Tan solo el jueves previo a su fallecimiento el abogado Rubén Herrera convivió […]
Tan solo el jueves previo a su fallecimiento el abogado Rubén Herrera convivió con los asistentes a la comida organizada por la ciudad de Brownsville durante las Fiestas del Charro, horas antes de viajar a España.
Tal a su costumbre, a la cita de gala, llegó vistiendo una cuera tamaulipeca café y con su buen ánimo anunciaba qué al día siguiente partiría a la Madre Patria en compañía de su cuñado para disfrutar de unas vacaciones.
A Rubén el destino le jugó rudo ya qué cerca de su tocar tierra del viejo continente sucumbio víctima de un derrame cerebral; la noticia de su deceso corrió como reguero de pólvora causando gran conmoción en Brownsville, donde se desempeñado como litigante y miembro de la directiva del Texas Southmost College.
El ameritado abogado fue un ejemplo de superación personal, con 28 años de edad, con familia ya formada y sin contar con un certificado de educación básica, decidió dar in giro a su vida buscando nuevos horizontes en los Estados Unidos, logrando con mucho esfuerzo estudiar primero en el TSC y de ahí paso a formarse como jurisconsulto.
Dentro del colegio comunitario fue electo y reelecto para integrar el consejo del colegio comunitario de Brownsville; siendo tan solo a finales de enero pasado qué gracias a su iniciativa se inauguraron las instalaciones del Centro Legal del Texas Southmost College.
Sin lugar a dudas su legado deja una huella considerable entre quienes tuvieron la oportunidad de convivir no solo con el abogado, sino con el ser humano que vivió y disfrutó al máximo su pasión por viajar, pescar y rodar en motocicleta.
Aún están pendientes los arreglos funerarios de Rubén, ya qué están sujetos al traslado de sus restos desde España. Descanse en paz.