Como asesora del Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y de Servicios (SNITIS) Movimiento 20/32, Susana Prieto Terrazas presentó el 3 de agosto de 2022, una queja ante el gobierno de Estados Unidos -en contra de la empresa BBB Industries- por violación a la libertad sindical y a la vez se inconformó ante el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL), por alterar los resultados de las votaciones en la legitimación del contrato colectivo de trabajo.

Un año después, llena de soberbia, echó del SNITIS -sindicato que ella fundó- a la secretaria general Rosario Moreno, y convocó a elecciones con exclusión, para asi nombrar a uno de sus allegados a modo en el cargo, pero  no le cuajó, enseguida las autoridades laborales le echaron abajo por ilegal su abusiva maniobra; además de que en sufragios solo el 35% de los afiliados hizo uso de su derecho al voto, porque ella mantuvo la convocatoria bajo reserva, sin informar oportunamente.

Rosario fue corrida del sindicato por medio de Perla González -una de las ayudantes de Susana Prieto- quien el 25 de marzo de 2023 le comunicó que se tenía que retirar del edificio -donde él gremio le paga renta mensual de 10 mil pesos a la abogada, pues es de su propiedad-:

“Porque la licenciada Susana Prieto Terrazas así  lo acababa de ordenar”, le hizo saber, sin mayores explicaciones. Aunque el periodo de Rosario Moreno al frente de la secretaría general del SNITIS se le vence legalmente hasta el 11 de junio de 2023.

De esta manera Rosario salió de la sede sindical y desde ese día ya no se permitió entrar. Su sueldo de 3 mil 500 pesos semanales que Susana Prieto “asesora” del gremio le había asignado y le pagaba como secretaria general a través de Perla, el día que la corrieron,  fue el último que recibió: “rasurado” y en efectivo, y no rebasó los 3 mil pesos.

En ese edificio propiedad de se Susana Prieto, se quedó la papelería del sindicato, la toma de nota y actas en general, así como las chequeras, a las que Rosario nunca tuvo acceso, solo salió de allí, con su credencial que la acreditaba como secretaría general. De todas maneras Rosario no tenía ningún poder, porque era lideresa máxima, pero de membrete, porque en la realidad la que ordenaba lo que tenía que hacer era Susana. Ella solamente firmaba los documentos que, al igual que los cheques se los daban en blanco y le decían:

“Fírmale porque necesitamos dinero”. Alguna vez que llegó a replicar porqué habría de firmar así, en blanco, la propia Perla le recriminó:

– “ ¿Qué, acaso no nos tienes confianza?

-Si pero no está bien que las cosas sean así.

-Pues ni modo, esas son las órdenes de la licenciada -le recalcaba Perla González-.

Aunque el SNITIS en su enunciado se promueve como un  sindicato nacional independiente, en realidad no es ninguna de las dos cosas porque Susana Prieto, quien lo registró y lo creó legalmente es parte de Morena, el partido en el poder en la República Mexicana, donde ella ocupa el cargo de Diputada Federal. Tampoco es nacional porque apenas tiene una afiliación en tres  municipios del norte de Tamaulipas: Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros.

Desde el 2021 en que Rosario Moreno tomó posesión como secretaria general del SNITIS, siendo ella una obrera calificada, pero sin conocimiento de las lides sindicales, empezó a ejercer el cargo bajo las órdenes de la auxiliar de Susana Prieto, que por sus ocupaciones impuso sobre ella a Perla González, mientras que la sedicente “asesora de trabajadores”, andaba dando rienda suelta a su lujuria por el poder, rondando la curul de la Diputación Federal que ahora detenta.

En esos días Perla González se le acercó y le indicó que por instrucciones de Susana Prieto tenía que firmar un contrato de arrendamiento de un espacio en el edificio propiedad de la diputada federal, ubicado en España 100 A, colonia Buena Vista, Matamoros, Tamaulipas, por lo que cada mes se le pagarían 10 mil pesos de renta, a lo que ella accedió, de tal suerte que tanto el pago de la renta, como el de sus compañeros, y todos los gastos de la organización, los tenía que hacer ella, solo firmar documentos en blanco, sin derecho de acceder a las chequeras y a ningún tipo de papelería perteneciente al sindicato: eso estaba reservado solo para el manejo de otras personas entre ellas de Perla, la mandadera de Susana.

Pronto las preguntas de Rosario Moreno sobre la transparencia sindical y el hecho de que no se le permitiera a ella tomar el control del gremio ni de las aportaciones de los obreros para poder ademas ella entregar las becas a los hijos de los trabajadores -y que solamente recibiera instrucciones a través de Perla González, porque Susana ya no le contestaba ni llamadas ni  los mensajes, pues ya la había bloqueado en sus redes sociales- causó crisis emocional en la lideresa sindical y en el velorio de su padre en pleno duelo, decidió bajo esas condiciones ya no seguir mas siendo títere ni prestanombres de la diputada federal, que, allí mismo, cuando ella la acompañaba, se lo dijo y ante el reclamo recibió insultos y malos tratos.

En la actualidad Rosario moreno desconoce cuanto hay en la tesorería del SNITIS, a cargo de Mario Salazar Correa, otro monigote mas a las órdenes de Perla González y de Susana Prieto, pero afirma que el sindicato tiene firmados contratos colectivos de trabajo en tres plantas: Panasonic de Reynosa, Reem de Nuevo Laredo y Tridonex de Matamoros, entre todos son 4 mil 600 trabajadores, donde los mas calificados por sus habilidade en las líneas de producción tienen altos ingresos y llegan a pagar hasta 200 pesos mensuales cada uno de cuota sindical.

Por sus redes sociales, ante la crisis por la que atraviesan los trabajadores que ella misma etiqueta de traidores, Susana Prieto, se mofa, porque sabe que ella como abogada, creadora del gremio y diputada federal, mantiene en su puño el control de la organización, pues se ha dado el lujo de aplicar los mismos métodos que ella juró combatir, se ha aliado con los patrones para despedir a los “revoltosos” que estan en contra de sus caprichos, como es el caso de Faustino Vargas, trabajador de Reem Boilers de Nuevo Laredo, a quien lo tiene con un pie afuera de la empresa luego que este arropó a su compañera Rosario Moreno y formaron la Planilla de la Honestidad para competir contra la Planilla de Unidad encabezada por Ramón Dávila Lerma, chofer de la “asesora sindical”.

Entrevistados tanto Rosario Moreno como Fautino Vargas, en Nuevo Laredo Tamaulipas, ambos dicen temer por su seguridad, de hecho la aun secretaria general del SNITIS, que tiene su domicilio en Matamoros, se niega a permanecer allá pues afirma que  el rencor de Susana Prieto hacia ella por exigir la libertad sindical es tal que le ha estado azuzando a sus seguidores para que le causen daño exhibiendola en redes sociales y atacándola.

De esta manera Faustino Vargas se pregunta:

“¿Cómo es posible que la licenciada Susana Prieto se diga defensora de los trabajadores cuando a nosotros que somos parte del SNITIS nos esté maltratando, atacando y condenando solamente por exigir transparencia en el sindicato, transparencia de las cuotas que pagamos y también de los acuerdos que ella ha hecho a escondidas con los patrones…creo que estábamos mejor cuando estábamos en la CTM, ella esta peor que ellos”.

A raíz de la crisis por la que atraviesa el SNITIS, Susana Prieto, regresó a Matamoros después de haber sido desterrada de Tamaulipas por Francisco Javier García Cabeza de Vaca que logró aplicarle la ley y encarcelarla unos meses, pero ya con fuero como diputada federal, este miércoles 31 de mayo, estará atenta a las elecciones del gremio donde ella apoya a la denominada planilla de Unidad encabezada por su chofer Ramón Dávila contra la planilla de la Honestidad, de sus detractores Faustino Vargas y Rosario Moreno.

Para el domingo 4 de junio esta convocando a una verbena en la plaza principal a fin de festejar “mi reencuentro con los trabajadores” en lo que ella denomina su plaza, donde estos mismos trabajadores que ahora la detestan…. antes, la adoraron.