Con su charola cargada de empanadas, María Antonia Reyes Guerrero, esperaba en los pasillo de Presidencia a la regidora Minerva Mata Trejo, para agradecerle que haya intervenido por su hijo Humberto Mora Reyes un joven con discapacidad en su extremidades, que fue despido del municipio y reincorporado gracias a la intervención de la morenista…
Con su charola cargada de empanadas, María Antonia Reyes Guerrero, esperaba en los pasillo de Presidencia a la regidora Minerva Mata Trejo, para agradecerle que haya intervenido por su hijo Humberto Mora Reyes un joven con discapacidad en su extremidades, que fue despido del municipio y reincorporado gracias a la intervención de la morenista…
Según María, decidió ir esa mañana, decidió ir en busca de Minerva, para ofrecerle su apoyo, pues en los últimos días ha visto una guerra sucia en su contra, ya que la edil fue señalada de ser partícipe de una extorsión a migrantes venezolanos, hecho que llegó a la Fiscalía General del Estado, por eso ella dice que mete las manos al fuego por Minerva, porque cree firmemente que es una buena mujer:
“Vengo a visitarla y a saludarla, porque es una linda persona, ella nos ayudó cuando a mi hijo me lo corrieron ( de la biblioteca municipal) hace dos o tres meses del municipio y gracias a ella lo volvieron a incorporar a su trabajo, ahora está en el museo de Rigo Tovar”.
Agrega:
“Vengo a darle mí solidaridad porque he visto muchos comentario negativos y mal intencionados en contra de ella y vengo a darle mi apoyo”.
—¿Usted metería las manos al fuego por ella?
—Sí porque la conozco, ella no le pensó dos veces para incorporar a mi hijo en su trabajo.
Esta mujer vende sus empanadas a 20 pesos, y dice que la necesidad la llevó a ofrecer este producto, luego que su nieta requería atención medica en Monterrey y para sobrevivir allá, se le pegó a su hermana en la cocina y aprendió a hacer estas ricas empanadas de cajeta y piña las cuales ahora vende desde su casa en Molinos del Rey o en la calle.