En lo que es sin lugar a dudas un escenario incendiario, la administración […]
En lo que es sin lugar a dudas un escenario incendiario, la administración Trump tiene en la mira a la comunidad inmigrante de Los Ángeles, California; la segunda ciudad más poblada de los Estados Unidos.
Fundada el 4 de septiembre de 1781 bajo el nombre de “El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Angeles del Río Porciúncula”, fue territorio mexicano hasta la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848.
Irónicamente el campo de batalla de las protestas por la violentas redadas de ICE y otras agencias del orden federal y las organizaciones civiles; que defienden los derechos humanos y la dignidad de la comunidad inmigrante, se realiza a poca distancia de la Plaza Olvera en donde se ubica la cruz que marca la fundación del Pueblo de Los Ángeles y en donde se encuentra al igual el Instituto Cultural México, inmueble que albergó por décadas al Consulado General de México, sito en el 125 Paseo de la Plaza.
Así es como con el puño de hierro del presidente Donald Trump dentro de un guante de terciopelo se ordenó el envío de 2 mil elementos de la Guardia Nacional, para enfrentar a quienes el gobierno norteamericano califica como criminales.
Ante este embate del orden federal las autoridades Demócratas de California que encabeza el gobernador Gavin Newsom y la alcaldesa angelina Karen Bass han alzado la voz condenando lo que califican los inmigrantes como represión.
En realidad esta batalla va más allá del implementar las leyes migratorias, esta es una batalla política dirigida a mermar el capital Demócrata en California; las amenazas de ambos bandos no se han hecho esperar, mientras el gobernador Newsom y la alcaldesa Bass amagan con demandar judicialmente al gobierno federal, Washington a través del Zar de la Frontera les advierte que podrían ser arrestados.
Por su parte la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum Pardo hizo un llamado firme y respetuoso al gobierno estadounidense para que todos los procedimientos migratorios se realicen con apego al debido proceso en un marco de respeto a la dignidad humana y del estado de derecho.
Por su parte el canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente contabiliza al menos hasta ahora 42 ciudadanos mexicanos arrestados de los cuales 4 fueron deportados ipso facto, el resto fueron internados en los centros de detención en Santa Ana, San Bernardino y Calexico.
En tanto también se han reportado operativos contra inmigrantes en tierra texanas y en cortito en Brownsville las redadas de ICE están por todos lados: centros de trabajo del área de la construcción, bares, restaurantes; entre ellos el perteneciente al ex alcalde Tony Martínez.
Hasta dónde llegará Trump con su política anti inmigrante, donde la realidad es que la comunidad inmigrante en Los Angeles aporta 40 mil millones de dólares en impuestos.