Al reventar con artefacto explosivo las viviendas en Valle Hermoso la madrugada del viernes 22 de marzo 2024, en la redes sociales empezaron a culpar a la gente de Carlos Roel Collazo Rodríguez, Chuy Sierra, presunto jefe de la vieja escuela de Los Zetas, que aliado con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), hicieron la bomba manipulada a control remoto para calentar esa zona, causando mucho daño a inocentes: doña Goyita Bustos, murió; hiriendo a su hija Tere, a su nieta Sarita Mayté; José Hinojosa Salinas, de 44 años; Gael, de 5 años; Ana Laura Castro, de 30 años; Ariana de 5 meses y Michel, su gemelo.

Los informes de la milicia indican, que la onda expansiva que causó el artefacto, derrumbó cuatro casas, otras 37 presentan daños, así como más de 20 vehículos; además de sordera entre los vecinos más cercanos a la explosión, registrada en la calle Cedros y Ciprés de la Colonia Los Fresnos. A pesar de todo, la autoridad desconoce a los responsables, dando pie a la especulación mediática.

Después de siete días en que sucedieron los hechos, la gente tiene temor y problemas para conciliar el sueño. El hecho es considerado como un acto de terrorismo.

En la Mesa de Construcción de Coordinación para la Paz, lugar de reunión para tomar café con galletitas, ni les interesó conocer que algunos sicarios, ocupaban esa casa de seguridad en calle Cedros, donde guardaban equipo táctico y armamento, información que circula libremente por las redes sociales, incluso que allí llegaba a descansar el jefe presunto narco, Chuy Sierra.

Para tener un marco de referencia, en el año 2022, el grupo Guacamaya, hackeo documentos de Sedena, encontrando que el narco Chuy Sierra, era uno de los objetivos prioritarios del Ejército, porque dominaba el tráfico de drogas en San Fernando, Cruillas, Méndez, Burgos y San Carlos, pero su guarida estaba en Valle Hermoso.

En el informe se le señalaba a Chuy Sierra, como parte del Cártel de los Zetas Vieja Escuela (ZVE), pero luego se alió con la facción de Los Metros, aprovechando su influencia en la región de San Fernando, pero habría permitido el acceso del CJNG.

Chuy Sierra, se colocó en la lista de los más buscados en la zona fronteriza de Tamaulipas con Texas y repetimos, se supone que andaba huyendo.

Pero el 22 de marzo pasadas las 02:00 horas, tres individuos salieron corriendo de una casa en la calle Cedros y minutos después se registró el estallido.

Allí es donde se supone que el artefacto explosivo improvisado, que suelen ser fabricados con distintos diseños, diferentes mecanismos y tipos de explosivos, que para evitar que sean detectados, se les da una mimetización del lugar donde los colocaran, como caja de cartón, un ladrillo, un bloque, tubos, bolsas de basura, etcétera.

Accionaron el detonador eléctrico, porque queda a criterio el lugar de la imaginación del creador de la bomba casera, según dijeron los expertos en explosivos.

Doña Goyita, de 74 años, perdió la vida de manera instantánea en el lugar, puesto que enseguida de su casa fue la explosión, ya están fuera de peligro su hija Teresa y su nietecita Sarita Mayté, que todavía sigue llamándola:

“Guelita, guelita”.

Sarita está fuera de peligro como todos los heridos, su tía Silvia, se entristece, porque su sobrinita a la que pronto darán de alta, llora, quiere regresar a su casa, con su aguelita y se pregunta:

“La inocente ni sabe que ya no hay nada de casa, todo se perdió, se cayó, ni muebles ni nada, bueno, ni sus jueguetes, pero yo sigo diciendo que fue un milagro de Dios que se salvaran”.

Hasta ahora, el número no oficial de la explosión son 33 familias afectadas, aledañas a tres casas, en las que una se incendió.

Leonel Salazar flores y su esposa Diana lo perdieron todo, su pesadilla iniciaría como a las dos de la mañana, fue un tronido muy fuerte, ni tiempo le dio de gritar, sus ojos se abrieron entre escombros y bastante polvo de la construcción:

“Dios mio, mis bebés”.

Diana quiso moverse pero su brazo estaba adolorido, tal vez roto, algo le pegó en la cara y su ojo se hizo morado, estaba semicerrado, pero se movía lentamente en busca de sus gemelitos:

“Con el otro brazo intenté agarrarlos y protegerlos con mi cuerpo”.

Había escombros, tablas, encima de ellos, Diana quitó una y no recuerda más, alli internada en el Hospital General de Matamoros, a donde fue traslada junto con sus gemelitos, que como dice ella, fue un milagro, Dios los salvó.

Cuando llegó a su barrio Leonel, sintió miedo por la seguridad de su esposa Diana, sus gemelitos y su otro hijo más randecito, es empleado en turno nocturno, ya le había marcado por celular a su esposa Diana pero como nunca contestó, ya venía preocupado:

“Cuando llegué estaba oscuro el barrio y vi mi casa. Me sentí derrotado, sin mi familia al lado, pero llegó uno de mis vecinos y me dijo que mi mujer, los gemelitos y mi otro hijo Gael de 6 años, se los habían llevado al hospital”.

Diana y Leonel todavía traumados por lo sucedido, les están apoyando los vallehermosenses, como el alcalde Alberto Enrique Alanis, una señora altruista les prestó una casa en donde ya están juntos, menos una gemelita que permanece en pediatría, siguen dando gracias a Dios.

Los vecinos de donde se registró la explosión en calle Cedros, fueron trasladados a la iglesia San Ignacio de Loyola, porque en Valle Hermoso, nunca han construido un hospital de especialidades y como en este caso, cuando hay una tragedia, los trasladan a Matamoros, Tamaulipas.

Durante el día de ese 22 de marzo, Héctor Joel Villegas, Secretario General de Gobierno hizo un recorrido por la zona de la explosión, para conocer los detalles de la tragedia, a ninguna familia confortó, se mostró distante, algunos vecinos se le acercaron para explicarle de los narcos, pero rápido les dijo que notificaran a las fuerzas federales y se alejó.

Martín Arturo Rodríguez Alcocer, subsecretario de Atención Médica de la Secretaría de Salud en Tamaulipas, informó en el pobre hospital de Valle Hermoso, que ingresaron seis pacientes pero ya estaban estables, ni acertó con los nombres, solo describió el tipo de lesiones.

Dijo que los pacientes fueron atendidos en urgencias, servicios de cirugía y traumatología por el tipo de lesiones que presentaban, así como de pediatría ya que se registraron 3 menores lesionados y fueron dados de altos de alta otros tres.

Gael el niño de cinco años, tuvo una fractura no complicada del tercio medio de la tibia y peroné izquierdo, la cual fue estabilizada y reducida, horas después de las valoraciones fue dado de alta por mejoría, volvió a repetir lo que se sabía, en aras de “somos un gobierno humanista”, sin surtir despensas y lugar seguro para descansar.

En las redes sociales, se comenzó a ventilar que la gente del presunto narco Chuy Sierra, había tronado una bomba casera, por eso tres días después de la explosión que cimbro todo el país Jorge Cuéllar Montoya, vocero de Seguridad Pública de Tamaulipas dijo:

“No podemos adelantar, el reporte todavía no lo tenemos por la secrecía de las investigaciones. A veces por adelantarse se puede afectar este debido proceso y se pueden caer estas investigaciones y lo que se trata es de encontrar a los culpables”.

Lo cierto es que desconocen el tema, porque si fue una bomba casera o militar, en nada afecta la investigación contra los presuntos responsables.

En la mesa de Seguridad Regional para seguridad y paz en Tamaulipas, ni siquiera cuentan con brigadistas de la Unidad Interna de Protección Civil y personal de seguridad institucional, capacitados y actualizados en materia de prevención ante Amenazas con Artefactos Explosivos e Incendiarios.

Tampoco hay un plan de emergencia por amenaza con artefactos explosivos, incendiarios y correspondencia sospechosa.

Por eso en esa Mesa de Seguridad, se reúnen a tomar café cargadito Héctor Joel Villegas González, secretario de Gobierno de Tamaulipas; Sergio Hernando Chávez García, secretario de Seguridad Pública del Estado; el general Roberto Claudio del Rosal Ibarra, comandante de la Octava Zona Militar.

También asiste llevando galletitas Héctor Aldape Gallegos, comandante del 16 Regimiento de Caballería Motorizada; así como el panista Irving Barrios Mojica, fiscal general del Estado de Tamaulipas.

Allí se presentó Geovanny Alain Sánchez López, secretario técnico de la Mesa Estatal para la Construcción de la Paz, de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, nombre tan rimbombante que le dio flojera ir a Valle Hermoso. Acude a veces el General de brigada Elpidio Canales Rosas, comandante de la 48/a. zona militar; el General brigadier Adalberto Sergio Rojas Mira, Coordinador Estatal de la Guardia Nacional.

Así, entre todos ellos deberían hacer una cooperación con sus salarios, para restituir los bienes materiales de los ofendidos de Valle Hermoso, porque ni ayudan en nada, pero eso sí, les encanta les tomen fotografías, pero nada de declaraciones periodísticas y hasta se ofenden.