Director General: Julio Alberto Rubio Pérez

NADA CAMBIÓ EN TAMAULIPAS, ACUSAN EN NUEVO LAREDO A MILITARES DE MATAR A BALAZOS A NIÑA, JOVEN Y A UNA ENFERMERA…

Oscar TreviñoJr. - 16 octubre, 2024

En Nuevo Laredo a pesar del cambio de presidente de la República Mexicana […]

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En Nuevo Laredo a pesar del cambio de presidente de la República Mexicana entre Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, nada cambió al registrarse un topón entre un piquete de militares y elementos de la Guardia Nacional contra “civiles armados”, pero mataron a Lidia Iris, de 8 años, Diego Alfredo de 18 años y a la enfermera Yurice Rivera Elizalde, de 46 años de edad.

En la mañanera del 16 de octubre, Claudia minimizó el asesinato de la niña Iris Lidia, Diego Alfredo y Yurice a manos de los militares, señaló fríamente que los elementos de Sedena y Guardia Nacional fueron agredidos, pero advirtió que habrá sanciones.

Fue en la noche del 12 de octubre, Lidia Galván, de 60 años y su nieta Iris, fueron atacados a balazos de grueso calibre por parte de elementos de la Guardia Nacional (GN), en la colonia Palmares.

En el tiroteo supuestamente contra el crimen organizado, la pequeña Iris, recibió un balazo en la cabeza en la intersección de las calles Chiapas y Río Bravo, en el vehículo Cobalt que conducía su abuelita Lidia, fue embestido por una camioneta de la Guardia Nacional.

Tras el fuerte choque, aseguró la abuelita Lidia, que uno de los uniformados disparó contra el automóvil, hiriendo a la pequeña Iris en la cabeza.

Desesperada, la abuelita Lidia tuvo que salir por la ventana del coche, se metió por la puerta trasera llegó al asiento para asistir a la pequeñita, quien ya comenzaba a sangrar abundantemente.

A grito abierto, la abuelita Lidia dijo a los de la Guardia Nacional:

—“¡Ayúdenme!”

Los de la Guardia Nacional al darse cuenta de lo sucedido, las subieron a su patrulla para trasladarlas al Hospital General. Minutos después, Iris falleció a causa de la herida en la cabeza.

Con gruesas lágrimas rodando por su mejillas, la abuelita Lidia explicó:

“Cuando vi a la niña desangrándose, le grité: ‘muévete Iris, muévete’”.

La pequeña Lidia apenas balbuceo:

—“¡Abuelita, me duele!”

“Vi que la niña estaba perdiendo mucha sangre. Pedí ayuda a los soldados, pero al principio no me ayudaban, parecía que no querían acercarse”.

Limpiándose las lágrimas, la abuelita siguió relatando:

—“Cuando salí por una ventana del carro, le grité a los soldados y a los de la Guardia Nacional, les dije que por favor me ayudaran porque mi hija se estaba muriendo”.

Pero los militares despreocupados, dueños de la situación, le preguntaron en ese momento apremiante:

—“¿Cuál hija?”

Les gritó con rabia:

—“¡Tengo una niña allí!” —apuntaba con su dedo al carro chocado—, “¡ustedes me la hirieron, la verdad. Ustedes me tiraron, me chocaron y me hirieron a la niña”. “Y ya nomás ellos, se miraban el uno al otro”, relató la dolida mujer.

Ninguna autoridad ha ofrecido una versión oficial sobre las razones que llevaron a los oficiales a abrir fuego contra Lidia y su nietecita Iris.

Cuando los familiares de la pequeña arribaron al lugar de los hechos, para exigir una explicación, fueron agredidos por el personal militar, que les arrojaron gas lacrimógeno.

Luego de que efectivos militares mataron a la enfermera del IMSS-Bienestar, Yuricie Rivera Elizalde, familiares exigen justicia, ante la irresponsabilidad de los elementos de la Sedena.

En los hechos relatan que la noche del 11 de octubre, la familia Carrillo Rivera se trasladaba a la casa de sus familiares a una convivencia social, cuando elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) abrieron fuego en contra del vehículo en que viajaban la enfermera Yurice, de 46 años, con su esposo Víctor Manuel Carrillo y su hijo de 9 años.

Yuricie, su esposo con su hijo, viajaban en una camioneta Chevrolet Equinox 2015, color plata, cuando fueron atacados por elementos de la Sedena, cuando circulaban sobre avenida Eva Sámano y el cruce de la calle Miquihuana.

Los efectivos militares, cerraron el paso en la intersección de Villagrán y Eva Sámano, el esposo de la enfermera iba al volante y bajo la velocidad al ver la presencia de militares, quienes abrieron fuego indiscriminadamente.

La víctima que iba en el lugar de copiloto se impactó en el parabrisas de la camioneta al recibir un impactó en la cara, y allí quedó con los ojos mirando al cielo.

Víctor Manuel, solicitó el apoyo a los militares agresores, quienes en lugar de auxiliar, se dieron a la fuga. El pequeño y el marido resultaron ilesos.

Ese mismo día, Diego Alfredo, de 18 años, fue asesinado por elementos castrenses, pero en Reynosa, Tamaulipas. Según los familiares, el joven se encontraba en calidad de desaparecido, después de que salió a cargar gasolina y no volviera a su domicilio.

Sin embargo, la madre del joven recibió información sobre donde podría encontrarse, al llegar al lugar, confirmó que era su hijo y que había sido asesinado en la calle por elementos de la Guardia Nacional.

Consternada, la mamá de Diego Alfredo negó que tuviera vínculos con organizaciones criminales. Extraoficialmente se dice que el joven presentaba huellas de tortura en el cuerpo.

Al respecto de estos incidentes y la denuncia de los familiares, las autoridades tampoco han emitido un posicionamiento oficial.

Así, el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL), responsabilizó a elementos del Ejército y de la Guardia Nacional destacamentados en Nuevo Laredo, Tamaulipas, de la muerte de una enfermera y de una menor de 8 años de edad, en hechos diferentes.

La organización civil informó que entre el 11 y 12 de octubre, el personal castrense provocó la muerte de civiles “mientras perseguían a presuntos delincuentes”.

Pero en la mañanera del 16 de octubre, la presidenta Claudia Sheinbaum minimizó los tres asesinatos al señalar que las fuerzas armadas fueron las agredidas:

“Fue un episodio donde fallece un elemento del Ejército y también fallece una civil, una enfermera, y tiene que ver con delincuentes que disparan a una camioneta del Ejército”.

El otro caso, agregó:

“Es similar, pero con la Guardia Nacional, en donde hay una agresión y la Guardia Nacional responde, y también allí hay dos civiles fallecidos, entre ellos una niña; los dos hechos derivaron de dos ataques contra las Fuerzas Armadas”.

Claudia, así a sangre fría, intenta aclarar la situación ante miles de seguidores de su mañanera:

“Hay que decir algo muy importante, Nuevo Laredo es el lugar en donde más agresiones tiene, donde los grupos delincuenciales agreden más a las Fuerzas Armadas, tanto al Ejército como en su caso a la Guardia Nacional”.

Luego Claudia intenta justificar:

“En caso de que haya una mala actuación de algún elemento del Ejército, de la Guardia o de algún oficial, serán sancionados, pero hay que esperar a las investigaciones”.

La mandataria aseguró que la Sedena colabora en las investigaciones por instrucciones del general Ricardo Trevilla:

“En ambos casos, desde el primer momento fui informada por el general secretario y de parte de él, de inmediato se presentaron todas las pruebas que se requieren y disposiciones que se requieren a la Fiscalía General de la República”.

La mandataria sostuvo que los reportes que tiene, es que los elementos del Ejército y de la Guardia Nacional, respondieron a las agresiones por parte de la delincuencia.

Ahora, que se los diga a los familiares de los asesinados…

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