Director General: Julio Alberto Rubio Pérez

EJECUTÓ SANDRA AL VETERINARIO POR NEGARSE AL CHANTAJE DE CULPARSE EN LA MUERTE DE LA PERRITA MIA…

Oscar TreviñoJr. - 21 febrero, 2025

Mia era una yorkshire de ocho años que se atragantó con un hueso […]

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Mia era una yorkshire de ocho años que se atragantó con un hueso de res, sus dueños Sandra Jaime Castro y su esposo (el nombre se desconoce por el momento), reclamaron e intentaron chantajear al veterinario Héctor Hernández Cañas con 50 mil pesos o de lo contrario lo “quemarían” en redes sociales, pero ella se desesperó, lo acuchilló hasta matarlo y luego ambos huyeron.

Pasaron 17 días entre que Héctor Hernández Cañas anunció en su muro de Facebook, que temía por su vida, que recibió extorsiones, amenazas de muerte y que la presunta homicida, Sandra, publicó también en sus redes sociales, como negligente al veterinario.

En tanto Mia, ya había cruzado el arcoíris canino cuando el ocho de febrero, fue asesinado en su clínica veterinaria Faunaria en Santiago Teyahualco, en Tultepec, Estado de México.

Pero en respuesta, miles de médicos veterinarios zootecnista salieron a protestar y manifestarse en las calles de al menos 14 estados del país entre ellos Matamoros, Tamaulipas, el 18 de febrero para exigir que su caso sea irrepetible en una profesión, con frecuencia, hostigada y agredida.

Aunque la Fiscalía del Estado de México abrió una carpeta de investigación, nada se sabe de su contenido, pero el homicidio del médico Héctor llenó de rabia a casi todo el país.

Fue un 21 de enero cuando Sandra Jaime Castro describió la mala experiencia que había tenido en la veterinaria de Héctor Hernández, en un grupo de Facebook del municipio de Tultepec con más de 16 mil abonados:

“Dice ser veterinario (Héctor), con su comportamiento grosero, irresponsable y déspota, demuestra lo contrario. Ya que no tiene ninguna responsabilidad y compromiso con los animales”.

Relató por escrito muy molesta:

“Estando él (Héctor) como cabeza de esta veterinaria, todas las mascotas están vulnerables a una pésima atención o negligencia médica. Como evidencia de esto, les comparto la imagen de cómo me entregaron a mi perrita, mi compañera por ocho años”.

Luego, anexa unas fotografías de lo que parece ser su mascota Mia, dentro de una bolsa negra de basura.

El mensaje en redes sociales desató un pleito, en el que algunos comentarios anónimos reflejaban también la mala atención del veterinario y otros defendían su trabajo de años.

El médico veterinario, Héctor Hernández entró a dar su versión de lo que había ocurrido con la perrita y en su página de Facebook describió:

“Tengo 17 años trabajando con mascotas, me preocupa el impacto que pueden tener las redes sociales, para poder difundir información, que no tiene ningún fundamento”.

La perrita Mia se atragantó con un hueso pequeño que le dio su ama dictaminó el veterinario:

Mia presentaba una obstrucción en el esófago a la altura del diafragma. Los tutores decidieron por su cuenta, después del diagnóstico y hacer otros estudios fue operada para extraerlo”.

Fue ingresada Mia y superó la operación, después se le aplicó su fluidoterapia con medicamento y las maniobras correspondientes propedéuticas, se le retiró la vía intravenosa para darle una dieta blanda y no generar una complicación en la recuperación.

El veterinario Héctor redactó:

“Desafortunadamente, por el tiempo en el que tardaron (los amos de Mia) en decidir si realizábamos la cirugía, en la fase de recuperación, su mascota presentó una complicación durante la noche que la llevó a un paro cardiorrespiratorio”.

Así, el veterinario rechaza la idea de la negligencia de la clínica:

“No es por parte nuestra, la situación de exposición a este acto, es de los tutores, al dejar de responsable a una menor de su mascota, se comentó todas las situaciones que podrían presentarse durante y posterior del procedimiento de cirugía por su estado tan delicado de salud, estaban ustedes al tanto que en cualquier momento por su estado podría haber un deceso”.

La pelea se hizo viral, como a diario en otros casos en Facebook, pero un par de semanas después, el veterinario Héctor fue asesinado.

Se sabe de los autores del homicidio del veterinario, porque tenía instaladas cámaras de video, donde se ve a Sandra y su esposo discutir. Incluso en una de esas tomas se oye el chantaje:

“Si no quiere tener más pedos, que nos dé 50 mil pesos”, expresa claramente el hombre, esposo de Sandra.

—“Por mi perra”, reta la mujer:

“Y que me diga qué fue lo que pasó con mi perra, no quiero chorros, porque no voy a parar, voy a seguir, voy a seguir. No voy a hacerle daño físicamente a nadie, ni voy a venir a destruir nada, pero le voy a dar donde le duela, como a mí me dolió”.

Antes de irse, envalentonada expresó:

—“Que nos dé la cara, que tenga el valor, venimos a hablar pacíficamente, no de veras, ni lo vamos a golpear, ni lo vamos a mandar… nada”.

Unos días después, Héctor Hernández compartió unas imágenes en sus redes sociales, con unos cortes en la espalda y dijo que ya había sufrido “un atentado” contra su vida:

“No obstante, siguen incitando al repudio social repartiendo volantes para difamar mi carrera como médico”.

El 8 de febrero, una de las compañeras de Héctor Hernández, Rubí Flores, que había trabajado en Faunaria, comunicaba su deceso:

“No sabes cuánto me dueles, fuiste un gran ser humano, un excelente maestro, gracias por compartirnos siempre de tu conocimiento, por dejarnos saber todo lo que tú sabías, siempre te recordaré con mucho cariño y admiración por todo lo que hiciste, gracias por haberme dado los mejores momentos en la Faunaria, fuiste y serás de los mejores jefes que tuve”.

La muerte del veterinario originó una llamada a un paro nacional para el 19 de febrero. En Ciudad de México, más de 500 personas marcharon desde el palacio de Bellas Artes hasta el Senado de la República.

En los carteles se leía:

“El maltrato animal comienza en casa”, “todos tenemos una historia de violencia, acoso o difamación”, “si sobrevive es gracias a Dios, si no es culpa del médico”.

Las protestas se extendieron a distintos Estados del país como Chihuahua, Aguascalientes, Estado de México, Morelos y Jalisco en algunas ciudades de Tamaulipas. El lema se repetía:

“Ni un veterinario menos”.

En Matamoros, usted conoció lo que pasó en la protesta en la plaza principal, hicimos un envivo.

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