En Victoria y Reynosa puras excusas dio, pero nunca explicó dónde está el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, el primer panista de Tamaulipas, el gran ausente que no aparece más que en video conferencias.
En Victoria y Reynosa puras excusas dio, pero nunca explicó dónde está el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, el primer panista de Tamaulipas, el gran ausente que no aparece más que en video conferencias.
Al líder blanquiazul de nada le sirvieron los bríos desbocados de Luis El Cacharro Cantú y su enjundia atrás del micrófono, ni que se desgañitaba gritando consignas contra el Gobierno Federal, sentenciando que Tamaulipas se pintaría de azul el próximo 6 de Junio, porque como quiera la pregunta obligada fue el paradero del gobernador.
En plena capital del Estado, Marko Cortés fue arrinconado por los medios, no solo por la incógnita en el tema del gobernador, sino por la manera en la que fueron seleccionados candidatos como Pilar Gómez para contender por una alcaldía que apenas un año atrás le concedió el propio mandatario a través del congreso del Estado.
Ni los discursos triunfalistas del Cacharro, ni mucho menos los berridos ante sus simpatizantes paniaguados, evitaron que la Prensa en Tamaulipas, menospreciada por el Gobierno Estatal a través de sus operadores exportados de la ciudad de México, cuestionara al dirigente nacional del PAN, Marko Cortés y que se llevara un amargo sabor de boca.
Pero ni así supo el líder panista nacional, dar una explicación coherente acerca del paradero o localización del gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, el que sigue oculto ante el temor de que se le cumplimente una muy posible orden de aprehensión que pudieran librarle repentinamente.
En la capital del Estado, de plano Marko Cortés le cedió el micrófono al Cacharro Luis Cantú, prefirió hacerse a un lado ante su incapacidad y ante la pésima relación de Acción Nacional en Tamaulipas con los medios de comunicación, pues piensan que la publicidad pagada en las redes sociales va a tapar la realidad a la opinión pública.
Al salir como bandido, casi huyendo del salón de eventos en Reynosa, el líder panista fue abordado ya montado en la camioneta que lo llevaba, y donde viajaba como acompañante el anoréxico Luis Cantú.
Ante la pregunta de ¿Por qué no lo acompañaba el gobernador? Dijo que no podía andar en campaña de acuerdo a una resolución, sin embargo el acto era meramente partidista, no era un mitin abierto a la ciudadanía, solo que el dirigente nacional ya no admitió la secuencia de la entrevista, pues una de sus acompañantes particulares, desesperada quería retirar de inmediato al reportero.
No hubo más, el gobernador sigue visible solo para su gente de Gobierno, apareciendo en video conferencias editadas y gobernando a control remoto.