Cuando Ana Silvia Barrera Morales, madre de un niño, se presentó para acusar a Moisés, su ex pareja, de secuestro y violación, se rieron en su cara en las oficinas de la fiscalía de Ciudad Madero, Tamaulipas:

-“Pos si fueron marido y mujer” -le dijo el fiscal con una sonrisa maliciosa-.

-Si pero ya no, me pega, me tiene amenazada, donde quiera que voy me persigue. Esperó a que saliera del trabajo, me llevó a la fuerza y me violó, ¡ayúdeme por favor!

-A ver ¿trajo testigos?

-No señor…

-¿Cómo me consta a mi que usted no se golpeó?, a lo mejor le dijo a una amiga o usted misma que se auto lesionara. Pero bueno, hay secre, tomale la denuncia y ya.

El 28 de noviembre de 2022 en la colonia Pedrera, Ana Silvia fue hallada con un balazo en la cabeza, múltiples lesiones en su cuerpo y un trapo en la boca para evitar que gritara. Moisés, el asesino, hasta la fecha ni se le busca por los ministeriales, ni ganas de hacerlo.

Con la cobija de la impunidad Irving Barrios Mojica, el panista Fiscal de Justicia en Tamaulipas, tapó por años la inseguridad pública en el Estado, protegiendo al exgobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca y de paso, ahora le tocó al mandatario estatal Américo Villarreal Anaya, favoreciendo a los feminicidas.

Con las estadísticas manejadas, Irving Barrios, envió números a modo al Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, donde precisó que en 11 meses de 2022, asesinaron a 60 mujeres en Tamaulipas y consideran que 19 solo son feminicidios, mucho menos de la mitad.

Pero esas estadísticas huelen mal: en 2020, asesinaron a 61 mujeres; en 2021, 69 damas muertas y 4 feminicidios; en 2022 a 60 féminas, o sea que el 60 es el número favorito de Irving.

De enero a noviembre de 2022, 932 mujeres sobrevivieron a los ataques masculinos, cuyos números ni siquiera se pueden ver, mucho menos saber la identidad de las víctimas para checar algún dato oficial al azar.

El 26 de enero de 2022 en el ejido La Laguna de San Fernando, Luis Enrique fue detenido y acusado del feminicidio de su esposa y filicidio en grado de tentativa.

El 8 de febrero siguiente, Isela Fabiola discutió con su pareja Jorge Alejandro, en su domicilio en la colonia La Joya, en Nuevo Laredo. Murió estrangulada y purga una condena de 26 años y 8 meses.

Ese mismo mes pero en Matamoros, Liz Palacios de 29 años discutió con su pareja José en el domicilio de ambos en el fraccionamiento Misiones II, la mató a balazos y huyó.

El 6 de marzo en el hogar de Mireya y Eduardo, en la calle Unión de la colonia Chapultepec, en Ciudad Victoria, hubo una fuerte discusión.

Eduardo con su revólver disparó a Mireya, tomó a su hijo menor de edad y huyó en su camioneta pero fue detenido, procesado por feminicidio.

En Reynosa se detuvo a Abigail acusada de asesinar con saña violenta a su novia, Sonia en la colonia La Cima, el 29 de abril de 2022, la decapitó viva, una escena que provocó vómitos entre peritos.

En Nuevo Laredo el 2 de mayo, Carlos Enrique, fue detenido por el feminicidio de su media hermana Paulina, de 28 años, a quien asesinó en la colonia Nueva Era.

Ana Aracely Morales Cantú, de 26 años, madre de 2 menores fue asesinada a puñaladas por su esposo Javier, La Chispa en un rancho en San Fernando, el 5 de mayo del 2022. En el camino al rancho La Garrapata discutieron, le pegó, le encajó su cuchillo, pero ella logró huír y fue encontrada muerta entre los matorrales.

En Ciudad Victoria, Magdalena, celadora de 50 años, fue asesinada en su casa por hombres armados el 22 de mayo de 2022, en presencia de sus familiares.

En El Mante se integró una carpeta de investigación por el feminicidio de Antonia, de 50 años y asesinada en una habitación del hotel Las Américas.

Leslie Janeth Sánchez Osorio, joven madre de 24 años, tras acudir en agosto al concierto del grupo Duelo en Matamoros, fue hallada sin vida en un domicilio de la colonia Rinconada de las Brisas.
Había dejado a sus 2 pequeños hijos con su papá, para ir a disfrutar de la música, hasta se tomó la fotografía con el vocalista y la envió a su ex pareja.

En noviembre en Matamoros, el verdugo de Lizi Anahí, de 23 años, fue su esposo José. Discutieron y la estranguló, enseguida llamó al 911, dijo la verdad y aseguró que quiso reanimar a Lizi Anahí sin conseguirlo.
En El Mante, Blanca de 35 años, discutió con su pareja, La Lencha, que la agredió con una arma blanca y la abandonó en la calle Gardenia, colonia Ampliación Moctezuma.

Dos feminicidios más se registraron en diciembre, el de Cynthia, joven maestra que recién llegó a Tula para pasar con su familia las vacaciones decembrinas, pero fue asesinada al salir de una convivio, solo dijo a su mamá por teléfono celular:

“Me lastimaron mami.” La encontraron acuchillada en un camino de terracería.

El de Elena Leny Lavín Montemayor, el 30 de diciembre, directora del DIF-Ciudad Victoria fue asesinada en su domicilio, este caso, pasó de homicidio doloso a feminicidio.

El 2 de enero de 2023, Mar Alejandra, de 22 años, murió en el Hospital General de Río Bravo por desnutrición, deshidratada y golpes; había ingresado el 26 de diciembre por una golpiza de su pareja. Su hermana denunció que el maltrato emocional y físico era constante.

Para el fiscal de justicia Irving Barrios Mojica, lo más importante sigue siendo proteger a su jefe Francisco Javier García Cabeza de Vaca, si de pilón ayuda a Américo Villarreal, se da por bien servido, porque como dicen los mismos ministeriales: “ni que hubiera matado a mi mamá, para buscarlo rápido”.