Luis ‘N’, alias El R8, jefe de seguridad de Aureliano Guzmán Loera, hermano […]
Luis ‘N’, alias El R8, jefe de seguridad de Aureliano Guzmán Loera, hermano del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, fue detenido en un operativo conjunto del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional. La detención ocurrió en el poblado El Durazno, confirmaron fuentes federales consultadas por Milenio.
El R8, quien forma parte del círculo de seguridad más cercano a Aureliano Guzmán Loera, conocido como El Guano, líder de la facción Gente del Guano (GDG) del Cártel del Pacífico, fue capturado junto con otros tres hombres. Las autoridades acusan a Luis ‘N’ de ser el principal generador de violencia en las zonas serranas de Chihuahua, Durango y Sinaloa, área conocida como el Triángulo Dorado.
Luis ‘N’ también está vinculado con el asesinato de varios hombres cuyos cuerpos fueron encontrados decapitados y con mensajes amenazantes. Además, se le relaciona con un intento de asesinato contra tres miembros del grupo criminal Los Chapitos, liderado por Iván Archivaldo, hijo de El Chapo Guzmán. En el momento de su captura, se aseguraron armas de fuego dentro de un vehículo, que junto con los detenidos fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la República (FGR).
En el último año, Aureliano Guzmán Loera ha sido objeto de numerosos operativos y acciones legales. En 2021, el gobierno de Estados Unidos ofreció una recompensa de hasta 5 millones de dólares por información que condujera a su captura, aunque hasta ahora no lo han logrado. Los otros tres detenidos y las personas abatidas, cuyas identidades aún se desconocen, también estarían vinculadas a la GDG.
Este no es el primer golpe que las fuerzas de seguridad asestan a la estructura de Aureliano Guzmán. En febrero de 2023, una operación de la Secretaría de la Defensa Nacional resultó en la detención de tres hombres armados y la incautación de un arsenal que incluía armas largas, un rifle Barret calibre 50, un lanzagranadas, granadas y municiones, además de equipo táctico marcado con las iniciales GDG.
Este incidente coincidió con una masiva sustracción de personas en Culiacán, lo que llevó a la opinión pública nacional a especular sobre una posible confrontación entre la facción de Los Chapitos y la Gente del Guano. Sin embargo, esta teoría fue desmentida posteriormente a través de mantas presuntamente colocadas en puntos estratégicos por el propio Iván Archivaldo Guzmán.
“Atención. No hay guerra en Sinaloa”, se leía en las mantas, explicando que la sustracción de personas se debió a represalias del cártel contra un grupo dedicado al robo a casa-habitación en el estado:
“Esto le va a pasar a todos los rateros de Sinaloa para que sientan lo que sienten las familias cuando se meten a robar sus casas e invadir su privacidad”, se leía.