La Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros vive una crisis interna que […]
La Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros vive una crisis interna que ha salido a la luz tras denuncias sobre irregularidades en el módulo de cobro ubicado sobre la Avenida Roberto Guerra.
En el centro de la discusión se encuentra Magdalena Medina Ruiz, por sus reiteradas ausencias y su presunta impunidad, gracias a que es hermana de la secretaria de Desarollo y Bienestar Social de Matamoros, Perla Guadalupe Medina Ruiz, concubina de Marco Antonio Hernández Acosta, gerente general de la paramunicipal.
Diversos testimonios internos resaltan un ambiente laboral tenso, en el que se cuestiona la ética profesional y la transparencia en la administración en esta prestaduría de servicios, que tiene convertido a Matamoros en una fosa séptica.
La situación se agrava al evidenciar que, mientras Magdalena se ausenta sin justificación, según ella yendo a cursos, los cuales son inexistentes, la institución enfrenta problemas críticos, como el brote de aguas negras frente a sus propias oficinas.
En el módulo de cobro, compañeros aseguran que la coordinadora no se presenta regularmente a sus funciones, dejando tareas pendientes que afectan la operatividad del servicio.
El creciente descontento ha llevado a los empleados a manifestar, bajo el anonimato, su frustración por la falta de compromiso y profesionalismo de esta mujer que ocupa el cargo solo por ser la cuñada del gerente general.
El malestar se intensifica al considerarse que, con un salario de 24 mil pesos mensuales, la responsabilidad y exigencia esperadas no se cumplen, generando un clima de molestia y desorganización.
Los usuarios exigen a Rolando Sánchez Cantú, Gerente Comercial, y jefe inmediato de Magdalena, que intervenga de inmediato aunque la situación se vuelve insostenible, ya que la impunidad familiar en la JAD está carcomiendo todo.
Ante las duras críticas, Magdalena Medina, por su parte, se ha defendido argumentando que sus constantes ausencias no son imputables a su desempeño personal, sin embargo, las denuncias y el malestar general en la institución hablan por sí solos, esa institución está podrida por dentro y por fuera.