la boca con el dorso de su brazo derecho, le dijo a sabiendas de que había matado a Conchis:

“Pásale cabrón, tu mamá te está hablando”, enseguida se fue corriendo…

Usted debió haberla visto algún día, Conchis vendía nopales allá por la colonia Infonavit-Los Ángeles, por los puentes gemelos, por esa parte de la ciudad.

Ese día, los elementos de la Policía Ministerial del Estado, llegaron al escenario del crimen, le pidieron calma los padres de Cochis, a doña Josefa le pidieron sus datos y quedaron que pronto la llamaría, era 9 de diciembre de 2023.

Doña Josefa fue a la Policía Ministerial del Estado y uno de los agentes le volvió a pedir confianza:

“Mire, Oscar el asesino, va a cometer un error y allí lo vamos a agarrar, pueden pasar 10 ó 20 años, pero va a cometer un error”…

Lastimada doña Josefa, allí mismo tranquilamente le respondió al altivo ministerial:

¿Usted cree que voy a espera 10 ó 20 años, yo no voy a esperar tanto tiempo, o qué cree que voy a esperar a que mi nieto sea un adulto?

-Bueno no se apure, nosotros le avisamos si tenemos algo.

Esa fue la respuesta de los ministeriales, sin corazón, así de fría, sin un solo sentimiento de solidaridad.

Por eso, desde el sábado 3 de febrero, desde las redes sociales, lanzaron la invitación para el día 9:

“Por favor familia, amigos de Matamoros compartan, tal vez ustedes no puedan ir apoyar pero a lo mejor alguien que miro su publicación pueda, no les toma solo un par de segundos compartir hagamos buen uso de Facebook … ayudemos a compartir para apoyar a una madre y aun hijo que piden justicia”.

Llegaron a la plaza principal, Josefa Martinez Hernández, madre de Conchis y su hermana Eva Yesenia Rodríguez Martínez, junto con otros familiares y amigos, exigieron justicia para María Concepción, llevando cartelones, mantas y la fotografía del homicida Oscar Chávez Alvarado.

Doña Josefa nos confió que Oscar no es el papá de Junior, pero desde el 9 de diciembre de 2023, su nietecito comenzó a tener pesadillas:

“El niño, pues nomás me pregunta por qué Oscar mató a su mamá, por qué la mató”…

Por un momento doña Josefa guardó silenció, ocultó las lágrimas, se mordió los labios para no derrumbarse, cuando recuerda la voz del pequeño:

“Guelita, yo quisiera que mi mamá me dijera, cuál fue el motivo para que la matara. Es que -se guardó el llanto-, es muy listo”.

-Perdone no puedo decir el nombre de mi nieto, esta malito sabe-

-Debe ser muy listo, ¿a qué escuela va?

-Esta en la escuela Melchor Ocampo, sabe señor, a veces no se ni qué contestarle, mi hijito, le digo, vamos a platicar de otra cosa, para distraerlo, pero por Dios, cómo le voy a decir, si yo tampoco sé.

Repuesta de las emociones, doña Josefa nos explica:

“Mi hija Conchis y Oscar peleaban, como cualquier pareja, cuando eso pasaba se venía conmigo, pero nunca pensé que fuera a llegar a matarla”.

-¿Cómo hace para tranquilizar al niño, porque debe ser muy duro?

-Se levanta llorando, o chilla en la madrugada, con cualquier ruido se asusta, se pone de nervios, empieza con el miedo, me dice:

-¿Guelita oiste?

-Si hijito, fue la perra, no pasa nada.

-Es que guelita, guelita, por allí puede andar el asesino, sabe que aquí vivímos…

Después de la protesta -preguntamos a Doña Josefa-, qué será lo que sigue:

“Invitamos al pueblo, a todos, estaremos el 12 de febrero, allá por el Puente Los Tomates (General Ignacio Zaragoza), desde las 08:00 horas, vamos a protestar porque queremos justicia, que agarren al asesino Oscar Chávez Alvarado.