La guerra encarnizada, por el control del Estado de Michoacán, entre los carteles […]
La guerra encarnizada, por el control del Estado de Michoacán, entre los carteles de la droga, ocasionó, que se convirtiera en el segundo estado, más violento del país, rebasando al Estado de México, Chihuahua, Baja California y Jalisco.
La entidad gobernada, por el perredista Silvano Aureoles Conejo, de enero a febrero, suma ya 467 ejecuciones violentas, es decir el doble con respecto al año de 2019, donde se registraron 284 asesinatos según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La Fiscalía General del Estado dijo que la violencia inició desde 2019, cuando los narcotraficantes de Michoacán: Los Viagras, La Nueva Familia Michoacana, La Familia Michoacana, Blancos de Troya y Caballeros Templarios, unieron fuerzas para combatir a el cartel Jalisco Nueva Generación, que intentó, apoderarse de Michoacán.
Los Cárteles Unidos, como se hicieron llamar los michoacanos, desplazaron a la gente de Jalisco Nueva Generación dejando un reguero de muertos por los municipios de Uruapan, Apatzingán, Parácuaro, Zamora, Los Reyes, Tepalcatepec, Buenavista Tomatlán, Morelia, Múgica (Nueva Italia), Aguililla, Arteaga, Pátzcuaro, Aquila, Peribán y Churumuco.
De seguir con esta guerra entre narcos michoacanos y de Jalisco Nueva Generación, las cifras irán en aumento como sucedió en Guanajuato, donde la guerra entre los grupos criminales de Santa Rosa de Lima y Jalisco Nueva Generación por el control del territorio y el robo de combustible provocó ya 810 homicidios.