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ENLOQUECIDA LIZ ESTRANGULÓ A SU HIJA CORA DE 8 AÑOS Y DAWSON DE 5, SOBREVIVIÓ CALLAN DE 8 MESES…

Oscar TreviñoJr. - 2 febrero, 2023

Cora de 8 años de edad, Dawson de 5 y Callan de 8 […]

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Cora de 8 años de edad, Dawson de 5 y Callan de 8 meses, le dieron mucho en su corta vida a sus padres Patrick Pat y Lindsay Liz Clancy.

Liz enloqueció en su casa en Duxbury, estranguló a Cora, luego a Dawson, el pequiñito Callan tal vez presintió, comenzó a llorar cuando su mami colocó sus manos en el cuello y apretó, en los momentos que Pat entró al hogar llevando el pedido de comida rápida y al notar un silencio total se alarmó y gritó:

“Liz…Liz…Liz”.

Solo escuchó un pesado ruido en el patio. Liz se había lanzado desde la ventana de un segundo piso para matarse, allá en Massachusetts, pero sobrevivió ese 27 de enero, en tanto, el bebito Callan fue trasladado en avión al Boston Children’s Hospital, donde se debate entre la vida y la muerte.

Los fiscales del condado de Plymouth acusaron a Liz de ocho delitos hasta el momento: dos cargos de asesinato, tres cargos de estrangulamiento o asfixia y tres cargos de asalto y agresión.

Liz, estaba de licencia como enfermera de trabajo de parto y parto en el Hospital General de Massachusetts, asistía a un programa intensivo de cinco días a la semana para la depresión posparto (DPP) una enfermedad mental que afecta a las mujeres después de dar a luz.

La página de internet GoFundMe apoyó a Pat para que los cibernautas ayudarán a pagar las facturas médicas, los servicios funerarios y la asesoría legal que se necesita, porque le será imposible trabajar en el futuro mientras lleva su tragedia que le cambió la vida:

“Quiero pedirles a todos ustedes que en lo profundo, perdonen a Lindsay, como yo lo he hecho. La verdadera Lindsay (Liz) amaba y se preocupaba generosamente por todos: yo, nuestros hijos, familiares, amigos y sus pacientes. Las mismas fibras de su alma son amorosas. Todo lo que deseo para ella ahora es que de alguna manera pueda encontrar la paz”.

Para Pat, su familia fue lo mejor que le pasó. Se enorgullecía de ser el esposo de Liz y padre de Cora, Dawson y Callan:

“Siempre me recordé a mí mismo que cada día, mis hijos eran un nuevo regalo, fueron la esencia de mi vida y estoy completamente perdido sin ellos”.

Callan rutinariamente se despertaba primero, descansaba su cabeza en el hombro de Pat, su papi por unos minutos mientras, se adaptaba a la mañana. Dawson normalmente cantaba o expresaba sus pensamientos en voz alta durante un rato, antes de que sus padres fueran a buscarlo.

Cora era una niña grande de pelo rubio y ojos azules, simplemente bajaba las escaleras cada mañana con el cabello revuelto y su candorosa sonrisa.

Cada mañana, Pat, Liz, Dawson y Cora empezaban el día juntos, leyendo libros, acurrucándose en el sofá y jugando con fichas magnéticas.

A Pat le encantaba llevarlos a lugares, ya fuera en la escuela primaria Chandler, de vacaciones, esquiando, en el bote o en en la playa Duxbury, uno de sus lugares favoritos, que le dieron un propósito en la vida.

Redactó Pat acerca de su hijita Cora:

“Tenía una risa contagiosa y era increíblemente hermosa. Ella era la cautelosa, en realidad era muy cariñosa. Solía decir que quería ser doctora y mamá cuando fuera grande y que practicaría haciéndole chequeos a su hermanito Callan. Si salía de casa para ir a alguna parte, elegiría a alguien para que cuidara de Caroline y Charlotte, sus muñecas”.

Cora, tenía disponible toda la ropita para sus muñecas, por lo que sus cuidadores estaban bien equipados para que nada les faltara. Antes de cumplir 2 años, ya les ponía pañales, era como una buena mamá, porque adoraba a todos los bebés, reales como ficticios.

Pat sabía que a Cora, le encantaban los osos perezosos, los unicornios, las fiestas de té, ir a almorzar con Nana y el abuelo y dar regalos a la gente. Sabía todo sobre las princesas, su favorita era Sofía la Primera. Amaba a sus hermanos y a sus padres, lo decía siempre con su dulce voz: I love you.

Dawson tenía hermosos ojos marrones audaces, que contrastaban con su pelito rubio. Era naturalmente gracioso y generoso más allá de la norma de un niño pequeño típico, siempre dispuesto a compartir sus juguetes con los demás:

“Por todo el amor que recibió mi Dawson, siempre devolvió más. Su mejor cualidad era su bondad. Le encantaban los camiones, los tractores, los dinosaurios, la Patrulla Canina, los chicos trabajadores y estar al aire libre”.

Era Dawson aventurero, travieso y disfrutaba causando problemas, lo que normalmente le resultaba divertido. También era muy inteligente. Pat y Lindsay siempre dijeron que sin dinero de jubilación vivirían en la casa de huéspedes de su hijo:

“Me abrazaba Dawson, más fuerte que la mayoría de los adultos y todas las noches me decía antes de dormir, sin falta: buenas noches papá, te amo. Tuvimos un vínculo especial desde el día 1. Era mi amigo, mi primer hijo y realmente un regalo”.

Seguramente mientras describía a sus hijos teniendo al frente la pantalla de su computadora, sus mejillas sentían deslizarse sus lágrimas:

“Callan era nuestro hijo tranquilo. Siempre dije que era porque era el tercer hijo, tuvo que adaptarse y lo hizo fácilmente. Nació sin apenas alboroto y fue, con mucho, nuestro mejor durmiente. Era solo un bebé increíblemente feliz y vibrante, que sonreía constantemente.

Pat y Liz apodaron al pequeñito como Happy Callan. Se sentaba solo, se notaba que disfrutaba de su independencia, porque agarraba cualquier objeto que tuviera a su alcance.

Con el corazón en la mano Pat redactó:

“A veces Callan se unía a mis llamadas de Microsoft en segundo plano. Empezó a decir papá cada vez que entraba en la habitación. El último momento que tuvimos juntos fue nuestra rutina. Subía de mi oficina al final del día y lo columpiaba entre mis piernas mientras él reía y sonreía. Si alguna vez tenía un mal día, Callan siempre sabía cómo curarme.

En el Hospital de Boston, a Pat le dieron pocas posibilidades de que Callan sobreviva, por eso en su carta de ayuda, prácticamente lo da por muerto:

“Aguantó un poco más Callan, para evitarme cualquier dolor que pudiera, tan insoportable como fue, fui afortunado y agradecido de sentir su calor hasta el último momento. La fe es mi única esperanza de creer que él sintió lo mío”.

Por eso en su texto, Pat se desahogó:

“Callan murió con enorme coraje a pesar de ser tan pequeño. Tal vez fue su forma de demostrar lo que necesito hacer para seguir adelante. Siempre intentaré inspirarme en él. Siempre será mi pequeño héroe”.

Enseguida Pat, compartir pensamientos de su esposa Lindsay, a la que sigue amando:

“Recientemente Lindsay fue retratada en gran parte por personas que nunca la conocieron y que nunca supieron quién era la verdadera Lindsay. Nuestro matrimonio fue maravilloso y se fortaleció diametralmente a medida que su condición empeoraba rápidamente”.

El amor salió relucir:

“Me enorgullecía tanto ser marido de Lindsay como de ser padre y me sentía persistentemente afortunado de tenerla en mi vida. Todavía recuerdo el momento en que la vi por primera vez y puedo recordar lo abrumado que estaba con el tipo de amor a primera vista que solo se ve en las películas”.

De hecho fue un amor a primera vista entre Liz y Pat, congeniaban y así de improviso salieron los te amo y conforme avanzaban los días se lo decían hasta llegar al altar, desde entonces juntos, empezaban los abrazos apasionados, como una medicina perfecta:

“Si pasaban los minutos sin un abrazo, Liz me miraba y preguntaba, ¿lo olvidaste? Entendíamos mutuamente la realidad de que las personas pueden tener días malos, pero nos apegamos a la regla de que cuando uno de nosotros se perdía, el otro siempre estaba allí para llevarlo a casa, siempre”.

A Liz le encantaba ser enfermera, pero nada igualaba su intenso amor por sus hijos, su dedicación a ser madre. Era todo lo que ella siempre quiso. Su pasión le enseñó a Pat, ser un mejor padre, por eso en su carta se sinceró:

“Todo lo que deseo para Lindsay ahora es que de alguna manera pueda encontrar la paz. Le prometo que pondré toda mi energía en sanar y redescubrir mi propósito. Se lo debo a todos ustedes, los bomberos y la policía de Duxbury, nuestros compasivos trabajadores de la salud, nuestros líderes religiosos locales, la comunidad de Microsoft y, especialmente, Cora, Dawson y Callan.

Todo fue una voragine de sucesos en la ciudad de Duxbury se reunieron en la Iglesia de la Sagrada Familia para orar por la familia, porque todos están devastados, Liz, Pat, Cora, Dawson y Callan eran cariñosos, nadie se explica qué pasó.

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