De bajo perfil, Adriana Meza Torres, sometida a detallistas operaciones para modificar su rostro, como si fuera una muñeca Barbie, surge como la nueva reina del Cartel de Sinaloa, al ser atrapado su esposo Ovidio El Ratón Guzmán López, El Rey del Fentanilo.

A la captura de El Ratón, volvió a tomar importancia el nombre de Adriana, porque será sucesora de Emma Coronel (cónyuge de Joaquín El Chapo Guzmán, detenido en una prisión de Estados Unidos).

La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) dio a conocer que Adriana, es hija de Raúl Meza Ontiveros, alias el M-6, un lugarteniente operador de Ismael El Mayo Zambada, que fue asesinado durante un tiroteo en Culiacán, durante la Guerra contra el Narco en 2007.

Desde pequeña, Adriana apenas movía un dedo para que le cumplieran sus caprichos, luego se dio cuenta que su papá Raúl había sido ejecutado y lloró mucho cuando lo llevaron a enterrar allá en el panteón de Sinaloa.

Creció Adriana rodeada de jovencitos, que soñaban con emular las hazañas mal encaminadas de sus tíos, de sus papás, de sus primos mayores, que a escondidas acariciaban los cuernos de chivo, las escuadras, que acabaron con muchas vidas.

El corazón de Adriana se hizo de piedra, cuando mataron a su hermano Raúl, El Mini 6, en Zapopan, Jalisco, el cuerpo fue llevado a su ciudad para su sepultura y allí estrechó su amistad con Ovidio, El Ratón, güerito, flaquito.

De allí surgió el amor entre El Ratón y Adriana y todo lo demás se pierde, porque en los telones del narcotráfico nada se sabe, ni se comenta, lo juniors se divierten, se toman fotos que suben al Facebook, algunos se arrepienten, las borran, pero otras allí quedan con falsos perfiles en muchos casos.

El caso es que en 2017 Adriana obtuvo un primer amparo por parte de un juez federal -del que nunca se sabe su nombre-, porque la acusaban de gastos mayores, por viajes de placer a Sudamérica y Europa, al año siguiente un Tribunal Colegiado de Sinaloa confirmó la acción de la justicia en su favor, pero la UIF continuo con las investigaciones.

A través de sus abogado, Adriana mostró cerebro, fincó la idea de que los indicios que tienen en su contra la UIF y los fiscales federales ni siquiera existen, es como un sospechoso, sin pruebas, por tanto las acciones, violan su derecho al libre desarrollo que debería de tener con sus ingresos derivados del maíz como productora agrícola.

Cuando los abogados de la Unidad de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), acusaron a Adriana, como presunta prestanombres para la organización de Los Chapitos, especialmente para las actividades de Ovidio y Jesús Guzmán López, así como Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, se rió en su cara y los ridiculizó:

“Parecen niños”.

Pero entonces se vino el Culiacanazo el 17 de octubre de 2019, cuando los sicarios del Cártel de Sinaloa humillaron al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y a las fuerzas que comanda. Lo superaron en despliegue, táctica y armamento.

Ovidio Guzmán fue retenido por las fuerzas de seguridad del estado y de la administración central y allí se desató la guerra: los mercenarios de la organización delictiva lograron liberar a Ovidio
tras lanzar una guerra abierta en todo Culiacán, Sinaloa, sembrado el caos.

Se filtró que Ovidio estaba en una de las residencias de Adriana, cuando los militares en sincronía cubrieron las entradas y salidas, luego meses después lo que todos sabemos.

El presidente López Obrador reconoció que fue él quien ordenó liberar a Ovidio Guzmán durante el fallido operativo militar:

“Yo ordené que se detuviera ese operativo para no poner en riesgo a la población, para que no se afectara a civiles porque iban a perder la vida si no suspendíamos el operativo más de 200 personas inocentes en Culiacán, Sinaloa”.

Pero días después del Culiacanazo, una guapísima chica que se identificó como Adriana Meza, fue detenida en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), por el personal del Instituto Nacional de Migración y la Policía Federal.

Fuentes de Seguridad Nacional, dijeron que Adriana, procedía de un vuelo de Sudamérica con destino a Culiacán, Sinaloa, fue revisada, porque en la lujosa ropa se le dctectó que estaba impregnada de cocaína.

Hicieron pruebas con los escáneres de laboratorio, detectando 2 kilos de cocaína distribuidos en el vestido, como diminutos adornos de azúcar y así Adriana, sonriendo, coqueteando a los oficiales, les pidió hacer una llamada por teléfono a que tenía derecho.

El personal accedió a conectar el enlace sin especificar si se usó un teléfono celular de ella o de los oficiales, el caso es que la voz, pidió hablar con el encargado de turno:

-Soy Ovidio, el hijo del Chapo, por favor pásame a uno de los elementos de seguridad del aeropuerto…

Una vez que entablaron comunicación, Ovidio pidió el favor:

-Deja en libertad a Adriana, es mi novia…

Minutos después de colgar el oficial, se coordinó entre todos la liberación inmediata de Adriana. Estaba reciente lo de Culiacán y el presidente dobló las manos con Ovidio.

Ninguna autoridad desmintió el caso de Adriana, pero parte del personal sin dar nombres admiten que participaron elementos de
INM, la Policía Federal, la Fiscalía General de la República (FGR), y la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol, por sus siglas en inglés).

En diciembre de 2021, la defensa jurídica de Adriana Meza, apeló de nueva cuenta la decisión de la UIF para recuperar esa vieja cuenta producto de operaciones con el maíz, diciendo que a los agricultores cada vez los friegan más, cuyo tribunal sigue estudiando.

Aparece Adriana en cuentas de TikTok que la alaban como Buchona y esposa del Patrón, allí, ella retrata el ostentoso estilo de vida que lleva, luciendo maquillaje, ropa finísima, luciendo como lo que es, La Reina del Cartel de Sinaloa.