El pleno del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Municipio de H. Matamoros, Tamaulipas (STSMHMT), decidió expulsar a su exsecretaria general Raquel Yolanda Íñiguez Zermeño, porque probablemente junto con su asistente de Finanzas, Iris Elena Palacios García, se apoderaron de 2 millones de pesos.

Todo fue tan rápido que los empleados sindicalizados de la Presidencia Municipal, apenas si se dieron cuenta de la situación, en la que se encontraba Raquel Íñiguez que nunca cesó de anunciarse en redes sociales, de ayudar a sus compañeros y hasta quitarse la camisa por un buen amigo.

De hecho, a principios del mes pasado, el nuevo secretario general del sindicato de la presidencia, Alejandro Millán Robledo, envió invitaciones para llevar a cabo una asamblea urgente, firmando de testigo Cris Lenny Rivera Rizo, secretaria de Finanzas, justo en su edificio sindical.

Allí en la asamblea, le hizo saber a Raquel Íñiguez que cuando propusieran la construcción de un chapoteadero para los niños, toda la asamblea se opuso, porque todavía no hay el suficiente número de infantes para que lo disfruten y sería un gasto innesesario.

Sin embargo, Raquel, junto con su secretaria de Finanzas Iris Palacios continuaron con la obra, pese a la negativa de la asamblea, por lo que posiblemente se han gastado 2 millones de pesos en más de un año, pero el chapoteadero sigue en obra negra y empantanado.

De hecho Raquel Íñiguez duró como Secretaria general del sindicato de trabajadores del Ayuntamiento, por espacio de seis años consecutivos.

Allí en la asamblea, decidieron los trabajadores de la Presidencia Municipal, aplicarle el estatuto de expulsión a Raquel Íñiguez y a Iris Palacios, pero también nombraron una comisión para que vea las condiciones del chapoteadero, para conocer si las facturas de compra están en orden.

También porque durante su gestión como secretaria general del Sindicato del Ayuntamiento, Raquel Íñiguez, se hizo bastante amiga del Secretario de Administración, Héctor Rafael Reina Massú, de quien sus mismos compañeros, piden que se ventile las aportaciones de Presidencia del que era encargado de proporcionarlas porque es uno de los funcionarios que la nueva administración estudia en acusarlo penalmente.

Pero sucede que Raquel Íñiguez fue protegida por Carlos Ballesteros, ex secretario del Ayuntamiento y luego de Sebien que le autorizaba aportaciones del Municipio, junto con Claudia Elia Müller Rodríguez, ex secretaria de Recursos Humanos.

Carlos Ballestros, es otro de los funcionarios, al que estudian su enjuiciamiento por parte de la administración de José Alberto Beto Granados, porque fue el que se negó a entregar los bienes de Sebien.

Raquel Íñiguez se ha estado moviendo para que la información nunca se ventile en los medios de comunicación, en tanto el secretario general, Alejandro Millán, aunque continúa con sus actividades, todavía no ha sido localizado para que ventile la situación.