Infinidad de pochos, mexicanos, policías, detectives y gringos, hicieron famosa a la Taquería […]
Infinidad de pochos, mexicanos, policías, detectives y gringos, hicieron famosa a la Taquería El Mante en San Benito, Texas, pero esta vez el personal del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), que casi todos los días iba a comer, se colocaron sus chalecos antibalas, empuñaron sus armas, entraron al local y se llevaron a 10 empleados para deportarlos, a los que una vez les sirvieron en su mesa:
¡Traidores!, fueron recriminados por intensa mirada de los clientes y empleados, puesto que el local estaba lleno, atraídos siempre por la riqueza culinaria, que traspasaba por la carretera impregnando el ambiente con estupendos olores.
Con el corazón roto, Anita Quiñonez, propietaria de La Taquería El Mante, volvió a reabrir, despues de una redada del personal del ICE el 9 de junio, donde se llevaron a 10 de sus trabajadores mexicanos.
Para darnos una idea del local, hace 13 años abrió sus puertas, asombrando a la gente, incluyendo periodistas que disfrutaron esa es inauguración donde los platillos tenían el sabor netamente mexicano, picoso, pero agradable.
Así la gente comenzó a preferir esos deliciosos guisos, como el fideo con pollo y calabaza, caldo de pollo, el bistec con papas, el mole, picadillo, con letras pochas como chiken con chipotle, picadillo al mexican, pig ranchero o migas con egg.
La plantilla de servicio fue creciendo, porque los olores y el sabor mexicano se robaron el corazón de quienes acuden a Taquería El Mante, los mexicanos, encabezaron la legión de meseros, covineros, lava platos, aseadores.
A punto de estallar en llanto, Anita Quiñonez, recuerda:
“Se los juro en todos esos 13 años, ningún gringo, americano, pocho, ni texano, ni anglosajón, aplicó para ser mesero, o para el aseo del local, a veces llegaban para la cocina pero en menos de 72 horas renunciaban o ya no venían, por eso que hay puros mexicanos y son muy trabajadores”.
Era el medio día del 9 de junio, justamente cuando estaban sirviendo los chiles rellenos con arroz, frijoles, pequeñas porciones de lechuga y tomate, cuando varios vehículos del ICE, se estacionaron, bajando el personal tranquilamente acomodandose el chaleco antibalas.
Anita relata el terrible momento:
“Dijeron que venían por una persona, pero nunca mostraron ningún papel ni dijeron el nombre. Se metieron a la cocina, pero llevaron a ocho de nuestros empleados, pero a uno de ellos lo dejaron libre porque era ciudadano, aunque tenía la piel morena”.
Anita guardandose el llanto, aseguró que la redada fue injusta y que se llevaron a las personas equivocadas.
“Era pura gente trabajadora, ellos venían aquí para ayudar a sus familias. Es triste porque esto nos ha pegado económicamente y emocionalmente”.
Los ojos de Alyssa Estrada, una de las empleadas de La Taquería El Mante se tornaron vidriosos al tiempo que decía:
“Se llevaron a unos amigos y nos afecta, porque se llevaron a unos diez y ahora nos falta personal. Estuvimos dos días sin trabajar. Y sí, es una sensación desagradable, triste, eran nuestros amigos de muchos años”.
Así La Taquería El Mante, que antes operaba hasta las 10 de la noche, ahora cierra a las tres de la tarde, aunque los olores a comida rica, se mantienen en el ambiente, en tanto Alondra López, una clienta, dijo pero pidiendo que no le tomaran fotos:
“Es muy triste. La gente tiene miedo de salir a trabajar y eso afecta a negocios como este. Muchos están cerrando por temor a que les pase lo mismo”.
Anita reconoce que contrataba personas sin documentos, pero dice que lo hacía porque la gente que vive legalmente o ciudadano se niega a tomar esos trabajos, y que sin los inmigrantes, muchos negocios del Valle no sobreviven.
El 12 de junio reabrió su negocio, pero sin casi la mitad de su equipo original, situación que la lastima profundamente y todavía ni se reponen:
“Solo tenemos tres empleados, nadie se presenta a solicitar empleo”.