Director General: Julio Alberto Rubio Pérez

A LOS POLICÍAS LES NEGARON LA RECOMPENSA POR LA CAPTURA DEL FEMINICIDA JESÚS BALTAZAR, PORQUE ES SU OBLIGACIÓN INVESTIGAR Y EL DINERO SE ENTREGA SOLO A CIVILES…

Oscar TreviñoJr. - 4 noviembre, 2023

Se comió Jesús Baltazar Castro Jiménez tres tacos de barbacoa con cebolla y […]

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Se comió Jesús Baltazar Castro Jiménez tres tacos de barbacoa con cebolla y cilantro, le dio una mordida a otro más, tomó una Coca Cola fría, luego permitió que los elementos de la Comisaría General de Investigación le cubrieran la cara con su chamarra de las cámaras de los medios de comunicación y fue trasladado en varios vehículos al Juzgado para rendir su declaración.

Jesús Baltazar acusado de estrangular el 12 de mayo a Leslie Alejandra Ale Cortez Torres, con un mes y seis días de embarazo, al decir de los padres de la víctima Mayra y Alejandro, lo protegieron los ministeriales de la Comisaría General de Investigación para que se escapara.

Como dijo doña Mayra en su momento:
“Tuvieron a Jesús Baltazar ante sus ojos, le preguntaron por los rasguños de su cara, pero les respondió que se había peleado en un restaurante, todo fue mentira cuando el dueño del local negó la riña, pero el perito nunca tomó muestras de las lesiones para hacer pruebas de ADN y así lo dejaron ir a su casa”.

Romeli Alvarado Martínez, panista encargada de despacho de la Fiscalía de Distrito en Matamoros, con desdén propio de los insensibles, apenas escuchó en su momento, las suplicas de justicia que pedían Doña Mayra y Alejandro.

Pero cuando días después los padres de Ale, amigos y familiares, arrojaron puños de billetes a la fiscalía gritándoles ¡tengan corruptos! En lugar de actuar, Romeli Alvarado decidió en venganza, cruzarse de brazos, dando más tiempo para que huyera Jesús Baltazar.

Fue un 10 de mayo, cuando Leslie Alejandra, Ale, le dijo a Mayra, su mamá, allí en su casa en la Sección 16, que estaba embarazada de Jesús Baltazar, que residía en la colonia Las Brisas y que entre las dos le pondrían el nombre.

En 12 de mayo, Américo Villarreal Anaya, Gobernador de Tamaulipas, organizó una fiesta en el Día Mundial de las Enfermeras, con una comida en Ciudad Victoria, mientras en Matamoros a Ale, graduada como licenciada en Enfermería la estranguló su novio Jesús Baltazar y la sepultó clandestinamente.

Días después, el vehículo de la chica apareció abandonado allá al fondo de la colonia Baltazar Díaz Bazán, pero al otro día, Ale estaba mirando al cielo, semienterrada, con su carita llena de tierra, causando impacto entre los habitantes de Matamoros.

Resultó que Ale, era una emprendedora, vendía casas construidas en los fraccionamientos Palmares, Arecas y Molinos del Rey, hasta se anunciaba por las redes sociales, manejaba una buena cartera de clientes.

Con una relación estable con Jesús, Ale planeaba casarse, anhelaba formar una familia con niños y niñas jugando, mientras practicaba la enfermería en el hospital general Dr. Alfredo Pumarejo, pero sus sueños se esfumaron y llenaron de dolor a su familia.

Nunca, Alejandro y Mayra se despegaron del caso de homicidio de su hija Ale, pero ese interés fastidió a la jefa Romelí Alvarado, a los policías investigadores, acabando de tajo con su raquítica atención:

“Si tenemos algo nosotros les llamamos, dejenos trabajar. Por favor”

Pronto las llamadas pasaron a tercer plano, veían los investigadores el número de la pantallita del celular y torcían sus caras, hasta David Moya fiscal encargado del caso inicialmente, concentró a un oficial por tratar de mitigar el dolor de los afligidos padres.

El 28 de mayo, después de lanzarle billetes de 500 pesos al edificio de la Fiscalía de Justicia, mientras gritaban: “Tengan corruptos”, Mayra hizo una promesa:

“Por ahora ya no vamos a protestar, el Fiscal David Moya, Especializado en Atención a Personas No Localizadas o Privadas de su Libertad nos dio su palabra y le damos un voto de confianza”.

Ese fue su error, nunca jamás, alguna llamadita, siquiera para saludar.

Pasadas las 07:00 horas, los accesos al Puente Internacional General Ignacio Zaragoza fueron cerrados el 18 de septiembre, presionando a la Comisaría General de Investigación para que capturaran al responsable del feminicidio, Jesús Baltazar Castro Jiménez.

El bloqueo se organizó con una camioneta y con pancartas, con la imagen del presunto asesino de Ale, Jesús Baltazar, su expareja.

Mayra al ser entrevistada, explicó que las Fiscalía de Matamoros, son una cochinada:

“Ellos se burlaban de nosotros, en la Fiscalía les dio largas durante el proceso de investigación, además de informar que el presunto asesino Jesús Baltazar ya se encuentra amparado”.

En Matamoros decidieron enviar la carpeta de investigación a la Fiscalía de Ciudad Victoria, dizque porque tenían laboratorios y mejor personal, pero allá, nunca movieron el expediente, la Ministerio Público Julieta se burló, dijo Mayra y abundó:

“Si algo me llega a pasar los culpables serán Jesús Baltazar Castro Jiménez y Rodolfo Pérez Villanueva y no nos vamos a mover”.

Al otro día Romeli Alvarado, desbarató la protesta de Mayra y Alejandro, que pedían justicia para Ale, les dijeron fuera de la vista de la Prensa, que se retiraran o de lo contrario se querellaría por obstruir las vías generales de comunicación y para presionar los amedrentó más:

“Es delito grave, sin derecho a fianza”.

La familia, amigos y compadres de Ale se retiraron humillados, con un nudo en la garganta, solo quedaron pegados en los fuertes muros del puente vehicular que da al puente internacional Los Tomates, las cartulinas de protesta, de justicia, de un gobierno humanista.

Se corrió el rumor en Matamoros, que esperaban los ministeriales, que el gobierno del Estado ofreciera una recompensa, para ahora sí actuar, dizque porque ya lo tenían ubicado y de esa manera pasar una Navidad más feliz.

En septiembre se publicó en el Periódico Oficial del Estado:

“El acuerdo con el expediente FGJE/11/2023 se autoriza el ofrecimiento por concepto de recompensa, a quien o quienes aporten información útil, veraz y oportuna que coadyuve a la localización y detención de JESÚS BALTAZAR CASTRO JIMÉNEZ, hasta por la cantidad de $1,000,000.00 (un millón de pesos 00/100 M.N.); ofrecimiento y entrega de recompensa”.

La estrategia consistía en que a un amigo de los ministeriales lo atrapara y entregara, para de esa forma repartir la recompensa, pero sucedió que Monterrey, Nuevo León, se adelantaron los ministeriales cuando supieron del caso. Así la recompensa esta negada para la policía, es su obligación, solo era para civiles el dinero en caso de intervenir.

Aunque se negaron a decirlo, solo se sabe que en la noche, acudieron los ministeriales a un domicilio ubicado en Volcan Del Ajusco, cruce con Doctor Eluterio González de la colonia Urdiales, allá en Monterrey, para esperar a Jesús Baltazar que andaba en una fiesta de Día de Muertos y así lo capturaron.

De inmediato llamaron a sus homólogos de Tamaulipas, quienes fueron por Jesús Baltazar y por tierra lo trajeron a los separos de la Ministerial. Allí estuvo por algunas horas, el oficial de guardia dice que almorzó tacos.

Ante la vista de los medios de comunicación, el 4 de noviembre a Jesús Baltazar, acusado del feminicidio de Ale, los Ministeriales le taparon la cara con su propia chaqueta, ni duda cabe que lo custodiaron, lo protegieron de las fotos y videos.

Enseguida lo subieron a la patrulla, tratándolo como a una persona desvalida y custodiados por seis patrullas lo llevaron al juzgado donde en breve se le vinculará a proceso.

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