Manifestantes encapuchados protestaron por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, éste 25 de […]
Manifestantes encapuchados protestaron por los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, éste 25 de septiembre con una inusitada violencia en las puertas del Campo Militar 1, en el estado de México.
Tumbaron los encapuchados, los portones de hierro de las instalaciones militares con un camión, que de reversa embistió la entrada entre los petardos que lanzaron en la concentración.
Los encapuchados exigían la entrega de las páginas de la Secretaría de la Defensa, que contienen información sobre los hechos registrados el 26 de septiembre de 2014 con los jóvenes estudiantes, víctimas de un crimen de Estado en el que estuvo involucrado el Ejército, según los últimos informes de los investigadores independientes.
A 24 horas del décimoprimer aniversario de la masacre en Iguala, Guerrero, las protestas estallaron para exigir el avance de las líneas de investigación sobre los estudiantes desaparecidos.
El colectivo de madres y padres de los jóvenes, así como grupos de manifestantes, se trasladaron a la capital para demandar como cada año información sobre el paradero de los cuerpos.
También piden la extradición de las personas implicadas en el caso, que huyeron al extranjero, transparencia sobre los datos de los teléfonos de los muchachos, que estuvieron activos días después del ataque y sobre todo, la entrega de los 800 folios del Ejército que monitorearon la zona del crimen la noche de la desaparición.
El grupo de investigadores independientes que lleva el caso (el GIEI) aseguró, antes de abandonar la tarea, que no se entregaron los documentos para completar la investigación.
Mientras la Ciudad de México se prepara para las marchas protegiendo monumentos, edificios y Palacio Nacional con vallas de metal, la furia se adelantó y reventó en la puerta del Campo Militar 1A.
Los familiares de los desaparecidos habían convocado allí el mítin para demandar avances en la investigación, sujetando las pancartas con el rostro de los estudiantes
Cerca de la una de la tarde, un grupo de encapuchados lanzó petardos por encima de la valla. Uno de los manifestantes llegó al lugar con un camión de mercancías con el que consiguió tumbar con tres impactos las puertas del complejo del Ejército.
Por la violencia, el vehículo quedó encajado en la entrada del lugar, entre los muros de cemento pintados con mensajes que leen “Ayotzinapa vive” y “Hasta encontrarlos, verdad y justicia”.
Los manifestantes lanzaron petardos al interior del vehículo, mientras avivaban una hoguera debajo del motor.
Finalmente, los explosivos estallaron y desataron las llamas en el interior del camión. Los bomberos acudieron al lugar para apagar el incendio a las puertas de las instalaciones castrenses.
Por el momento, no se han reportado heridos por los altercados.
Al salida de la última reunión que tuvieron con la presidenta, Claudia Sheinbaum, a principios de septiembre, los familiares de los normalistas no escondieron su decepción.
Sin avances en la investigación, pese a la metodología con una aproximación más científica que introdujo el nuevo fiscal al frente del caso, Mauricio Pazarán.
Sheinbaum también volvió a ser tajante sobre los 800 folios, que los investigadores independientes y los familiares le reclaman al Ejército e insistió en que toda la documentación que tenían ya ha sido entregada.