Faustino Rodríguez, El Babas, es un hombre mudo, que como todo ser humano […]
Faustino Rodríguez, El Babas, es un hombre mudo, que como todo ser humano busca sobrevivir, pero, sufre los estragos de personas inhumanas, que lo agreden, lo maltratan y le roban el poco dinero que gente de buen corazón le regala.
A El Babas, le gusta el baile y en su inocencia de niño, seguido, se le puede ver por los rumbos de El Barrio de La Capilla, en busca de diversión. Las bailarinas más destacadas de este lugar lo ven como un caballero.
El Babas por mucho tiempo se puso a pedir caridad en la calle Sexta y González, pegado a la farmacia Benavides, pero de allí fue quitado por la fuerza -se desconoce quién o quiénes lo retiraron- ya nunca más se volvió a parar en ese punto, duró unos días fuera de circulación y apareció en la Lauro Villar, mero enfrente de la clínica del Seguro Social, y ahora por ahí se le puede encontrar.
Este es su modo de escapar de su realidad, él tiene su hogar frente a un basurero clandestino en la colonia México, un suburbio al este de Matamoros en donde vive con 11 hermanos, en una casita rodeado de amigos y vecinos que lo conocen por Tino.
El poco dinero que la gente de buena voluntad le regala, a El Babas, en los cruceros de la Lauro Villar, es parte del sustento familiar: compra alimentos y medicinas paras sus padres. Las monedas que recibe las intercambia por billetes en las tiendas Oxxo, en donde le fascina comprar galletas Arco Iris, acompañadas por un refresco de sabor manzana. Casi siempre consume semillas de girasol.
El Babas o Tino como le llaman las personas cercanas a él, recientemente se queja de ser víctima de un grupo de policías que le quitan parte de su dinero. Su modo de vivencia, fue detallado en un largo reportaje del periodista Oscar Farías (Vertical 900), en donde describe que El Babas, por los malos tratos que ha recibido de las personas, es muy desconfiado, ya que sufre los estragos de gente inhumana que le roba el poco dinero que personas de buen corazón le regalan.