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DESDE HACE 15 AÑOS, JUAN ANTONIO GUAJARDO DENUNCIÓ EL HUACHICOL, LA NARCOPOLÍTICA EN TAMAULIPAS Y LO MATARON…

Oscar TreviñoJr. - 30 noviembre, 2022

Hace 15 años Juan Antonio Guajardo Anzaldúa, candidato a Alcalde de Río Bravo, descubrió el huachicol en Tamaulipas de políticos […]

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Hace 15 años Juan Antonio Guajardo Anzaldúa, candidato a Alcalde de Río Bravo, descubrió el huachicol en Tamaulipas de políticos prianistas pero en la calle fue ejecutado junto con sus amigos el regidor electo, Enrique Guzmán Velázquez, el exaduanal Juan Carlos Moncada, el activista Jesús Mata García, sus escoltas Israel Sánchez y Gastón Miguel Oseguera.

Juan Daniel Carrancó Salazar, El Colosio, de Nuevo Laredo, Tamaulipas, encabezando a los gatilleros, desde una camioneta en marcha, negra, con vidrios ahumados, dispararon sus cuernos de chivo contra Juan Antonio, para luego huir a toda velocidad.

Años después, El Colosio dijo que los autores intelectuales de la ejecución de Juan Antonio, fueron los hermanos narcos de Reynosa, Miguel Ángel El Huevo y Omar Treviño Morales, aque lo premiaron como jefe de la maña en Cancún, Quintana Roo, donde lo capturaron.

Juan Antonio Guajardo Anzaldúa, era un político y empresario nativo de Reynosa, pero avecindado en Río Bravo, fue senador, diputado federal, dos veces presidente municipal y consideraba que en esta tercera vez, le hicieron chanchuy por eso protestó las elecciones de candidato por el PT, pero lo ejecutaron, aun su pueblo le llora al pie de la gran estatua que le esculpieron.

En 2007 las elecciones en Tamaulipas, fueron las más peligrosas para sus habitantes. A cinco semanas antes de la jornada electoral y justo en gira del entonces presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa, un cinco de octubre, se incautaron 12 toneladas de cocaína en Altamira.

En las incipientes redes sociales, comenzaron a circular fotografías, que valientemente Juan Antonio Guajardo había subido, se trataba de colaboradores del entonces gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba y presuntos integrantes del crimen organizado (hoy en día, esas fotos fueron borradas).

Llevaba meses Juan Antonio Guajardo, documentado lo que a su juicio eran los nexos entre funcionarios y el crimen organizado, por eso la evidencia le permitió afirmar:

“El Gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba (preso en Estados Unidos) era el brazo político del cartel en Tamaulipas”.

Por eso en las elecciones para Alcalde, Juan Antonio Guajardo, hacía las acusaciones tomando en cuenta que Tomás sentó en la gubernatura a Eugenio Hernández Flores (preso) periodo 2005-2010 y allí empezó a decir que circulaba combustible como la gasolina, que hacían pasar por otras mercancías.

El 6 de noviembre de ese 2007, Juan Antonio Guajardo, sufrió un primer atentado a balazos resultado ileso, por eso el Partido del Trabajo del que era el candidato, presentó una denuncia en la Procuraduría de Justicia en Tamaulipas (hoy Fiscalía) y pidió al INE que se anularan las elecciones, porque el narco estaba metido.

Se vino una oleada de declaraciones de todos los partidos rivales del PRI, porque muchos candidatos renunciaron por amenazas del crimen organizado, expusieron los diputados y senadores, pero nada pasó. En las avenidas, calles de las diferentes colonias, barata se vendía gasolina en greña, hasta se llevaba en garrafas.

El 11 de noviembre de ese 2007, la gente salió a votar pero pronto regresaron a sus hogares, relatan las viejas crónicas periodísticas, había temor porque las casillas eran vigiladas por gente de los llamados puntos.

El 25 de noviembre, los militares decomisaron 700 mil litros de gasolina, venta clandestina proveniente de la Cuenca de Burgos donde la chupaban, cuando justo era presidente de Reynoa, Tamaulipas, Francisco Javier García Cabeza de Vaca 2005-2007.

La subgerencia de Representaciones Regionales y Eventos Especiales de Pemex, por la gravedad del asunto emitió el boletín informativo 101/2007, enviándolo a los medios de comunicación impresos, pero dio marcha atrás.

Supuestamente en Pemex de Reynosa, recibieron una llamada telefónica amenazando con que les estallaría una bomba, si se publicaba el comunicado.

“¿Qué les dije?” -fue el único comentario que hizo Juan Antonio Guajardo-.

Dos días después, el 27 de noviembre, los elementos del Ejército Nacional Mexicano, decomisaron 120 mil litros de combustible -conocido como condensado de campo-, en un terreno baldío cerca del puente internacional Reynosa-Pharr. Ese día los soldados también decomisaron 30 autotanques y 18 autocamiones con gasolina.

Luego, la mañana del 29 de noviembre, Juan Antonio Guajardo, fue entrevistado por los periodistas en su cafetería La Rockola:

“En años anteriores, los que pagaban las campañas políticas eran los empresarios, la gente de dinero, eran ellos los que mandaban pero ahora, los que están pagando las campañas, son miembros del crimen organizado”.

Salió Juan Antonio Guajardo del restaurante con sus amigos Enrique, Gerardo, Jesús y los guardaespaldas Israel y Gastón, caminaban por la esquina de calle Aldama y Madero, circuló una camioneta, cuyos ocupantes dispararon sus ametralladoras.

Allí quedaron los cuerpos tendidos en medio de charcos de sangre, dos mujeres ajenas a los hechos resultaron heridas, lo mismo que un supuesto integrante de la Agencia Federal de Investigación (AFI), cuya identidad nunca se conoció.

El atentado conmocionó a la comunidad ríobravense y tanto sacudió a México, que el entonces presidente Felipe Calderón se pronunció públicamente condenando los hechos, como siempre hacen los políticos.

Era muy querido Juan Antonio Guajardo y respetado por un número muy importante de vecinos. Después, la gente acudió espontáneamente al lugar del multihomicidio, instalando
un gigantesco muro de madera en el que muchas mujeres dejaron la huella de besos con lápiz labial, de sus manos y numerosas veladoras.

Al velorio de Juan Antonio Guajardo, en la Casa de la Cultura (Ex Hacienda La Sauteña), acudieron como 18 mil personas que desfilaron para ver el cuerpo. Miles de vehículos lo despidieron de Río Bravo, cuando partió su cuerpo para ser sepultado en Reynosa.

La comunidad ríobravense se organizó para dedicarle un memorial en forma de escultura, que se colocó en la plazoleta de La Sauteña y que ahora se convirtió en un atractivo turístico, del que se cuenta la historia de Juan Antonio Guajardo.

Después de dos años, el 8 de agosto de 2009, los federales detuvieron a Juan Daniel Carrancó Salazar, El Colosio, por el homicidio de Juan Antonio Guajardo, amigos y guardaespaldas, donde nunca declararon testigos.

Con El Colosio, detuvieron a la contadora Silvia Zulema Hernández Contreras y su amiga Yonis Reyes López, de las que Juan Antonio Guajardo, ni conoció.

El Colosio declaró que actuó por órdenes de los hermanos Treviño, pero nunca sobre el motivo de la ejecución de Juan Antonio Guajardo. Los detenidos fueron puestos a disposición del agente del Ministerio Público de la Federación adscrito a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada.

Tanto El Colosio como sus amigas, fueron arraigados y después se les declaró como presuntos responsables de homicidio de Juan Antonio Guajardo y sus amigos.

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