Recibió Anthony Wainwright de 54 años de edad, la inyección letal en la […]
Recibió Anthony Wainwright de 54 años de edad, la inyección letal en la cárcel de Miami, Estados Unidos de Norteamérica, sentenciado por los delitos de secuestro, violación y asesinato en primer grado de la enfermera Carmen Gayheart, madre de dos infantes, ocurrido después de tres décadas y agotar todos los recursos legales de apelación.
Carmen de entonces 23 años de edad, fue raptada en abril de 1994 en el estacionamiento de un supermercado en Lake City, Florida, mientras cargaba el mandado en su vehículo, en una Ford Bronco azul.
Según los documentos judiciales, Anthony Wainwright y Richard Hamilton, los agresores, la forzaron a punta de pistola a ingresar al vehículo, la violaron en el asiento trasero, intentaron estrangularla y finalmente, le dispararon dos veces en la parte posterior de la cabeza, antes de abandonar su cuerpo a varios metros de la carretera.
Los padres de Carmen, fueron enfermando lentamente y ambos murieron de cáncer, esperando que se hiciera justicia, incluso María David, hermana de Carmen, intentó adelantar la sentencia presionando pero nada, ellos fallecieron y el asesino apenas hoy 10 de junio, le quitaran la vida legalmente.
Fue un 27 de abril de 1994 cuando Carmen fue reportada como desaparecida, sembrando un sombrío panorama porque nunca llegó por sus hijos a la guardería:
Mi mami -decía la pequeñita rubia de grandes ojos azules- y es que su mami fue vista por última vez en un estacionamiento cercano de la tienda de comestibles, ese mismo día.
Al no llegar a recoger a sus hijos como se esperaba, su ausencia generó preocupación inmediata. Tras una búsqueda inicial, infructuosa por parte de su esposo, padre y compañeros de clase, se reportó oficialmente su desaparición.
Pero Carmen Gayheart había sido secuestrada a punta de pistola por Anthony Wainwright y Richard Hamilton mientras cargaba la compra en la Ford Bronco que conducía en el estacionamiento de un supermercado Winn-Dixie.
Tan solo dos días antes de secuestrar a la chica, tanto Ricky como Anthony escaparon del Centro Correccional Carteret, una prisión de mínima seguridad en Newport, Carolina del Norte, donde cumplía Ricky diez años de cárcel por robo, mientras que el propio Anthony cumplía 25 años por robo a mano armada.
La pareja también robó un vehículo y asaltó una casa, se llevaron dos rifles antes de huir a Florida, donde finalmente secuestraron y luego asesinaron a Carmen, una menudita chica que adoraba besar a sus pequeños y acaricear a las mascotas.
Después de secuestrar a Carmen, Anthony Wainwright y Richard Hamilton abandonaron su vehículo de escape original en un patio de madera en la calle 41 y huyeron de la escena en el Ford Bronco de Carmen con ella como rehén. Los hombres la llevaron a una zona boscosa remota, detrás de la parada de camiones Fuel City, en el vecino condado de Hamilton, Florida.
Allí, en un lugar aislado lejos de la vista, los dos hombres sometieron a Carmen a una brutal agresión sexual. Según Ricky, después de la agresión, Anthony la estranguló. Para asegurar su muerte, le disparó dos veces en la cabeza con un rifle de cerrojo calibre .22, allí la dejaron y huyeron.
Al día siguiente del asesinato de Carmen, el 28 de abril de 1994, el agente de policía de Mississippi, John Wayne Leggett, llegó al lugar de los hechos, vio a los dos hombres escapar tranquilamente en el vehículo, lo que pareció sospechoso y decidió seguirlos.
Por eso en el trayecto Ricky y Anthony dicidieron acelarar, siendo perseguidos y el agente John, que pidió refuerzos a la central de patrullas y se desató un balacera en persecución luego se metieron a un callejón y la policía se batió con ellos.
Cerca de Brookhaven, Misisipi se desartó el tiroteo, con el resultado Ricky recibió un disparo en la cara y Anthony fue herido en el cuerpo, ambos tiros leves. Durante su arresto, las autoridades recuperaron el Ford Bronco de la chica, que los sospechosos conducían desde que huyeron de la escena del crimen en Florida. Aunque se encontró el vehículo, aún se desconocía el rastro de Carmen en ese momento.
Ricky ofreció una confesión detallada y cooperó con las autoridades dibujando un mapa del lugar remoto donde Carmen fue secuestrada, violada, estrangulada y finalmente baleada.
Aunque dibujó el mapa, no pudo identificar la ciudad ni el condado donde se ubicaba la zona. Ricky también insistió que, si bien tanto él como Anthony Wainwright participaron en la agresión sexual, fue su amigo el que cometió el crimen.
Fue hasta el 2 de mayo de 1994, Tina Wheeler, una operadora de la Oficina del Sheriff del Condado de Hamilton, informó que había reconocido el mapa que Ricky dibujó como un área cerca de la Ruta Estatal 6.
El ayudante del sheriff Mel Black y Albert Jones condujeron hasta el área aproximadamente a las 04:30 horas en un intento de localizar el cuerpo de Carmen. Durante la búsqueda, Jones notó olores nauseabundos en el área y alertó a los investigadores.
Al amanecer, descubrieron los restos descompuestos de Carmen. La Oficina del Sheriff del Condado de Hamilton tomó la investigación del asesinato y envió los restos a la Oficina del Médico Forense del Distrito 4 en Jacksonville, luego otra inspección porque al cuerpo le faltaban dientes y el hueso de la mandíbula, hasta que los encontraron.
Tanto Ricky como Anthony fueron acusados formalmente de múltiples delitos graves, incluyendo asesinato en primer grado, agresión sexual, robo y secuestro. En julio de 1994, un gran jurado los acusó formalmente de todos los cargos. El fiscal estatal del Tercer Circuito Judicial, Jerry Blair.
Allí anunció su intención de solicitar la pena de muerte contra ambos hombres, alegando la naturaleza atroz y premeditada de los crímenes, así como los factores agravantes de secuestro, agresión sexual y la vulnerabilidad de la víctima.
El caso procedió a juicio en medio de una gran atención pública e indignación por la brutalidad de los delitos. Los familiares sobrevivientes de Carmen expresaron su deseo de que ambos fueran ejecutados.
Nunca se pudo formar un jurado imparcial, pues a cada que seleccionaban, los intengrantes decian: “esos tipos deben morir, que ardan en el infierno”, por eso el juicio se cambio al condado de Clay.
Tanto Anthony como Ricky, decían repetidamente su intención de escaparse. Las autoridades recibieron información de inteligencia, que indicaba que ambos hombres planeaban activamente un intento de fuga, que presuntamente incluía un complot para asesinar a un funcionario de prisiones durante su fuga.
Así, ambos, fueron colocados en régimen de máxima seguridad para prevenir cualquier posible fuga o violencia contra el personal.
Además, para sus comparecencias ante el tribunal, se les instalaron cinturones aturdidores a Ricky y Anthony para activarlos constantemente y mantenerlos bajo control.
En mayo de 2014, unos 20 años después de la violación y asesinato de Carmen, su hermana María David expresó, en una entrevista que ella y su madre seguían esperando justicia y que esperaban ver a los acusados ejecutados por el asesinato de su hermana.
Allí, hizo estallar en llanto al que la escuchaba la transmisión por televisión al describir a la inocente víctima:
“Carmen, la niña más dulce del mundo, que amaba a su esposo y a sus niños”.
Reveló además que el papá de Carmen había fallecido en 2013 y María David, solicitó al gobernador que firmara las órdenes de ejecución de Ricky y Anthony para asegurar que sus ejecuciones se llevaran a cabo antes. La madre de Carmen también falleció en 2022 de cáncer:
“¡Dios mio, nuestros padres murieron sin ver a la justicia en nuestra familia!”
El juicio y la sentencia de Anthony y Ricky se celebraron ante jurados separados en mayo de 1995, ambos jurados declararon culpables a los dos hombres de secuestrar, violar y asesinar a Carmen
El 1 de junio de 1995, ambos jurados recomendaron que tanto Ricky como Anthony fueran condenados a muerte por el cargo más grave de asesinato en primer grado, así el jurado emitió un voto unánime a favor de la pena capital, mientras que el jurado en el caso de Ricky, emitió una mayoría de votos de 10 a 2.
El 12 de junio de 1995, Anthony y Ricky Wainwright, de 24 y 32 años de edad, fueron condenados formalmente a muerte en la silla eléctrica por el juez de circuito Vernon Douglas.
Además de las penas de muerte, el juez también impuso tres cadenas perpetuas consecutivas a cada uno de los dos hombres por los demás delitos cometidos contra Carmen.
El juez calificó el asesinato de Carmen:
“Despiadado e innecesariamente tortuoso”, fue perverso, malvado y vil”.
Desde 1997 hasta 2023 estuvieron en proceso de apelación, incluso hasta ya habían brincado de alegría cuado les notificaron que acaban de descartar la silla eléctrica, por otro tipo de ejecución, como la inyección letal.
Pero el caso dio un giró monumental, cuando dicen que a Ricky le cayó el karma, pero la verdad la ocultan en el reclusorio porque supuestamente, el asesino sin sangre en las venas, fue atacado.
Una de las cámaras de prisión, logró captar cuando Ricky el 13 de enero de 2023, falleció a los 59 años de edad, mientras se encontraba en la Institución Correccional Union de Florida.
Pasó Ricky 28 años en el corredor de la muerte con su sentencia ya marcado, pero en una parte de la cámara se captó cuando el reo levantó sus manos por su cabeza, como en señal de rendición.
Aunque no se ve quién le dice palabras, pero Ricky abrió la boca desmesuradamente y cayó pesadamente al piso. Personal del Departamento de Correccionales de Florida no reveló públicamente la causa de su muerte, ni mostró el resultado de la autopsia de ley.
El fallecimiento de Ricky Hamilton dejó a Anthony Wainwright como el único sobreviviente en el corredor de la muerte por el secuestro, violación y asesinato de Carmen.
El 10 de mayo de 2025, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó la sentencia de muerte para Anthony Wainwright, programando su ejecución para el 10 de junio.
El 6 de junio, como último recurso jurídico, apeló a la Corte Suprema de Estados Unidos para detener su ejecución inminente, pero nada por eso hoy a las seis de la tarde, Anthony, se acomodó en la camilla, entre cerró los ojos, y el líquido de la aguja hipodérmica, hizo su trabajo.
Nadie puso atención a María David, hermana de Carmen, sus ojos daban cuenta, que finalmente a su familia se le hizo justicia, mientras despacio, volvió a emitir su sentencia:
“Tres décadas es demasiado tiempo para esperar justicia”,
Sin una sola lágrima, María David dijo, que cada paso en las apelaciones, forzaba a su familia a revivir los detalles del caso, en una sucesión dolorosa de audiencias y documentos:
“Papá y mamá, murieron esperando que se hiciera justicia, pero yo me comprometí, para asistir a la ejecución, para ver esta historia hasta el final”.
María David conservó un cuaderno con cada documento del proceso jurídico, desde el acta de acusación inicial, hasta las últimas apelaciones:
“Mi deseo es colocar las páginas finales que certifiquen la ejecución, cerrar el cuaderno y no tener que pensar nunca más en Anthony Wainwright, ¡que se vaya al infierno!”