Director General: Julio Alberto Rubio Pérez

GERRY VIVE EN LA CALLE BAJO UN PUENTE DEL EXPRESSWAY EN LA UNIÓN AMERICANA…

Julio Alberto Rubio - 24 enero, 2023

Con dinero y sin dinero, los seres humanos sensibles como Gerry Savage, sufren; él a pesar de ser ciudadano de […]

Ajustar texto: 562 vistas

Con dinero y sin dinero, los seres humanos sensibles como Gerry Savage, sufren; él a pesar de ser ciudadano de los Estados Unidos de América, vive en la calle debajo de un puente del Expressway, en Brownsville.

A veces da una comida, o dos, pero lo más seguro es que nunca se acuesta sin cenar, porque antes de meterse entre las cobijas polvosas se echa una vuelta a los botes de basura de la pizza para ingerir las sobras que los clientes dejaron.

Gerry vive a su modo, su casa está en el mar en el barco camaronero junto a sus demás compañeros y los capitanes El Poli o El Tiburón; él sale de Puerto Isabel y se pierde hasta dos meses en el mar, pescando camarón, olvidándose de los problemas en tierra firme.

En este mundo Gerry está solo, aunque ha tenido tres mujeres en su vida nunca tuvo hijos con ellas, pero le quedan bonitos recursos sobre todo de su último cariño, una queretana a la que amó profundamente.

Su madre fue Olga Rico, una bella dama nacida en San Luis Potosí y su padre Johny Savage, un bolillo de Luisiana que le enseñó el trabajo rudo de la pesca; de ambos, solo le quedan grandes recuerdos.

Para salir adelante Gerry lava carros por el rumbo de la Marketa en el centro histórico de Brownsville, Texas, cobra 5 dólares, pero como en toda ocupación callejera, hay ocasiones que no saca ni para beberse una botella de agua; y a él le duele que la gente lo mire con desprecio porque tienen el concepto de que es una mala persona, solamente porque lleva tatuajes.

A veces se siente incomprendido pues por esas mismas calles donde ahora deambula buscando algo para comer, meses atrás cuando la pesca estaba en su apogeo y el camarón cotizaba alto, lo primero que hacía al bajar del barco con las bolsas llenas de dólares era ir a ayudar a los indigentes del lugar; a darles dinero a invitarlos a comer y a apoyarlos en sus problemas.

Ahora el necesitado es él y se siente rechazado porque la gente lo hace menos creyendo que es un malviviente que pretende hacerles daño, cuando es todo lo contrario, Gerry es una persona de buen corazón.

El hecho de vivir en la calle y andar sin rumbo, sin familia, ni nadie que se compadezca de él, tiene atemorizado a Gerry, al saber que en un momento pudiera quedar muerto a la luz de la luna, sin que nadie le tienda la mano y le dé, como ser humano, el último adiós.

La vida en los Estados Unidos también es dura, parte de lo que Gerry está sufriendo es por haber estado en la cárcel algunos años al cometer errores de juventud, tiempo perdido que ya nunca volverá a recuperar y, aunque haya pagado la condena y ante la ley esté limpio y su corazón también, como es su caso, la sociedad no perdona y siempre le muestra desconfianza cuando, sin motivo alguno lo miran de mala manera, con desprecio.

Ese día que nos encontramos con Gerry nos contó que necesitaba 40 dólares para sacar su certificado de nacimiento y su copia de la licencia, pues como indigente que es no había podido conseguir ninguna identificación, solamente su palabra de hombre sincero porque con las dos o tres lavadas de carro al día apenas le alcanzaba para comerse un lonche, y mientras alargábamos la plática nos fuimos al pollo Church’s a comer.

Afuera dejó su herramienta de trabajo, un bote de plástico blanco y sus trapos de lavar carros. Nos despedimos después platicar y comer, estaba atardeciendo, tomó la calle ofreciendo sus servicios con amabilidad y se perdió entre los vehículos de la ciudad de Brownsville.

ENTÉRATE PRIMERO
Suscríbete al newsletter
Lo más visto

TE PUEDE INTERESAR

NOTICIAS ANTERIORES

DENUNCIA ANÓNIMA

    CONTÁCTANOS

    LLámanos (868) 810 1351 y (868) 341 3050
    EscríbenosBusiness Solution Center Whatsapp
    Síguenos
    Vertical FacebookVertical InstagramVertical Twitter