A Jesús Ángel de la Cruz Hernández, El Bistec, lo sentenciaron a 30 […]
A Jesús Ángel de la Cruz Hernández, El Bistec, lo sentenciaron a 30 años de prisión por matar de un garrotazo a su mamá Nicolasa de la Cruz en su casa en la colonia Ampliación Solidaridad, pero desde un inicio y durante el juicio, nunca se demostró que la descuartizó a machetazos como lo publicaron la mayoría de los medios de comunicación y redes sociales en Matamoros, Tamaulipas.
Ahora desde prisión en el Penal de Santa Adelaida, El Bistec, al que le cambiaron su apodo por El Asesino Fake, admitió que sí le dio un garrotazo en la cabeza a su mamá de 78 años de edad, pero nunca le enterró un cuchillo en el estómago para matarla, ni con un machete la descuartizó, como todavía se puede leer en una gran parte de los portales de las redes sociales.
Los elementos de la Comisaría General de Investigación, lo novatearon después del crimen, a El Bistec, de 30 años de edad, lo llevaron a declarar con el fiscal sin flagrancia de delito, le pagaron un cuarto de hotel con aire acondicionado, tres comidas diarias, lo que apeteciera, mientras un juez obsequiaba la orden de aprehensión y cuando salió, dizque lo llevaron a pasear al penal.
Para el juez panista Arturo Baltazar Calderón fue un caso muy claro de parricidio, ni siquiera tomó en cuenta que el acusado tenía una familia disfuncional, con serios problemas mentales, con bajísimo coeficiente intelectual.
En una casa del material, calle Francisco Carvajal 89, al frente vivía El Bistec si es que se podría decir así, porque estaba completamente llena de basura, de una altura de más de un metro, la casa posterior también estaba llena de desperdicios, en la cama apenas podía acostarse doña Nicolasa, porque estaba invadida de mugre, hasta había una tapa de huevo.
Los dos hermanos mayores, dejaron a doña Nicolasa al cuidado de El Bistec, del que sabían que estaba afectado de sus facultades mentales y que ocasionalmente, les llevaban dinero para su manutención, pues hacían trabajos de todo.
El 7 de mayo, El Bistec, se enojó porque su mamá doña Nicolasa lo regañó y para callarle la boca le dio un leñazo en la frente, se desconoce cuánto tardó en darse cuenta que la había matado, el caso es que la metió sin vida en una de las bolsas negras grandes de basura, que había dentro de su casa y allí la dejó.
Así, El Bistec la mantuvo en su casa pero tardaba en decidirse a dónde tirar el cuerpo, el caso es que los días avanzaron, pero en pleno Día de las Madres, salió para elegir el lugar, justo cuando llegó uno de sus hermanos para darle sus abrazo.
Como hacía mucho calor, lo primero que identificó fue los fétidos olores, pero era porque en todo el cuarto había basura, pero se dio cuenta que de una de las bolsas negras salía parte de una mano y al destaparla era su mamá.
Por eso salió de la casa a pedir ayuda, pero minutos después llegó el otro hijo de doña Nicolasa y vio, cuando también salía para pedir ayuda, llegó la policía y trascendió de un homicidio en pleno Día de las Madres.
Allí fue cuando hicieron transmisiones en vivo, diciendo que a doña Nicolasa su hijo la había matado con un cuchillo, luego tomaron fotos de un machete, que estaba limpio, sin manchas de sangre en un rincón y dijeron que allí la habían descuartizado.
Cuando los peritos movieron la bolsa de plástico para transportarla al anfiteatro, salieron los líquidos putrefactos del cuerpo y los periodistas de los medios de comunicación, resaltaron que eran los cachos del cuerpo descuartizado.
Debido a que estaba viciada la información, la investigación y la intervención amañada de los policías investigadores, presionaron al fiscal panista del caso Pablo Madrid, para exigir el proceso a puerta cerrada.
El Bistec fue llevado al reclusorio del ejido Santa Adelaida, pero alguien dio el soplo a los reos de las condiciones del caso, por eso comenzaron a apodarlo El Asesino Fake, es decir si mató, pero nunca descuartizó.
Los morenistas defensores de oficio de los tribunales, se opusieron a un juicio cerrado, bajo el argumento que era innecesario, porque de esa manera podrían demostrar las serias y graves anomalías dentro del poder judicial en las que incurren los panistas.
Ahora, después de la sentencia, El Asesino Fake, o El Bistec Jesús Ángel, los defensores de oficio, le están explicando que puede proceder jurídicamente y con ese dinero, sobrevivir en el reclusorio.
Sin embargo, el juez panista Arturo Baltazar Calderón, desestimó todo y prefirió una justicia así como antes, llena de vicios, nada que ver con el espíritu del nuevo sistema de justicia penal.