Director General: Julio Alberto Rubio Pérez

TRAGEDIA ENLUTA MATAMOROS… DESDE LA LAGUNETA DE CONTROL 3, RESCATARON A ROY Y TODO POR UNA NEGLIGENCIA DE LA JUNTA DE AGUAS Y DRENAJE…

Oscar TreviñoJr. - 19 abril, 2024

Se acabó la espera, Leonardo Rogelio Escobedo Mendoza, Roy, de 15 años de […]

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Se acabó la espera, Leonardo Rogelio Escobedo Mendoza, Roy, de 15 años de edad, fue rescatado en la Laguneta Control 3, instalaciones toma del río 1, de la Junta de Aguas y Drenaje (JAD), su búsqueda insesante calmó a su padres José Francisco, La Tota y María Magdalena.

Para rescatar a Roy se probó de todo, los buzos, la vela, los cohetes, hasta que los voluntarios lo capturaron con un trasmayo, ante la angustia de sus padres y toda la gente que estuvo al pendiente, solidarizándose con la familia.

Arropados por sus demás hijos, por sus familiares, por los vecinos, por aquellas personas que se unieron con su dolor, mitigaron su honda pena, llevando pizzas, refrescos, vitrolas con aguas de frutas, agua, hielo, refrescos, papitas, lonches, hamburguesas para mantener en calma, porque había desesperación.

Pero la desesperación de La Tota y Magdalena cesó, cuando Roy quedó entre el trasmayo, acabando con su vulnerabilidad porque fueron ignorados por un gobierno humanitario, invisibles para Marco Antonio Hernández Acosta, gerente de la Junta de Aguas y Drenaje.

Y es que La Tota y Magdalena, se sintieron desprotegidos, cuando el personal de la Marina los abandonó para trabajar al día siguiente muy temprano, porque se había hecho de noche, así los voluntarios, hicieron todo lo humanamente posible para hacer un rescate infructuoso.

Todo comenzó en enero, nos contaron los vecinos, cuando los empleados de la Junta de Aguas y Drenaje, acudieron al Estero San Pablo, como se le conoce a la Laguneta de Control 3, porque hicieron trabajos de quitar el lirio acuático.

Una gran parte de las instalaciones tenía su tela de alambre, pero estaba mohosa, con solo tres letreros de prohibido pescar, nadar y no caminar entre el agua, sin ser visibles, que nunca fueron respetados por las personas.

El caso fue que al quitar la tela mohosa de protección, los mismos empleados les dijeron a los vecinos que pronto instalarían un alambrado nuevo, porque eran órdenes del gerente morenista Marco Antonio Hernández.

Pero la tela ciclónica mohosa nunca fue reemplazada, por eso todo el perímetro puede ser invadido, además que nunca hay personal de la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros, para pedirle a la gente que deje de violar las reglas y peor ahora, sin valla protectora.

En tanto, Leonardo, a quien todos conocían por Roy, que viene del nombre del jugador holandés Ruud van Nistelrooy, puesto por su papá, conocido en el ámbito del futbol como La Tota, le daba sus alegrías en el campo llanero.

Le dio cuatro trofeos Roy a su papá que con orgullo recuerda:

“Mi hijo hizo hat trick (tres goles) en un torneo, quedamos campeones, estuvo en infantiles y juveniles, me dejó cuatro trofeos, era goleador como buen delantero y soñaba con jugar en Primera División con el Cruz Azul, era su fan”.

Fue el 18 de abril, cuando Roy se encontraba haciendo sus tareas, de la escuela Secundaria General 6 “Profesor Antonio Rodríguez Torres”, pero fue llamado por sus amigos Mario Cantú, de 14 años, pero todavía no está claro si también iba con ellos, otro adolescente identificado como Hugo.

Le pidió permiso Roy a Magdalena, su mamá recibiendo el consejo:

“Hijo, pero no te vayas a meter a lo hondo”.

—Ay amá, si solo vamos a estar allí en el estero.

—Ten cuidado.

—Sí, mami.

Los muchachos se vinieron caminando, porque viven cerca, allí por la colonia El Chorizo, pero también tienen familiares en la colonia Esperanza.

Intrépido, Roy les dijo a sus amigos, pasaditas las 16:00 horas, que se iba a cruzar nadando la Laguneta Control 3, pero tal vez en la mitad del trayecto, se sintió mal y gritó:

—“Me estoy ahogando.”

Mario Cantú en el agua intentó rescatarlo, pero se dio cuenta que estaba muy hondo y se hundía, por eso Hugo inicialmente iba tras Roy, pero como su otro amigo estaba más cerquita, lo rescató y ambos salieron a la orilla.

Desde entonces Roy se quedó prisionero en las aguas, en tanto una ambulancia a los pocos minutos llegó, para trasladar a Mario Cantú a una clínica para recibir los primeros auxilios y por ambos adolescentes se sabe del caso.

En las redes sociales, comenzaron a solicitar ayuda para rescatar a Roy, en tanto por Facebook se declaró en duelo el Futbol Infantil y Juvenil de Matamoros y abundó: Roy es hijo de La Tota, nuestro más sentido pésame.

Y es que volvieron a insistir Roy, fue el goleador en todas las categorías infantiles y juveniles, en tanto en el Estero San Pablo llegaron los elementos de Protección Civil a cargo de Pedro Astudillo.

En las redes sociales comenzaron a publicar, ¿dónde están los candidatos a presidente municipal?, mientras estaba la búsqueda de Roy en la laguneta de la JAD, incluso hasta llegó un piquete de marinos que también hizo maniobras.

Desolados La Tota y Magdalena con su familia y parte de sus amigos, estallaron cuando los marinos prometieron irse para regresar otro día muy temprano, para continuar con las maniobras de rescate porque era de noche.

“Yo no me voy de aquí, hasta que no encuentre a mi hijo.”

Temiendo que la situación se saliera de control, Pedro Astudillo, director de Protección Civil, se quedó en el lugar de los hechos para intervenir en caso de ser necesario.

Pero entonces, la gente comenzó a organizarse para seguir con la búsqueda de Roy en la noche, por eso llegaron integrantes de grupos de rescate de El Mezquital, voluntarios, gente solidaria con doña Magdalena y La Tota.

Entonces llegó Roberto Lee del partido Movimiento Ciudadano, prestó un dron, tuvo palabras con La Tota, le dio ánimos, negó entrevistas por considerar que había un grave problema y estaba a dispuesto a ayudar en lo que estuviera de su parte.

Luego gente de Lety Salazar, solamente llegó para dar el pésame y nada del morenista Beto Granados, ni un saludo frío. De hecho la búsqueda se suspendió a las 20:45 horas.

Las labores de rescate de Roy en la madrugada continuaban sin suerte, que a veces las maniobras se rompían con el llanto de doña Magdalena allí en la obscuridad con La Tota, ambos sin comer, sin cenar, solo con el ánimo de que Roy apareciera.

“Que vengan camionetas con fanales, con luces de esas potentes y largas, para que alucen a los que están en el rescate” y sí, hubo tres camionetas, pero todo estaba muy oscuro, resulta que en esa zona ni hay una sola lámpara de alumbrado público.

El plan de búsqueda ya se había programado para el día siguiente a las 07:00 horas, unos buzos de la Secretearía de Marina ayudarían en todo. Ese 19 de abril, amaneció nublado, los padres de Roy, sin siquiera un café en el estomago, ya esperaban con ansias los trabajos.

Se fue la esperanza de las caras de La Tota y Magdalena esa mañana. Los marinos no llegaban a la hora programada, allí estaban los de Protección Civil, los bomberos, Cruz Roja, personas solidarias de nueva cuenta llevaban agua, refrescos.

La pregunta del momento era, ¿por qué los marinos no llegan? Y la misma gente solidaria con La Tota y Magdalena comenzaron a disculparlos:

“Tal vez tengan que hacer honores, o algunas tareas, pero todo se arreglara cuando lleguen seis buzos expertos.”

Pero dos horas después, llegaron los marinos: un camioncito de urgencias médicas, un vehículo particular donde iban tres buzos con sus equipos y un piquete paramilitar. El candidato José Alberto Beto Granados mandó ofrecer dos lanchas fuera de borda para rastrear con trasmayos.

La gente se encomendó a Dios Nuestro Señor, porque aunque diga Salvador Treviño, gerente técnico que había personal en las instalaciones de Toma del Río I de la Junta de Aguas y Drenaje, solo era un operador y tres perros callejeros.

La búsqueda fue infructuosa, hasta que alguien dijo que Roy había aparecido en la otra laguneta, porque tronaron cohetones y la gente gritaba “Leonardo” (otra creencia de localización), así que todo en tropel corrieron, pero fue falsa alarma.

Tanto el gerente de la JAD y el Técnico, Marco Antonio Hernández y Salvador Treviño, admitieron que la cerca inhibidora de la laguneta nunca la pusieron, tampoco disponen de efectivo, para mandar colocar sombras para la familia angustiada de Roy.

Donaron 50 hamburguesas, que entre todos hicieron una cooperación trabajadores de la JAD para regalarlas. Las empleadas solo las llevaron y las pusieron en las mesas, con nadie hablaron y se retiraron de inmediato.

Finalmente como a las 20:00 horas, el cuerpo de Roy fue rescatado por el grupo de voluntarios, quienes utilizando trasmayos lograron su recuperación y así pesadamente, ante el alivio de la gente lo llevaron a la orilla, donde La Tota y Magdalenta lo abrazaron y le lloraron al cuerpo inerte de su hijo adorado.

El agente del Ministerio Público dio fe del cuerpo de Roy, enviándolo al Servicio Médico Forense (Semefo) de Matamoros y luego de la autopsia de ley, o reconocimiento físico lo entregarán a sus padres.
QEPD.

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