SE TRAUMÓ RIVAS, CUANDO VIO A SUS AMIGOS LUIS Y SAMUEL, AHOGARSE EN CÁRCAMO DE LA JAD…
Quedó traumado Roberto Carlos Rivas Jaramillo, empleado de la Junta de Aguas y Drenaje de Matamoros (JAD), cuando impotente, vio a sus camaradas Samuel Trejo Robles, que se hundió en las pestilentes aguas del cárcamo del ejido La Venada y su compañero Luis Alberto Rubio Torres se lanzó a su rescate pero ambos murieron ahogados.
El cuerpo de Luis Rubio, jefe de la cuadrilla de la JAD, fue trasladado al panteón municipal de Monterrey, Nuevo León, para que fuera sepultado cerca de su familia, en tanto Samuel Trejo -según sus compañeros de trabajo-, sobrino del líder sindical Héctor Urbano Cano Mora, rindió tributo a la madre tierra en un panteón de Matamoros.
En tanto Roberto Carlos Rivas, excesivamente asustado, lloró, sintió el deceso de sus compañeros, apenas balbuceó sobre el accidente de trabajo y quedó en shock, por eso le dieron tres días de descanso para que se recuperara.
El gerente de la Junta de Aguas y Drenaje, Rodolfo Simón Hernández Piña, dijo que el deceso de Samuel Trejo y Luis Alberto Rubio consternó tanto a los empleados de la JAD, que líder sindical Héctor Urbano Cano, decidió suspender las festividades del Día del Padre que con anticipación se habían programado.
Por los gastos funerarios Rodolfo Simón Hernández, pagó 60 mil pesos aproximadamente, pero además todos los empleados de la JAD tienen un seguro de vida, extraoficialmente más de 100 mil pesos, al igual que otro seguro de vida en el IMSS, pero hay otro más en una cuenta de ahorro de un banco nacional.
Todo comenzó el 17 de junio, cuando la cuadrilla de la JAD al mando de Luis Alberto Rubio, que tenía como 20 años trabajando, acompañado de Samuel Trejo y Roberto Carlos Rivas, recibieron instrucciones para hacer varias tareas, entre ellas mantenimiento en el cárcamo del ejido La Venada, comisionados por el ingeniero José Manuel Trejo Salazar, jefe de la Comisión Mixta de Seguridad e Higiene.
A juicio del gerente de la JAD, Rodolfo Simón Hernández, dijo en su oficina durante una entrevista:
“Los empleados de la cuadrilla, harían una operación de rutina, ni siquiera se trataba de una situación de riesgo, era mantenimiento rutinario de las estaciones de bombeo”.
Aparentemente dice Rodolfo Simón, que Roberto Carlos Rivas relató al borde la crisis, que tal vez eran las 18:30 horas, cuando la grúa operaba el mantenimiento del cárcamo de La Venada, le estaban quitando basura, desperdicios:
“Samuel intentó ayudar a la grúa quitando la basura del gancho con la mano para que jalara la bomba de agua, pero se resbaló, cayó a las aguas pestilentes, por eso Luis Alberto Rubio intentó rescatarlo, pero los peligrosos gases les afectaron y fallecieron”.
Siguió relatando el gerente:
“Rivas llamó por teléfono celular a José Soto, del departamento de Seguridad e Higiene de la planta 2 de la JAD, a donde pertenecían los de la cuadrilla, pidiendo ayuda con voz entrecortada por lo asustado, que por eso llamaron a los departamentos de emergencias e inclusive llegaron los elementos dela Policía Ministerial del Estado.
Ahora el 22 de junio tendrá una reunión la Comisión de Seguridad e Higiene, compuesta por 10 empleados de confianza junto con el sindicato de empleados de la JAD que dirige Héctor Urbano, otros 10, para conocer las responsabilidades en torno accidente donde murieron dos personas y un tercero sigue en crisis emocional.
La JAD a través de Rodolfo Simón Hernández, subieron una condolencia a los familiares de los fallecido, pero todavía está latente cuando el anterior gerente Guillermo Lash, trajo a vuelta y vuelta sin pagar la indemnización a la esposa de otro empleado Miguel Ángel Olivares, que murió ahogado en un pozo del fraccionamiento Las Arboledas.