Lo que parecía momentos de paz, de amor, de compartir en familia en […]
Lo que parecía momentos de paz, de amor, de compartir en familia en la cena de Navidad, se convirtió en tragedia, dolor y llanto, Karlo Alberto Cavazos mató a su padre Valentín, desgracio su vida a la edad de 20 años, los remordimientos y la cárcel serán su doble condena.
Pozole y tamales se ofrecía a quienes llegaban a la casa de Valentín Cavazos Mejía, la música, la tomadera de cerveza y vino, parecía una tranquila celebración de nochebuena, hasta que la huesuda se hizo presente cegando a Karlo, convirtiéndolo en asesino de su propio padre.
Al calor del alcohol Karlo y Valentín -hijo y padre- empezaron a discutir, el papá se le fue a los golpes al hijo, que sin pensarlo dos veces de entre sus ropas sacó una pistola y le disparó a su padre en la cabeza, el tiro al hombre de 50 años fue certero tuvo muerte instantánea.
-¿Que hiciste Karlo? -le gritaban familiares al parricida-, quien se encontraba ido al ver a su progenitor inmóvil tirado en el suelo, a quién le salían chorros de sangre por donde le entró la bala en la cabeza.
Los hechos se registraron alrededor de la 1:50 de la madrugada de este miércoles 25 de diciembre en la vivienda ubicada sobre la avenida Abasolo entre 5 de Mayo y 16 de Septiembre en San Pedro, Coahuila.
Presentes en la reunión pidieron auxilio al 911, llegó la policía y paramédicos de Cruz Roja, que nada pudieron hacer por don Valentín, ya que no contaba con signos vitales, se dio aviso a las autoridades ministeriales.
En lugar de la tragedia como presunto homicida Karlo Alberto se entregó a la policía, el cadáver de Valentín fue trasladado a las instalaciones del Semefo para la práctica de la necropsia de ley. Está tragedia conmovió a la sociedad de San Pedro en plena celebración de Navidad.